El Papa Francisco telefonea a una mujer que perdió a su hijo de 21 años en accidente de tráfico
El Papa Francisco llamó por teléfono a una madre que perdió a su hijo de 21 años en un accidente de tráfico. La llamada telefónica del Papa a la señora Cinzia Desiati, madre de Fabrizio, fue el domingo pasado 26 de julio, fiesta de Santa Ana.
Según relató el diario digital interris, la señora escribió una carta al Santo Padre en la que describió cómo estaba su familia tras la muerte de su hijo de 21 años ocurrida el 5 de octubre de 2019 en un accidente de tráfico.
En esta línea, la señora Cinzia relató que el domingo por la tarde recibió en su teléfono celular una llamada de un número desconocido “había estado recibiendo esta llamada durante días, pero nunca respondí a tiempo”, y finalmente, cuando respondió escuchó la voz que dijo: “soy Papa Francisco”.
“Estaba muy emocionada, no me lo esperaba, pero pensé que era una broma” dijo la señora al Papa quien le respondió que “todos piensan que es una broma cuando llamo”.
En el sobre que le envió al Pontífice al inicio del mes de julio, la señora Cinzia añadió una foto de su hijo. Durante la llamada, el Santo Padre le dijo a la madre que tenía delante a él la foto de Fabrizio y le preguntó cómo estaba ella y cómo estaba su esposo. Después conversaron sobre el joven fallecido y el Papa le dijo que “esas desgracias no deberían suceder”.
El marido perdió la fe
Además, la señora relató al Papa cómo este evento trastornó la vida de todos ellos y confió que su marido había perdido la fe y que el Santo Padre dijo: “lo entiendo. Es normal que eso suceda” y la señora Cinzia agregó que, en su opinión, el Papa entendió la actitud de su esposo sin condenarlo debido al fuerte dolor que sentía.
Luego, la señora le preguntó al Papa cuándo será posible encontrarlo y respondió que “mientras tanto yo rezo y rezaré por su familia, y ustedes, deben rezar por mí” y ella dijo que reza por él.
Por su parte, la señora Cinzia dijo que después de la llamada siente que la serenidad volvió a su rostro. “El Papa Francisco me dio tanta alegría. Hablar con él ha sido una caricia, como si la hubiera hecho Fabrizio. Tuve una sensación maravillosa, me devolvió la sonrisa a mis labios, que no había sentido desde el 4 de octubre”, concluyó.