El Papa propone durante el Ángelus un reto concreto con el que preparar de verdad la Navidad
Durante el rezo del Ángelus en este tercer domingo de Adviento, el Papa Francisco habló de cómo hay que prepararse para la llegada de la Navidad. Y para ello comenzó con la pregunta que muchos hicieron a Juan el Bautista ante la llegada del Mesías: “¿qué debemos hacer?”.
Francisco señaló que esa pregunta no nace de una “sentido del deber”, sino que “es el corazón tocado por el Señor, es el entusiasmo por su venida lo que lleva a decir: ¿qué debemos hacer?”.
Tal y como recoge Vatican News, como ejemplo el Pontífice recordó que cuando se piensa en la llegada de un ser querido que hace una visita se le espera “con alegría e impaciencia”.
“Así es con el Señor -subrayó el Papa -la alegría de su venida nos hace decir: ¿qué debemos hacer?”. Pero también, afirmó el Pontífice, “Dios eleva esta pregunta a un nivel superior: ¿qué hacer con mi vida? ¿A qué estoy llamado? ¿Qué es lo que me llena?”. Y la respuesta – dijo – está en el Evangelio.
De este modo, afirmó que “la vida tiene una tarea para nosotros. No es algo sin sentido, no se deja al azar. ¡No! Es un regalo que el Señor nos da, diciéndonos: ¡descubre quién eres, y trabaja para realizar el sueño que es tu vida!”.
“Cada uno de nosotros -no lo olvidemos- es una misión a cumplir. Así que no tengamos miedo de preguntar al Señor: ¿qué debo hacer?”, agregó.
El Pontífice invitó a hacer esta pregunta con frecuencia al Señor, a repetirla, pero también a preguntarse qué hacer por los hermanos y cómo pueden contribuir al bien de la Iglesia y de la sociedad.
“Para eso sirve el tiempo de Adviento -agregó el Santo Padre - para detenernos y preguntarnos cómo podemos preparar la Navidad. Estamos ocupados con tantos preparativos, para regalos y cosas que pasan, pero preguntémonos qué debemos hacer por Jesús y por los demás”.
El Papa recalcó que Juan el Bautista a los publicanos, a los soldados y a las gentes ofreció respuestas específicas sobre qué hacer, pues las relacionó con sus situaciones personales, con la “situación real de sus vidas”, porque “la fe la se encarna en la vida concreta”. “No es una teoría abstracta y generalizada -agregó-, toca la carne y transforma la vida de cada uno.
Francisco añadió también: “hagamos un compromiso concreto, aunque sea pequeño, que se ajuste a nuestra situación de vida, y llevémoslo adelante para prepararnos en esta Navidad. Por ejemplo: puedo llamar por teléfono a esa persona que está sola, visitar a aquel anciano o aquel enfermo, hacer algo para servir a los pobres, a los necesitados”.
A esta invitación concreta para prepararnos para la Navidad, el Papa Francisco también recomendó pedir perdón si hay una situación que aclarar o una deuda que saldar. “Quizás he descuidado la oración y después de mucho tiempo es hora de acercarse al perdón del Señor.. ¡Busquemos una cosa concreta y hagámosla! Que la Virgen, en cuyo seno Dios se hizo carne, nos ayude”, concluyó.