Francisco: si no anunciamos a Jesús con alegría, «no mostramos la verdadera realidad de Jesús»
La "cara de bacalao" se suma a la "cara de pepinillos en vinagre" (expresión que ha utilizado Francisco en otras ocasiones) como modelos de una mala actitud en la evangelización. Así lo dijo el Papa este miércoles en la Plaza de San Pedro. Anunció que, en esta y posteriores audiencias generales, sintetizaría el actual ciclo de catequesis sobre el celo apostólico en cuatro puntos inspirados en su exhortación apostólica Evangelii gaudium (que el 24 de noviembre cumplirá diez años), y que el primero de todos sería la alegría.
Si no hay alegría, no hay evangelización
De la alegría "depende la sustancia del gesto evangelizador", afirmó, porque "el mensaje cristiano, como le dijo el ángel a los pastores al anunciarles el nacimiento de Jesús, es "una gran alegría" (Lc 2, 10).
La razón es que el anuncio cristiano se trata de "una Persona: ¡Jesús! y Jesús es la alegría". Por lo tanto, la cuestión no es solo "si anunciarlo, sino cómo anunciarlo, y este 'cómo' es la alegría... O anunciamos a Jesús con alegría, o no lo estamos anunciando, porque cualquier otra vía de anunciarlo no es capaz de mostrar la realidad de Jesús"
En consecuencia, insistió el pontífice, "un cristiano descontento, un cristiano triste, un cristiano insatisfecho o, peor aún, resentido y rencoroso, no es creíble. ¡Hablará de Jesús, pero nadie le creerá!". Y citó a una persona que se refirió una vez ante él a estos cristianos como "cristianos con cara de bacalao": "Es decir, no expresan nada; y la alegría es esencial".
¿Por qué? Porque el Evangelio "no es una ideología, el Evangelio es un anuncio, y un anuncio de alegría. Todas las ideologías son frías. El Evangelio tiene el calor de la alegría. Las ideologías no hacen sonreír, el Evangelio es una sonrisa, te hace sonreír porque te llega al alma con la Buena Noticia... El nacimiento de Jesús, en la historia y en la vida, es el principio de la alegría".
Es más, añadió: "El encuentro con Jesús siempre te trae alegría, y si esto no te sucede, no es un auténtico encuentro con Jesús".
Éste es el momento favorable para evangelizar
Con este principio quiere el Papa favorecer el ímpetu evangelizador, pues "en el clima veloz y confuso" de nuestros días, "podríamos estar viviendo la fe con un sutil sentimiento de renuncia, convencidos de que ya no hay oídos para el Evangelio ni vale la pena en comprometerse en anunciarlo". Ante esa "tentación" de dejar que los demás "sigan su camino", hay que "volver al Evangelio" para ver que Cristo "es siempre joven y una fuente constante de novedad".
"Abundan los hermanos y hermanas que esperan una palabra de esperanza", concluyó: "También hoy se espera el Evangelio. El hombre de hoy, como el hombre de cualquier época, lo necesita, incluso la civilización de la incredulidad programada y del secularismo institucionalizado. Es más, quien sobre todo necesita a Jesús es la sociedad que deja desierto el espacio del sentido religioso. Éste es el momento favorable al anuncio de Jesús".
Y compartió una reflexión para que todos hoy la pensasen durante un poco: "Jesús, eres una Persona, no eres una idea. Eres un compañero de camino, no eres un programa. Eres Amor que resuelve muchos problemas. Tú eres el principio de la evangelización. Tú, Jesús, eres la fuente de la alegría".