EL PADRE IGNACIO LARRAÑAGA OFRECE EN «DIOS ADENTRO» UNA AYUDA EFICAZ PARA INICIAR EL TRATO CON DIOS
«Una sociedad sin Dios se acaba convirtiendo en una sociedad contra el hombre»
Ordenado en 1952 y con numerosos libros publicados, el padre Larrañaga es considerado uno de los autores de mayor difusión de literatura religiosa y de auto ayuda. En «Dios adentro», profundiza en el arte de orar de un modo práctico: a través de sus páginas, el lector camina poco a poco desde los primeros pasos hasta la contemplación, va superando sus angustias e inundándose de paz.
- Habla usted en "Dios adentro" de la "fe adulta". ¿También en la fe existe un proceso de madurez? - Claro, el de la superación de una fe demasiado racional o centrada en la búsqueda de seguridades; una fe capaz de asumir toda clase de riesgos y temores. Esa fe que le permiti6 a Abraham caminar en la presencia del Señor, que acabó convirtiéndose en la inspiraci6n, el centro y el sentido de su vida. Somos pozos infinitos que infinitos finitos jamás podrán llenar. Sólo un infinito puede saciar un pozo infinito. La cultura moderna ha desplazado a Dios del centro de la vida, centro que lo ha ocupado el ego. ¿Consecuencias? La insolidaridad, la moral permisiva, nada tiene sentido, nada vale la pena, llega el nihilismo, cuya consecuencia es un vacío infinito que amenaza asfixiar a la humanidad y la meta es el suicidio. Una sociedad sin Dios acaba en una sociedad contra el hombre. - Dice usted que lo que más desconcierta al hombre es el silencio de Dios. ¿Es la oración el mejor modo de «sintonizar» con Él? - La oración es el modo de establecer una corriente afectiva con un Tú, de tal manera que dos presencias previamente conocidas y amadas se hacen mutuamente presentes y se establece aquella corriente de dar y recibir, amar y sentirse amados en el silencio del corazón, en la fe, en el amor. - Vivimos en una sociedad utilitarista, ¿entra Dios en este esquema? - Dios no tiene utilidad alguna, porque es gratuidad absoluta. - ¿Se puede aprender a orar? - La oraci6n es un don de Dios, y el primer don de Dios; pero también es un arte, por tratarse de la convergencia entre la gracia y la naturaleza. Y, como arte, está sometida a las normas de aprendizaje y otras leyes psicológicas. Orar bien exige, pues, método y disciplina. - ¿ Orar es fácil? - Rezar un Padrenuestro o una Salve es fácil. Pero si se trata de concentrar las energías mentales en un Tú, en el silencio del corazón, en la fe, en el amor... orar no es fácil. Hay que sosegar los nervios, soltar las tensiones, silenciar los clamores interiores y, en la última soledad del ser, acoger el misterio infinito de Dios y...¡adorarlo! Eso no es fácil. - «El que se siente amado por Dios no conoce el miedo», dice en «Dios adentro». En nuestra sociedad llena de miedos, ¿orar libera? Tratar y experimentar a Dios, ¿puede anular definitivamente nuestros temores? - Vivir en profundidad la presencia amorosa y poderosa del Padre, experimentar su ternura en toda la densidad, vivir abandonado y lleno de confianza en sus manos... todo eso destierra inexorablemente y para siempre los miedos y temores del corazón. Y en su lugar sobreviene la Paz. - La gente se queja, diciendo «rezan y no cambian»... - Hay que preguntarse que si rezando son así, cómo serían si no rezaran. La gente hace esfuerzos constantes de paciencia, pero nadie los percibe. ¡Cuántos logros silenciosos existen sin que nadie los haya notado! No se puede decir tan alegremente, «rezan y no cambian»... - ¿ Cristo también revolucionó la oración? - Jesús llamó a Dios «Abbá», «querido papá», y dijo «Tú, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre que está allí a solas, contigo». Y también dijo «adoraréis al Padre no en este monte, ni en el monte Sinaí, ni en este templo, ni en aquél, sino en espíritu y verdad». No cabe mayor revolución. - ¿Qué son los Talleres de Oración y Vida? - Son un método de nueva evangelización en el que se ejercita el trato de amistad con el Señor, se realiza un radical proceso de purificación y pacificación, y se emprende el camino hacia la santificación, imitando a Cristo. - ¿ Cuáles son las claves para realizar una oración profunda y fructífera? - Perseverar en la paciencia, en la fe pura y desnuda. Permanecer a solas con atención amorosa y sosegada en Dios, en sosiego y quietud. El resto, lo hará Dios.
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