Ante las lágrimas de la Virgen, el Papa ensalzó el amor conyugal que no muere como «imagen de Dios»
Este viernes, Francisco celebró la misa en Santa Marta ante un relicario de la Virgen de Siracusa. "Han traído desde allí la reliquia de las lágrimas de la Virgen. Roguemos a la Virgen para que nos dé a nosotros y a toda la humanidad, que lo necesita, el don de las lágrimas, para que podamos llorar por nuestros pecados y por tantas calamidades que hacen sufrir al pueblo de Dios y a los hijos de Dios", dijo el Papa.
La reliquia tiene su origen en el cuadro de yeso de Nuestra Señora en relieve que lloró durante cuatro días a partir del 29 de agosto de 1953. La imagen se encontraba a la cabecera de la cama del matrimonio formado por Angelo Lannuso, obrero, y su mujer Antonia, gravemente enferma. Tras el examen de una comisión médica, ese mismo mes de diciembre los obispos de Sicilia reconocieron el fenómeno como auténtico.
La imagen de yeso que lloró en casa de los Lanusso.
En 1994, San Juan Pablo II consagró la basílica dedicada a la advocación de la Virgen de las Lágrimas, y en 2003 consagró a esas lágrimas las regiones más pobres de Europa.
Santuario de la Virgen de las Lágrimas en Siracusa (Sicilia).
Estaban presentes en misa del Papa siete matrimonios que celebraban los 25 o 50 años de matrimonio, y aprovechó para ensalzar este sacramento como "lo más bello" creado por Dios.
Cuando los esposos perseveran en su unión, "son imagen y semejanza de Dios", señaló Francisco, quien comentaba el pasaje del Evangelio de San Marcos en el que los fariseos tientan a Jesucristo preguntándole por el divorcio. Francisco recordó que, por el matrimonio, los cónyuges se convierten en "una sola carne". Por eso, aunque en la vida "hay dificultades, problemas con los hijos o en la propia pareja, discusiones, conflictos", es importante "que la carne siga siendo una y se superen": "No es un sacramento solo para ellos [los esposos], sino también para la Iglesia, un sacramento que atrae la atención: '¡Mirad, el amor es posible!'".
"El matrimonio es tan hermoso", continuó, "porque en la Biblia, en el momento de la creación, el Señor los creó macho y hembra, a su imagen los creó, así que en el matrimonio el hombre y la mujer son imagen y semejanza de Dios". Tanto, que si alguien nos pregunta cómo es Dios, podemos sugerirle que contemple "ese matrimonio que durante tantos años siguen juntos, luchan, tienen hijos y caminan hacia delante. ¡Dios es así!". Ese matrimonio se convierte "en una predicación silenciosa para todos los demás, un predicación de todos los días".
La reliquia tiene su origen en el cuadro de yeso de Nuestra Señora en relieve que lloró durante cuatro días a partir del 29 de agosto de 1953. La imagen se encontraba a la cabecera de la cama del matrimonio formado por Angelo Lannuso, obrero, y su mujer Antonia, gravemente enferma. Tras el examen de una comisión médica, ese mismo mes de diciembre los obispos de Sicilia reconocieron el fenómeno como auténtico.
La imagen de yeso que lloró en casa de los Lanusso.
En 1994, San Juan Pablo II consagró la basílica dedicada a la advocación de la Virgen de las Lágrimas, y en 2003 consagró a esas lágrimas las regiones más pobres de Europa.
Santuario de la Virgen de las Lágrimas en Siracusa (Sicilia).
Estaban presentes en misa del Papa siete matrimonios que celebraban los 25 o 50 años de matrimonio, y aprovechó para ensalzar este sacramento como "lo más bello" creado por Dios.
Cuando los esposos perseveran en su unión, "son imagen y semejanza de Dios", señaló Francisco, quien comentaba el pasaje del Evangelio de San Marcos en el que los fariseos tientan a Jesucristo preguntándole por el divorcio. Francisco recordó que, por el matrimonio, los cónyuges se convierten en "una sola carne". Por eso, aunque en la vida "hay dificultades, problemas con los hijos o en la propia pareja, discusiones, conflictos", es importante "que la carne siga siendo una y se superen": "No es un sacramento solo para ellos [los esposos], sino también para la Iglesia, un sacramento que atrae la atención: '¡Mirad, el amor es posible!'".
"El matrimonio es tan hermoso", continuó, "porque en la Biblia, en el momento de la creación, el Señor los creó macho y hembra, a su imagen los creó, así que en el matrimonio el hombre y la mujer son imagen y semejanza de Dios". Tanto, que si alguien nos pregunta cómo es Dios, podemos sugerirle que contemple "ese matrimonio que durante tantos años siguen juntos, luchan, tienen hijos y caminan hacia delante. ¡Dios es así!". Ese matrimonio se convierte "en una predicación silenciosa para todos los demás, un predicación de todos los días".
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