EN UNA ALUSIÓN INDIRECTA A SILVIO BERLUSCONI, CON MOTIVO DEL ESCÁNDALO DE SUS FIESTAS PRIVADAS
El Papa pide a los políticos que respeten los «valores éticos y morales»
Benedicto XVI ha aprovechado una reunión con la asociación «Cultores de la Ética» para llamar la atención sobre la ética y la moral en política. Es la última de una lista de declaraciones de miembros de la Iglesia católica condenando las fiestas privadas del presidente italiano y pidiendo aclaraciones.
(Agencias) El papa Benedicto XVI recalcó hoy la importancia de los valores éticos y morales en la política, durante la audiencia general de este miércoles en la plaza de San Pedro, en una alusión indirecta a los escándalos en Italia sobre las fiestas privadas del jefe del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi. El pontífice aprovechó una reunión con los delegados de «Cultores de la Ética», una asociación interparlamentaria italiana de defensa de la ética, para recordar la necesidad de que los políticos actuén bajo principios morales: «Aprovecho para saludarlos y para subrayar la importancia de los valores éticos y morales en la política», dijo el Papa. La Iglesia católica ha condenado en las últimas semanas en repetidas ocasiones la controvertida vida privada de Berlusconi, tras las revelaciones hechas por la prensa de festines con jóvenes y prostitutas de lujo en sus residencias privadas de Roma y Cerdeña. Sacudida por las revelaciones de Patrizia D´Addario (la mujer que grabó audios y videos de sus visitas a Palazzo Grazioli, la residencia romana del premier, e incluso de su relación sexual durante la noche de la elección de Barack Obama), la Iglesia pide ahora aclaraciones al premier italiano. Coherencia y responsabilidad Una de las últimas declaraciones públicas sobre este tema de la jerarquía eclesiástica fueron las realizadas el viernes pasado por el cardenal Angelo Bagnasco, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), quien pidió a los políticos que se comporten de forma «coherente». Ésta es sólo la última de una lista de intervenciones de prelados de la Iglesia en las que instan al presidente italiano a asumir sus responsabilidades como personaje público número uno del país. Así lo hizo monseñor Carlo Ghidelli, arzobispo de Lanciano y Ortona, en una entrevista con el «Il Corriere della Sera», en la que afirmó que « el premier es una persona pública y tiene responsabilidades públicas». Ghidelli continúa: «No puede ilusionarse con que la Iglesia calle. La Iglesia no le echa en cara nada a nadie por caridad cristiana, pero es evidente que los obispos tienen una precisa moral que defender». En cuanto a las actuaciones que Berlusconi debería tomar, el arzobispo aseguraba que es «absolutamente necesario» que Berlusconi desmienta las acusaciones, no con palabras (como ha hecho hasta ahora, al calificar de «basura» las revelaciones salidas a la luz), sino con hechos. «Cuando uno ocupa su cargo, no puede decir que los asuntos privados son un problema suyo», agregó el prelado. Mal ejemplo para la sociedad italiana Otro ejemplo de la respuesta de la Iglesia italiana a esta polémica es el editorial publicado el pasado 19 de junio en el diario de la Conferencia Episcopal italiana «Avvenire», en el que pedían a Berlusconi que realizara «las oportunas aclaraciones lo antes posible». Este mismo diario le había recriminado ya su «debilidad por las jóvenes actrices en flor» invitándole a ser «sobrio», para poder ser «el espejo -lo menos deformado posible- del alma del país». Monseñor Carlo Ghidelli, por su parte, confesó temer que los italianos no estén ni turbados ni escandalizados por el comportamiento privado del premier, lo que podría resultar todavía más grave para los obispos italianos. En las últimas semanas, la prensa italiana multiplicó las revelaciones y los testimonios sobre la vida del jefe del Gobierno, sus relaciones con una joven que era menor cuando empezó a frecuentarla y las fiestas organizadas en sus lujosas residencias en compañía de jóvenes remuneradas por sus prestaciones.
Comentarios