MONSEÑOR RODRÍGUEZ PLAZA, ARZOBISPO ELECTO DE TOLEDO
«El Gobierno no acepta críticas, pero hay fracaso en la educación sexual»
El Arzobispo electo de Toledo, monseñor Braulio Rodríguez Plaza, considera que tras la reforma de la Ley del aborto llevada a cabo por el Gobierno, esta práctica no puede ser «un método anticonceptivo más» al tiempo que constata «un fracaso en la educación sexual de los españoles».
(EP/ReL) En una entrevista al diario La Tribuna de Toledo recogida por Europa Press, el todavía administrador diocesano de Valladolid se refiere al aborto como «el caso típico donde un proyecto de ley que se tramitará en el Parlamento tiene muchos puntos divergentes». «Parece que el Gobierno no acepta ninguna crítica y cuando se hace con algunas cosas se toma por este sentido, pero no es así», añade, convencido de que «hay un fracaso de la educación sexual de los españoles y el Gobierno ha fracasado porque los embarazos no deseados no se reducen, así que habrá que buscar otras soluciones. No se puede considerar el aborto como un método anticonceptivo más». «Creo que el Gobierno no puede desoír eso, pero se ha enrocado y no sé por qué. Me gustaría saber por qué se está presentando lo del aborto como si fuera un problema gordísimo en la sociedad española que hay que abordar inmediatamente, cuando hay otros problemas muy serios», añade. En la entrevista, Braulio Rodríguez comienza explicando que su nombramiento al frente de la Diócesis de Toledo ha sido una «llamada de confianza» del Papa y que no es como un nombramiento político, donde se jura el cargo al día siguiente, sino que tiene plazos diferentes. La unidad de la diócesis Según refiere, la diócesis es un «organismo vivo y en marcha, que no depende absolutamente del obispo» y por ello «las grandes acciones de la Iglesia están funcionando en las parroquias, en los movimientos, en los grupos». «Hay que verlo como esa unidad, como el pueblo del Señor, cada uno con una tarea que hacer. Lo tengo muy claro y así lo voy a hacer en Toledo», adelanta. Aunque dice no haber encontrado grandes dificultades durante sus años en Valladolid, sí apunta que «la dificultad viene porque el número de vocaciones es menor cada vez» y «la gente piensa que seguimos en la misma situación de hace cuarenta o cincuenta años; y yo les digo que hay que espabilar, que hay que reconvertirse un poco». De hecho, preguntado posteriormente por esta cuestión, el arzobispo electo de Toledo precisa que «hay que cuidar la cantera de donde salen las vocaciones, que suelen ser las parroquias». En cuanto a la formación, detalla que existen unas «líneas muy claras de la Iglesia» que serán las que impulsará porque «en Toledo están en rodaje porque hay un ambiente muy favorable». «Además tenemos que tener en cuenta que buenos sacerdotes no quitan laicos y buenos laicos no quitan vocaciones», añade. Rodríguez se muestra «sorprendido» por la repercusión que su nombramiento tuvo en los medios de comunicación, afirmando que la Primada de España tiene «mucho renombre» fuera de España y que, de hecho, ha recibido felicitaciones de obispos de Hispanoamérica, de Polonia y de Inglaterra, «una especie de avalancha». Sobre su nueva etapa en Toledo, adelanta que realizará su labor de «una manera sencilla y con normalidad». «Sé que los primeros meses son intensos -alega- porque hay que conocer mucha gente, muchas personas querrán hablar conmigo y tendré que ver todos los temas. Pero está claro que la diócesis está funcionando y monseñor Cañizares ha trabajado muchísimo». Corpus y Cardenalato Así, sobre el mantenimiento de las dos procesiones del Corpus Christi, dice no haber hablado con Cañizares, aunque «pienso hacerlo». No obstante, no se pronuncia sobre el tema «porque sería imprudente»: «tampoco conozco la opinión de la gente y es lógico que cuando se traten temas de este tipo haya división de opiniones». Sí avanza que no acudirá a este año a esta celebración, ya que celebrará la misa y la procesión del Corpus en Valladolid, su última celebración oficial. Preguntado sobre si espera el cardenalato, Rodríguez señala que el Papa le ha nombrado arzobispo de Toledo, pero que si le quiere nombrar cardenal «lo hará cuando estime conveniente». El arzobispo electo de Toledo hace referencia también a otras cuestiones como la crisis, argumentando que «no se viven los problemas de tipo socio-económico igual con fe que sin ella» y que «por eso decimos que no se trata solo de una cuestión económica, sino de algo más interno» y que «hay que ver por qué hemos llegado a estas situaciones. Ahí tienen la culpa el poder, la ambición, el haber dejado el bien común, el olvido de la dignidad de la persona, y la doctrina social de la Iglesia lo viene diciendo desde hace mucho tiempo». Por último, sobre las relaciones ente la Iglesia y el Estado, ve necesario que «nos demos cuenta de que aunque el ordenamiento jurídico esté claro no significa que no se puedan tratar los problemas humanos donde puede haber diferencias de criterios, que los hay».
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