El Papa felicita a una ONG católica antiusura y propone un estilo de vida sobrio y generoso
El Papa Francisco ha recibido en la mañana de este sábado 3 de febrero a los representante de la Consulta AntiUsura (www.consultantiusura.it), una organización católica italiana con más de un cuarto de siglo de experiencia luchando contra "el problema de la usura y el endeudamiento de las familias".
El Papa alabó a esta asociación: “En los primeros veintiséis años de vuestro servicio habéis salvado de las garras de las deudas usureras y del riesgo de la usura a 25.000 familias; habéis salvado sus casas y sus pequeñas empresas, les habéis ayudado a recuperar la dignidad de la cual habían sido desposeídos. Esto merece un gran reconocimiento”.
En su discurso el Papa avisó a los poderes económicos y financieros que “la usura es un pecado grave” porque “mata la vida, pisotea la dignidad de las personas, es vehículo de corrupción e impide el bien común”.
El Pontífice invitó a las autoridades de los países a que tomen las medidas pertinentes para evitar estos comportamientos que, al igual que otras actitudes corruptas e inmorales en el ámbito de la economía, se encuentran detrás de las graves crisis económicas y financieras que atenazan el mundo.
“En la base de la crisis económica y financiera hay siempre una concepción de vida que pone en primer lugar el beneficio y no la persona. La dignidad humana, la ética, la solidaridad y el bien común deberían situarse siempre en el centro de las políticas económicas emprendidas por las instituciones públicas”.
La usura humilla y mata
“La usura humilla y mata –insistió–. La usura es un mal antiguo que, lamentablemente, todavía actúa, como una serpiente, estrangulando a sus víctimas. Es necesario prevenirla, sustrayendo a las personas de la patología de la deuda adquirida para la subsistencia o para salvar una empresa”.
En este sentido, sugirió reforzar la educación como un método para prevenir comportamientos usureros, o para evitar caer en las redes de la usura.
La usura, dijo, “se puede prevenir educando en un estilo de vida sobrio, que sepa distinguir entre aquello que es superfluo y lo que es necesario, y que permite evitar contraer deudas para adquirir cosas a las cuales se podría renunciar. Es importante recuperar la virtud de la pobreza y del sacrificio: de la pobreza, para no volverse esclavos de las cosas, y del sacrificio, porque de la vida no se puede recibir todo”.
“Es necesario formar una mentalidad basada en la legalidad y en la honestidad, en las personas y en las instituciones; incrementar la presencia de un voluntariado motivado y disponible hacia los necesitados, para que estos se sientan escuchados, aconsejados, guiados, para recuperarse de sus condiciones humillantes”.
El Papa Francisco finalizó su discurso invitando a “dialogar con todos los que tienen responsabilidad en el campo de la economía y de las finanzas, para que promuevan iniciativas que permitan prevenir la usura”.
Lo que enseña la Doctrina de la Iglesia
El Compendio de Doctrina Social de la Iglesia dedica a la usura su párrafo 341 (citando al catecismo en sus puntos 2269 y 2438).
"Si en la actividad económica y financiera la búsqueda de un justo beneficio es aceptable, el recurso a la usura está moralmente condenado: «Los traficantes cuyas prácticas usurarias y mercantiles provocan el hambre y la muerte de sus hermanos los hombres, cometen indirectamente un homicidio. Este les es imputable». Esta condena se extiende también a las relaciones económicas internacionales, especialmente en lo que se refiere a la situación de los países menos desarrollados, a los que no se pueden aplicar «sistemas financieros abusivos, si no usurarios».El Magisterio reciente ha usado palabras fuertes y claras a propósito de esta práctica todavía dramáticamente difundida: «La usura, delito que también en nuestros días es una infame realidad, capaz de estrangular la vida de muchas personas»."
El Papa alabó a esta asociación: “En los primeros veintiséis años de vuestro servicio habéis salvado de las garras de las deudas usureras y del riesgo de la usura a 25.000 familias; habéis salvado sus casas y sus pequeñas empresas, les habéis ayudado a recuperar la dignidad de la cual habían sido desposeídos. Esto merece un gran reconocimiento”.
En su discurso el Papa avisó a los poderes económicos y financieros que “la usura es un pecado grave” porque “mata la vida, pisotea la dignidad de las personas, es vehículo de corrupción e impide el bien común”.
El Pontífice invitó a las autoridades de los países a que tomen las medidas pertinentes para evitar estos comportamientos que, al igual que otras actitudes corruptas e inmorales en el ámbito de la economía, se encuentran detrás de las graves crisis económicas y financieras que atenazan el mundo.
“En la base de la crisis económica y financiera hay siempre una concepción de vida que pone en primer lugar el beneficio y no la persona. La dignidad humana, la ética, la solidaridad y el bien común deberían situarse siempre en el centro de las políticas económicas emprendidas por las instituciones públicas”.
La usura humilla y mata
“La usura humilla y mata –insistió–. La usura es un mal antiguo que, lamentablemente, todavía actúa, como una serpiente, estrangulando a sus víctimas. Es necesario prevenirla, sustrayendo a las personas de la patología de la deuda adquirida para la subsistencia o para salvar una empresa”.
En este sentido, sugirió reforzar la educación como un método para prevenir comportamientos usureros, o para evitar caer en las redes de la usura.
La usura, dijo, “se puede prevenir educando en un estilo de vida sobrio, que sepa distinguir entre aquello que es superfluo y lo que es necesario, y que permite evitar contraer deudas para adquirir cosas a las cuales se podría renunciar. Es importante recuperar la virtud de la pobreza y del sacrificio: de la pobreza, para no volverse esclavos de las cosas, y del sacrificio, porque de la vida no se puede recibir todo”.
“Es necesario formar una mentalidad basada en la legalidad y en la honestidad, en las personas y en las instituciones; incrementar la presencia de un voluntariado motivado y disponible hacia los necesitados, para que estos se sientan escuchados, aconsejados, guiados, para recuperarse de sus condiciones humillantes”.
El Papa Francisco finalizó su discurso invitando a “dialogar con todos los que tienen responsabilidad en el campo de la economía y de las finanzas, para que promuevan iniciativas que permitan prevenir la usura”.
Lo que enseña la Doctrina de la Iglesia
El Compendio de Doctrina Social de la Iglesia dedica a la usura su párrafo 341 (citando al catecismo en sus puntos 2269 y 2438).
"Si en la actividad económica y financiera la búsqueda de un justo beneficio es aceptable, el recurso a la usura está moralmente condenado: «Los traficantes cuyas prácticas usurarias y mercantiles provocan el hambre y la muerte de sus hermanos los hombres, cometen indirectamente un homicidio. Este les es imputable». Esta condena se extiende también a las relaciones económicas internacionales, especialmente en lo que se refiere a la situación de los países menos desarrollados, a los que no se pueden aplicar «sistemas financieros abusivos, si no usurarios».El Magisterio reciente ha usado palabras fuertes y claras a propósito de esta práctica todavía dramáticamente difundida: «La usura, delito que también en nuestros días es una infame realidad, capaz de estrangular la vida de muchas personas»."
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