Santiago representa «la riqueza de Europa unida en su tradición religiosa y cultural», dice el Papa
Desde este jueves se celebra en Santiago de Compostela la Asamblea Plenaria del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa y que este año lleva el título de Europa, ¿hora de despertar? Signos de esperanza. Y el Papa ha querido hacerse presente a través de un mensaje, en el que dice a los obispos europeos que se trata de una “importante provocación para reflexionar sobre los caminos que se pueden seguir para dar nuevamente la esperanza a Europa”.
Francisco aseguró que cobra un significado especial el hecho de que este encuentro se celebre cerca de la tumba del Apóstol Santiago, "que desde tiempos inmemoriales ha sido el destino de muchos peregrinos de toda Europa, quienes ponen sus aflicciones, súplicas y esperanzas en las manos del Apóstol".
Tal y como recoge Vatican News, el Pontífice recalcó que Santiago es “un lugar altamente simbólico para redescubrir la gran riqueza de Europa unida en su tradición religiosa y cultural, pero tan marcada por las múltiples peculiaridades que conforman su riqueza".
Para el Papa, Europa entera se ha encontrado a sí misma alrededor de la “memoria” de Santiago, en los mismos siglos en los que se edificaba como un continente homogéneo y unido espiritualmente.
Por otro lado, exhortó a los episcopados europeos que vivan estos días como un camino que tienda a ver los signos de esperanza que constelan Europa en nuestros días. "Hay muchos de ellos, con frecuencia escondidos y a menudo tendemos a no darnos cuenta. Los vemos a partir de la preocupación de muchos de nuestros hermanos por los que sufren y tienen necesidades, especialmente los enfermos, los presos, los pobres, los migrantes y los refugiados; como también en el compromiso en campo cultural, especialmente en la educación de los más jóvenes, que son el futuro de Europa", escribía Francisco.
Comprométanse con la caridad
Por otra parte, el Pontífice subrayó que la fe en el Señor resucitado ha hecho que los cristianos sean intrépidos en la caridad y este es el antídoto más grande para las tendencias de nuestro tiempo, pleno de laceraciones y oposiciones: "Que el vuestro sea, por lo tanto, un compromiso de caridad. Este es el camino principal de la vida del cristiano, como nos enseña el mismo Señor Jesús: porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver”.
Y recordando que la caridad hacia el prójimo nos estimula a reconocernos como hijos de un solo Padre, "que nos creó y nos ama", el Papa pidió que no disminuya el compromiso de las Conferencias Episcopales de dar testimonio de fe en nuestro tiempo "a menudo perdido", sabiendo que la fe no se transmite a través del proselitismo, sino a través de la atracción, es decir, a través del testimonio.
La inspiración de tres santas europeas
"No se trata de representar esquemas del pasado, sino de dejarnos guiar por el Espíritu del Señor para proponer la alegría que emana del Evangelio a los hombres y a las mujeres que encontramos en nuestro ministerio cotidiano", aseveró el Sucesor de Pedro poniendo como ejemplo de inspiración a tres grandes mujeres santas que san Juan Pablo II proclamó copatronas de Europa el 1 de octubre de 1999: Santa Brígida de Suecia, Santa Catalina de Siena y Santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein).
"Juntas nos muestran la caridad vivida en la familia, fundamento de toda sociedad humana, y como servicio al prójimo en la verdad y en el sacrificio. Sus gestos sencillos están plenos de esperanza, pues están plenos de ese amor que mueve el sol y otras estrellas y que nos hace plenamente humanos", afirmó.
"Que en la fidelidad a Su Señor y a las propias raíces, no falte el pueblo de Dios que trabaja por un nuevo humanismo europeo, capaz de dialogar, integrar y de generar, valorizando al mismo tiempo lo que es más valioso para la tradición del continente: la defensa de la vida y de la dignidad humanas, la promoción de la familia y el respeto de los derechos fundamentales de la persona. A través de este compromiso, Europa podrá crecer como una familia de pueblos, tierra de paz y de esperanza", concluyó Francisco.