Los consejos de una bloguera que vende felicidad...
3 detalles sencillos que ayudan a que tus cuentas en las redes sociales evangelicen con naturalidad
Para muchas personas que no pisan una iglesia o no tienen una familia con fe intensa, el testimonio cristiano de sus amigos en Internet puede ser una puerta hacia el Evangelio y la vida en Cristo.
¿Qué es ser cristiano?, se pueden preguntar. Y en esta era digital y de "postureo" responderán, convencidos: "ser cristiano es eso que veo en el blog, Facebook o Twitter de mis amigos cristianos".
Por eso, si el Evangelio enseña que "la boca habla de lo que llena el corazón", también en Internet "tus cuentas en redes hablan de lo que llena tu corazón", y son muchos los expertos que insisten en que reenviar versículos, videos motivacionales o frases devotas no es evangelizador. A la gente le interesa lo que sinceramente viven otras personas.
Una joven bloguera católica que da algunas ideas sobre esto es Maria Pía Moreno, una peruana especializada en planificación de bodas, que ha estudiado marketing 2.0, redes sociales, blogging y lleva la web "Velo de Vainilla" (www.velodevainilla.com). Ella sabe bien que miles de sus lectores y lectoras buscan "ver" la felicidad de otros (novios que se casan) y sueñan con esa felicidad (o recuerdan la suya propia).
Es el mismo principio de "alegría contagiosa" y "belleza que busca compartirse" que debería animar la evangelización. A todo el mundo le gusta lo bello, verdadero, bueno y alegre.
Todos podemos aprender a comunicar mejor la fe
En un diálogo con Aciprensa, Maria Pía Moreno señaló 3 claves que le parecen importantes para las personas que quieren compartir la fe en las redes sociales e internet, desde sus cuentas de Facebook, Twitter o Instagram.
1.- Crear uno mismo el post en vez de solo compartir algo interesante
Cuando desea compartir algo que cree tiene potencial evangelizador, Moreno se da unos minutos para hacer una breve reflexión y la coloca en el post que va a publicar.
Además del texto, acompaña la publicación con una imagen y coloca el enlace a la fuente para aquellos que quieran más información.
“Cuando estamos en una conversación en ‘el mundo real’ con nuestros amigos no nos la pasamos mostrándoles libros o artículos. Más bien nosotros les describimos el asunto y las cosas que diremos las pasamos por nuestro filtro personal. Esto nos da autoridad frente a nuestros amigos. Ellos nos escuchan sabiendo quienes somos y la amistad que tenemos”, explica.
Cuando comenzó a aplicar este consejo, recuerda, “las reacciones no se hicieron esperar. Mis contactos se sintieron cómodos en comentar. Con ello empecé a ganar autoridad y respeto en estos temas”.
Por ello indicó que “al compartir un artículo sin más, no estamos privando de esto ¡Nos estamos haciendo autogol!”.
Para la bloguera, al no colocar un comentario propio se pierde la oportunidad de “que surja una conversación o una repercusión visible. Sucede que en redes sociales le damos más peso a aquellas publicaciones de amigos que tienen más comentarios y likes”.
2. Pensar en una persona en concreto
El segundo consejo propuesto por Moreno es escribir “pensando en quienes están abiertos a la evangelización, en quienes sabemos que tienen ganas de acercarse a Dios y que tal vez tienen temor o vergüenza”.
“Teniendo en mente a una persona en concreto a quien le escribimos nos quita el pánico escénico que pueden causar las redes sociales y nos ayuda a que sea más sencillo direccionar el tema”, indicó la bloguera.
Como resultado, comenzó a recibir mensajes de contactos de Facebook con los que no solía conversar y que la animaban a continuar con sus publicaciones.
“Hay muchas ganas de Dios, de aprender; pero –según veo– estas personas se sienten cohibidas por pensar diferente y prefieren no decir nada. Pero, cuando ven que alguien sale y habla –o escribe– se sienten identificados y poco a poco se fortalecen”, explicó.
También aconseja que no hay que escribir pensando en los trolls o las personas que podrían ser contrarias, porque de hacerlo así el texto parecerá escrito a la defensiva y podría terminar siendo poco auténtico.
3. Combinar posts de evangelización con posts personales
El último consejo que da María Pía Moreno es alternar las publicaciones de evangelización con otras personales para no terminar “saturando” a la gente.
La bloguera sugirió, por ejemplo, avisar “que los próximos 3 o 4 posts serán sobre un asunto en específico” y “luego de un par de posts de evangelización, colocar una foto” de la familia, “con mi esposo, mi perro, un paisaje, etc. Esto es como decir ‘¡Hey, sigo siendo yo, María Pía, tu amiga!’”.
“Esto humaniza nuestras ideas. Recordamos que somos primero humanos y luego lo que pensamos”, concluyó.
¿Qué es ser cristiano?, se pueden preguntar. Y en esta era digital y de "postureo" responderán, convencidos: "ser cristiano es eso que veo en el blog, Facebook o Twitter de mis amigos cristianos".
Por eso, si el Evangelio enseña que "la boca habla de lo que llena el corazón", también en Internet "tus cuentas en redes hablan de lo que llena tu corazón", y son muchos los expertos que insisten en que reenviar versículos, videos motivacionales o frases devotas no es evangelizador. A la gente le interesa lo que sinceramente viven otras personas.
Una joven bloguera católica que da algunas ideas sobre esto es Maria Pía Moreno, una peruana especializada en planificación de bodas, que ha estudiado marketing 2.0, redes sociales, blogging y lleva la web "Velo de Vainilla" (www.velodevainilla.com). Ella sabe bien que miles de sus lectores y lectoras buscan "ver" la felicidad de otros (novios que se casan) y sueñan con esa felicidad (o recuerdan la suya propia).
Es el mismo principio de "alegría contagiosa" y "belleza que busca compartirse" que debería animar la evangelización. A todo el mundo le gusta lo bello, verdadero, bueno y alegre.
Todos podemos aprender a comunicar mejor la fe
En un diálogo con Aciprensa, Maria Pía Moreno señaló 3 claves que le parecen importantes para las personas que quieren compartir la fe en las redes sociales e internet, desde sus cuentas de Facebook, Twitter o Instagram.
1.- Crear uno mismo el post en vez de solo compartir algo interesante
Cuando desea compartir algo que cree tiene potencial evangelizador, Moreno se da unos minutos para hacer una breve reflexión y la coloca en el post que va a publicar.
Además del texto, acompaña la publicación con una imagen y coloca el enlace a la fuente para aquellos que quieran más información.
“Cuando estamos en una conversación en ‘el mundo real’ con nuestros amigos no nos la pasamos mostrándoles libros o artículos. Más bien nosotros les describimos el asunto y las cosas que diremos las pasamos por nuestro filtro personal. Esto nos da autoridad frente a nuestros amigos. Ellos nos escuchan sabiendo quienes somos y la amistad que tenemos”, explica.
Cuando comenzó a aplicar este consejo, recuerda, “las reacciones no se hicieron esperar. Mis contactos se sintieron cómodos en comentar. Con ello empecé a ganar autoridad y respeto en estos temas”.
Por ello indicó que “al compartir un artículo sin más, no estamos privando de esto ¡Nos estamos haciendo autogol!”.
Para la bloguera, al no colocar un comentario propio se pierde la oportunidad de “que surja una conversación o una repercusión visible. Sucede que en redes sociales le damos más peso a aquellas publicaciones de amigos que tienen más comentarios y likes”.
2. Pensar en una persona en concreto
El segundo consejo propuesto por Moreno es escribir “pensando en quienes están abiertos a la evangelización, en quienes sabemos que tienen ganas de acercarse a Dios y que tal vez tienen temor o vergüenza”.
“Teniendo en mente a una persona en concreto a quien le escribimos nos quita el pánico escénico que pueden causar las redes sociales y nos ayuda a que sea más sencillo direccionar el tema”, indicó la bloguera.
Como resultado, comenzó a recibir mensajes de contactos de Facebook con los que no solía conversar y que la animaban a continuar con sus publicaciones.
“Hay muchas ganas de Dios, de aprender; pero –según veo– estas personas se sienten cohibidas por pensar diferente y prefieren no decir nada. Pero, cuando ven que alguien sale y habla –o escribe– se sienten identificados y poco a poco se fortalecen”, explicó.
También aconseja que no hay que escribir pensando en los trolls o las personas que podrían ser contrarias, porque de hacerlo así el texto parecerá escrito a la defensiva y podría terminar siendo poco auténtico.
3. Combinar posts de evangelización con posts personales
El último consejo que da María Pía Moreno es alternar las publicaciones de evangelización con otras personales para no terminar “saturando” a la gente.
La bloguera sugirió, por ejemplo, avisar “que los próximos 3 o 4 posts serán sobre un asunto en específico” y “luego de un par de posts de evangelización, colocar una foto” de la familia, “con mi esposo, mi perro, un paisaje, etc. Esto es como decir ‘¡Hey, sigo siendo yo, María Pía, tu amiga!’”.
“Esto humaniza nuestras ideas. Recordamos que somos primero humanos y luego lo que pensamos”, concluyó.
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