Domingo, 24 de noviembre de 2024

Religión en Libertad

CUANDO MURIテ SU MUJER, LOU TSENG-TSIANG INGRESテ COMO MONJE BENEDICTINO EN LA ABADテ喉 DE SAN ANDRテ唄

De primer ministro chino a sacerdote catテウlico

Nacido en 1871, fue embajador de Bテゥlgica y Rusia, ministro de asuntos exteriores y primer ministro durante un breve perテュodo de tiempo. Tiempo despuテゥs visitaba, tras la II Guerra Mundial, la Bテゥlgica ocupada por los nazis. Esta vez ataviado con un hテ。bito de monje benedictino y como sacerdote.

(Roy Peachey/The Catholic Herald) Hace noventa aテアos, el antiguo primer ministro y ministro de de Asuntos Exteriores chino, Lou Tseng-Tsiang, se quedテウ solo al rechazar la firma del Tratado de Versalles. Este desafテュo es hoy absolutamente desconocido, pero en aquellos dテュas volviテウ a casa como un hテゥroe. Veinte aテアos despuテゥs, el mismo hombre, realizテウ uno de los mテ。s extraテアos viajes polテュticos del siglo XX, haciendo frente a los desafテュos de la II Guerra Mundial como monje benedictino y sacerdote en la Bテゥlgica ocupada por los nazis. Nacido en 1871 en el seno de una familia protestante de Shanghai, Lou fue un alumno de la escuela local de idiomas. Tras diversos estudios en Pekテュn, trabajテウ como traductor para la delegaciテウn china en Sanpetersburgo, antes de entrar a formar parte del cuerpo diplomテ。tico del paテュs. Fue embajador en Bテゥlgica y Rusia y, con la fundaciテウn de la Repテコblica China en 1911, se hizo cargo del Ministerio de Asuntos Exteriores y poco despuテゥs, por un breve periodo de tiempo, fue nombrado primer ministro. Era el ministro de Asuntos Exteriores y encabezテウ la delegaciテウn china en la Conferencia de Paz de Versalles. La situaciテウn que tuvo que afrontar era extremadamente complicada. Alemania habテュa conquistado parte de la provincia de Shandong en 1897, pero luego la perdiテウ a manos de Japテウn durante la Gran Guerra. Los japoneses, que reclamaban el territorio, usaron esta circunstancia como una herramienta テコtil que les permitiera obtener una mayor influencia sobre el dテゥbil Gobierno chino. Los aliados, que consideraban a Japテウn como su mテ。s fuerte apoyo e ignorando el hecho de que miles de trabajadores chinos habテュan muerto en la frontera oeste, permitieron a Japテウn mantener los territorios chinos que habテュan ocupado. Afrontando el hecho con cierta humillaciテウn diplomテ。tica, Lou rechazテウ firmar el tratado. Fue el テコnico representante que lo hizo. Del matrimonio, al monasterio Tras la guerra, Lou fue paulatinamente alejテ。ndose de la primera lテュnea polテュtica, dimitiendo como ministro de Asuntos Exteriores para concentrarse en la lucha contra la hambruna creciente, antes de abandonar China en 1922, para ayudar a su esposa belga, Berthe Bovy, a recuperarse de una enfermedad grave. Como catテウlica, Berthe nunca fue la mujer que los padres de Lou hubieran elegido para テゥl y, como extranjera, tampoco obtuvo el apoyo de los jefes polテュticos de Lou. Sin embargo, Lou estaba convencido de que ツォnuestros espテュritus y nuestros corazones estaban hechos el uno para el otroツサ. La prueba es que su matrimonio fue una permanente fuente de felicidad para ambos. En 1922, Berthe necesitテウ un periodo de recuperaciテウn en Suiza, donde Lou trabajテウ por un corto espacio de tiempo como delegado de las Naciones Unidas y como embajador en Suiza. Sea como fuere, la salud de su mujer no se recuperテウ y muriテウ en 1926. En consecuencia, Lou decidiテウ retirarse de la vida pテコblica por completo y, habiテゥndose bautizado como catテウlico 15 aテアos antes, ingresテウ en el noviciado de la abadテュa de san Andrテゥs en la naciテウn de su mujer. Allテュ viviテウ en clausura, estudiando teologテュa y finalmente, fue ordenado sacerdote. Cualquier sueテアo de vivir el resto de sus dテュas en la paz del monasterio fue desterrado por la irrupciテウn de la Segunda Guerra Mundial y la ocupaciテウn nazi de Bテゥlgica. Como quiera que aquellos hechos fueran devastadores, marcaron una nueva fase en la vida del hombre que ahora era conocido como Don Pierre Cテゥlestin. La ツォvocaciテウn cristiana de Chinaツサ Cuando la abadテュa fue incautada por los Nazis en 1942, se desplazテウ a Brujas, donde empezテウ 窶電e forma titubeante al principio- a compartir los frutos de sus experiencias. En 1943, a pesar del acoso de los nacional socialistas, empezテウ a escribir ツォSouvenirs et Pensテゥesツサ, un libro que rテ。pidamente fue traducido al Inglテゥs. No todos sus planteamientos polテュticos han resistido el paso del tiempo. Pero sus reflexiones sobre su propia vocaciテウn religiosa y sobre lo que テゥl llamaba la ツォvocaciテウn cristiana de Chinaツサ mantienen una honda frescura. Su espテュritu ecumテゥnico tambiテゥn es impactante. Lejos de suponer un problema para Lou, aseguraba que el ツォprotestantismo ha sido para mテュ una fase sin la que creo que no me hubiera sido posible alcanzar el catolicismoツサ. De cualquier forma, en una テゥpoca en la que la duda de ser plenamente catテウlico y chino al tiempo se esparcテュa entre los catテウlicos del gigante asiテ。tico, tal vez la parte mテ。s relevante del libro es aquella en la que explica cテウmo sus compatriotas pueden ツォreconocerse con problemas en una instituciテウn que, aテコn hoy, en su apariencia externa, latina y occidental, no expresa completamente la profunda universalidad internaツサ. Parte de su respuesta era litテコrgica. Veinte aテアos antes del Concilio Vaticano II, Lou pidiテウ la introducciテウn del chino en la liturgia. Sin embargo, apoyando tanto la continuidad como la reforma, querテュa ver el uso del lenguaje literario chino en la liturgia por ツォsu profunda belleza, su vigor y eleganciaツサ. Otra parte de su respuesta se refiere a su profunda devociテウn personal al Papado -una devociテウn basada en los conceptos de piedad filial de Confucio- realizada con recomendaciones prテ。cticas basadas en parte en el estudio de la lengua y la cultura chinas. La crテュtica de Lou no era una mera teorizaciテウn. En su sテゥptima dテゥcada de vida, esperaba volver a casa para ser parte del renacimiento monテ。stico en China. Pero la incipiente guerra civil se lo impidiテウ y muriテウ en 1949, poco antes de la Victoria comunista. Movido por un hondo sentido de la humildad y una profunda espiritualidad, el hombre que habテュa rechazado firmar el Tratado de Versalles, terminテウ sus dテュas como abad en Bテゥlgica, orando con estas palabras: ツォEn todas las naciones de la tierra, sea honrado y glorificadoツサ.
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