CLARO MENSAJE DEL ARZOBISPO DE VALENCIA
Golpe de efecto de monseñor Osoro al rescatar la carta de un mito histórico del socialismo
«Tengo un decidido interés en que tu instrucción y educación sean completas y no lo serían sin estudio de la religión», espetó a su hijo.
Decir Jean Jaurès (18591914) es como decir en España una mezcla de su contemporáneo Francisco Ferrer Guardia (18591909) y del «Lenin español», Francisco Largo Caballero (18691946), y añadirle el componente mítico del Ché Guevara.
El verbo incendiario y anticlerical del parlamentario socialista Jaurès radicalizó la política de la Tercera República francesa y su asesinato a manos de un adversario político de la derecha le introdujo en el Olimpo de las leyendas de la izquierda. Todavía en 1977, sólo un año antes de morir, Jacques Brel pudo sacar su último disco con una canción dedicada a él, donde para señalar la injusticia de la dura vida que habían llevado sus abuelos, le bastaba con repetir, una y otra vez, como quien evoca una referencia universal: «¿Por qué mataron a Jaurès?».
Pues es a ese Jaurès a quien el arzobispo de Valencia ha rescatado en su carta semanal de este sábado para recordar la importancia de la enseñanza de la religión en la escuela.
Carlos Osoro propone a sus fieles una triple reflexión: «Sobre el vacío espiritual que puede engendrar una cultura cuando en ella se da amnesia cultural, agnosticismo intelectual, anemia ética o asfixia religiosa»; «sobre el lugar del matrimonio y la familia cristiana, esa comunidad de amor que tiene la misión de custodiar, revelar y comunicar el amor», recordando que «el matrimonio no puede ser contraído más que por personas de diverso sexo: una mujer y un varón»; y «sobre la enseñanza de la religión, tan sometida a debate en lo que se refiere a si debe estar o no presente en la formación de los niños y jóvenes en la escuela».
Y es al argumentar este último punto cuando monseñor Osoro saca a colación una impresionante carta de Jaurès a su hijo, cuando éste le pidió un certificado para librarse de asistir a clase de religión.
Esto es lo que contestó el político socialista:
«Amado hijo: me pides que te exima de cursar religión para parecer digno hijo de un hombre sin convicciones religiosas. Este certificado, amado hijo, no te lo envío ni te lo enviaré nunca.
»No es que desee que seas clerical, a pesar de que no hay peligro alguno. Cuando tengas edad suficiente para juzgar serás completamente libre, pero tengo un decidido interés en que tu instrucción y educación sean completas y no lo serían sin estudio de la religión…
»¿Cómo lo sería sin un conocimiento suficiente de las cuestiones religiosas, sobre las que todo el mundo discute? ¿Querrías tú, por ignorancia voluntaria, no poder decir ni una palabra sobre este asunto, sin exponerte a decir un disparate?... Y ¿qué comprenderás de la historia de Europa y del mundo entero después de Jesucristo, sin conocer la religión, que cambió la faz del mundo y produjo una nueva civilización?... Tengo que confesarlo, la religión está íntimamente unida a todas las manifestaciones de la inteligencia humana…
»Esta carta te sorprenderá. Pero, es necesario, hijo mío, que un padre diga siempre la verdad a sus hijos. Ningún compromiso me podría excusar si permitiese que tu instrucción fuera incompleta y tu educación insuficiente.»
La argumentación parece escrita para la campaña laicista que quiere erradicar en España, por obra y gracia de un PSOE cuya Fundación Pablo Iglesias mantiene relaciones habituales con la Fundación Jean Jaurès, la enseñanza de la religión.
Recientemente la Plataforma Asturiana Religión en la Escuela anunció que denunciará ante el Defensor del Pueblo la actitud de las autoridades educativas, que incumplen deliberadamente el decreto que obliga a regular la asignatura alternativa a la Religión, con el resultado disuasorio de que quienes eligen cursarla tienen más horas lectivas y de estancia en el centro que sus compañeros.