DEL PRODUCTOR DE «A PRUEBA DE FUEGO»
«Letters to God» puede ser el nuevo éxito del cine de inspiración cristiana
La mezcla de ternura y fuerza que encierran las cartas del protagonista de esta película pueden llevar a «Letters to God» a convertirse en el nuevo éxito del cine de inspiración cristiana, una industria en auge en los EE UU. De momento sin grandes presupuestos, sus valores gana a la calidad de sus actores y guiones. Pero todo apunta a que se irá consolidando.
Si bien es ridículo despreciar la fuerza de las grandes campañas de publicidad que pueden aupar un producto mediocre a la más alta de las cimas de su mercado, no es menos cierto que el el boca-oído es el sistema que más credibilidad ofrece a los potenciales clientes, en este caso, de espectadores.
«Letters to God» («Cartas a Dios») se puede convertir, por este segundo sistema, en el último fenómeno del cine de inspiración cristiana en los Estados Unidos, donde se ha estrenado este fin de semana con un éxito considerable, no tratándose de una superproducción.
Claro que, de casta le viene al galgo. Su codirector, David Nixon, ya había producido con anterioridad la también reconocida «A prueba de fuego», cuyo libro, editado en español por Libros Libres y que es la versión novelada del guión original, también ha sido uno de los títulos de estas características más demandados en las últimas semanas en España.
La cinta, basada en hechos reales, (el hijo del otro director, Patrick Doughtie, murió a causa del cáncer en 2005) muestra la historia de un niño de 8 años que padece la enfermedad y cuyas pasiones, por este orden, son Dios y el fútbol. Pelón, con un pañuelo a lo pirata en la cabeza, escribe con inocencia pero desde el corazón un serie de cartas a Dios que van transformando las vidas de quienes le rodean, incluido el cartero encargado de su barrio.
Las críticas más favorables de EEUU, destacan la fuerza del mensaje esperanzador de «Letters to God», aunque señalan algunas deficiencias en el guión. En todo caso, el precedente de «A prueba de fuego», puede valer como medida de un buen augurio.
Veremos si es posible que, junto a «A prueba de fuego», llegue a las pantallas españolas.