Ángelus de Francisco: anima a convertirse ya hoy, «no mañana», menciona a Joan Roig, Libia y Etiopía
Durante la habitual alocución del rezo del Ángelus, este domingo 8 de noviembre, el Papa Francisco ha animado a no esperar hasta el lecho de muerte o la vejez para convertirse, sino que la conversión debe hacerse ya, hoy, para encontrar a Dios día tras día, también en las cosas pequeñas.
Francisco comentó el evangelio de las vírgenes necias y las prudentes, historia con la que Jesús “quiere decirnos que debemos estar preparados para el encuentro con Él”, pero “no solo para el encuentro final, sino para los pequeños y grandes encuentros de cada día, en vista de ese encuentro”.
El Papa enlazó esta reflexión con los comentarios que hizo hace pocos días respecto a la vida tras la muerte, con motivo de la Fiesta de Todos los Santos y la Conmemoración de los fieles difuntos.
La historia de las vírgenes explica que "se necesita el aceite de la caridad y las buenas obras”. Ser sabios y prudentes, como esas vírgenes de la Parábola, "significa no esperar el último momento para corresponder a la gracia de Dios, sino hacerlo activamente de inmediato, comenzar ahora".
“Sí… más adelante me convertiré…” ¡Conviértete hoy!¡Cambia tu vida hoy! “Sí, sí… mañana”. ¿Es lo mismo decir “mañana”? Si queremos estar preparados para el último encuentro con el Señor, debemos cooperar con él a partir de ahora y realizar buenas acciones inspiradas en su amor.
La meta de la vida es el encuentro con Dios
Sucede, lamentablemente “que nos olvidamos de la meta de nuestra vida, es decir, la cita definitiva con Dios”, dijo el pontífice. Así se pierde “el sentido de la espera”, de la bella expectativa que es el encuentro con el Señor, esa que nos "saca de las contradicciones del momento". Así, se "absolutiza el presente". Y, cuando esto sucede, “hacemos todo como si nunca tuviéramos que partir para la otra vida”.
Una vida del "poseer" será estéril
El Papa advirtió de lo que pasa cuando "sólo nos preocupa poseer, emerger, acomodarnos... cada vez más. Si nos dejamos guiar por lo que nos parece más atractivo, también por lo que nos gusta, por la búsqueda de nuestros intereses, nuestra vida se vuelve estéril; no acumulamos reservas de aceite para nuestra lámpara, y se apagará antes del encuentro con el Señor".
Advirtió que "el Señor también puede venir mientras dormimos", si bien, dijo, "no nos preocupa, porque tenemos la reserva de aceite acumulada con las buenas obras de cada día, acumulada con aquella espera del Señor".
Por último, invocó "la intercesión de María Santísima, para que nos ayude a vivir, como ella, una fe activa: ella es la lámpara luminosa con la que podemos atravesar la noche más allá de la muerte y alcanzar la gran fiesta de la vida.
El mártir Joan Roig, asesinado en Cataluña, ejemplo para jóvenes
Tras el Ángelus, Francisco mencionó al joven mártir asesinado a los 19 años en Cataluña en 1936 Joan Roig Diggle, beatificado este sábado en la Sagrada Familia de Barcelona, en una ceremonia a en la que participaron 15 obispos. "Que su ejemplo inspire en los jóvenes el deseo de vivir con plenitud la vocación cristiana", ha señalado el Pontífice. (La historia y las enseñanzas de Joan Roig Diggle, aquí en ReL).
Por la paz en Etiopía y Libia
Francisco también expresó su preocupación por la escalada de violencia en Etiopía, donde el primer ministro Abiy Ahmed (premio Nobel de la Paz 2019) sigue adelante con la campaña militar que anunció el miércoles contra la región norteña de Tigray. El Papa exhortó a todos a "rechazar la tentación de los conflictos armados" e invitó "a la oración y al respeto fraterno, al diálogo y a la resolución pacífica de las diferencias”. El llamamiento del Papa se produce cuando las Naciones Unidas advierten de que 9 millones de personas podrían ser desplazadas (un desastre humanitario, de refugio y alimentación) si se consolida el conflicto como una guerra civil, implicando quizá a los países vecinos.
El Papa mencionó también la situación en Libia, donde está empezando un Foro de Diálogo Político. "Espero sinceramente que en este delicado momento se encuentre una solución al largo sufrimiento del pueblo libio", animó el Pontífice, expresando su esperanza de que se respete un alto el fuego. Pidió oraciones por los delegados del Foro, por la paz y la estabilidad en Libia.
Por último, con motivo del "Día de Acción de Gracias en Italia", dedicado este año al agua, expresó su cercanía "con la oración y el afecto al mundo rural, especialmente a los pequeños agricultores. Su trabajo es más importante que nunca en estos tiempos de crisis. Me uno a los obispos italianos en el llamamiento para que el agua sea salvaguardada como un bien común, cuyo uso debe respetar su destino universal".