Videomensaje del Papa a la cumbre de gobiernos: «Espero que escuchen el grito de los pobres»
"Espero que en sus actividades ustedes comiencen por los rostros de las personas, que escuchen el grito de los pueblos, el grito de los pobres, que reflexionen sobre las cuestiones de los niños”. Así se ha dirigido el Papa Francisco a los gobernantes que se están reuniendo en la Cumbre Mundial de Gobiernos (World Government Summit) que tiene lugar en Dubai, Emiratos Árabes, del 10 al 12 de febrero.
Es el foro más grande del mundo que reúne a representantes de gobiernos, organizaciones internacionales y académicos para debatir sobre nuevas prácticas gubernamentales e innovaciones en el desarrollo de los servicios del sector público.
En un videomensaje, el Papa Francisco recuerda su reciente Viaje Apostólico a los Emiratos Árabes Unidos y la necesidad de transformar en hechos “concretos” las palabras “tolerancia, fraternidad, respeto mutuo, libertad”.
“Espero que la pregunta en la que se basan las reflexiones no sea tanto: ¿cuáles son las mejores oportunidades que hay que aprovechar? sino ¿qué tipo de mundo queremos construir juntos?”
Texto completo del videomensaje del Santo Padre
“Queridos amigos, ¡as-salam'alaikum! ¡La paz esté con ustedes!
¡Deseo saludarlos y desearles un buen trabajo! Llevo en mi corazón la visita que acabo de hacer a los Emiratos Árabes Unidos y la cálida bienvenida que he recibido. He conocido un país moderno que mira hacia el futuro sin olvidar sus raíces; un país donde se busca transformar en hechos e iniciativas concretas las palabras: tolerancia, fraternidad, respeto mutuo, libertad.
He visto que incluso en el desierto las flores brotan y crecen y he vuelto a casa con la esperanza de que muchos desiertos del mundo puedan florecer. Creo que es posible, pero sólo si crecemos juntos, uno al lado del otro, con apertura y respeto, dispuestos a asumir los problemas de todos que, en la aldea global, son los problemas de cada uno.
Pienso en ustedes y en su compromiso de estos días, en los cuales enfrentan temas fundamentales como los retos de la política, el desarrollo económico, la protección del medio ambiente y el uso de las tecnologías.
Espero que la pregunta en la que se basan las reflexiones no sea tanto ¿cuáles son las mejores oportunidades que hay que aprovechar?, sino ¿qué tipo de mundo queremos construir juntos? Es una pregunta que nos lleva a trabajar teniendo en cuenta a las personas y a los pueblos en lugar de los capitales y los intereses económicos.
Es una cuestión que no mira a lo inmediato, a lo inmediato de mañana o de hoy, sino al futuro; mira a la responsabilidad que tenemos: transmitir este mundo nuestro a los que vendrán después de nosotros, protegiéndolo de la degradación tanto ambiental como de otros tipos de degradación, incluso de la degradación moral.
En realidad, no podemos hablar de desarrollo sostenible sin solidaridad. Incluso podríamos decir que el bien si no es común no es verdaderamente bien.
Quizás nunca como ahora el pensar y el actuar requieren un diálogo verdadero con el otro, porque sin el otro no hay futuro para mí, para cada uno de nosotros. Por lo tanto, espero que en sus actividades comiencen por los rostros de las personas, que escuchen el grito de los pueblos, el grito de los pobres, que reflexionen sobre las cuestiones de los niños.
Y con estos pensamientos les doy las gracias y le deseo un trabajo fructífero al servicio del bien común y pido al Señor que bendiga su compromiso por un mundo más justo y más próspero para todos. ¡Gracias!”