Un clérigo musulmán compromete el acto interreligioso con el Pontífice

(Mar Velasco/La Razón) Era el último acto de la intensa jornada de ayer. El encuentro con las organizaciones para el diálogo interreligioso, en el Auditorium de Notre Dame de Jerusalén, que prometía ser un acto esperanzador, se convirtió en el momento más tenso de la visita papal. El presidente del Tribunal palestino de la Sharia (ley islámica), Taisir al Tamimi, pronunció de improviso un discurso político contra Israel en lengua árabe. Casi al final del encuentro, Al Tamimi tomó la palabra, sin que estuviera previsto en el programa del acto, para acusar a Israel de «construir asentamientos en territorio palestino» y para defender que Jerusalén «siga siendo la capital del pueblo palestino». Al término del acto, el Papa se retiró sin los saludos protocolarios, al igual que otros líderes de otras confesiones. De hecho, la delegación del Gran Rabinato de Israel tenía previsto ofrecerle un regalo que finalmente ha tenido que entregarle en privado. El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, aseguró que se trataba de «una intervención que no estaba prevista». Acto seguido explicó que, «en un encuentro dedicado al diálogo, esta intervención supone, precisamente, una negación del diálogo». «Confiamos en que este incidente no comprometa la misión del Papa, dirigida a promover la paz y el diálogo entre las religiones, como ha dejado patente en sus discursos y también en el objetivo de este viaje», subrayó. Más tarde, en una rueda de prensa concedida al concluir el encuentro, el director general del Gran Rabinato de Israel, Oded Raviv, aseguró que «la delegación judía abandona el diálogo interreligioso mientras Al Tamimi siga formando parte de la delegación palestina». «Con ocasión de la visita de Juan Pablo II, se inició un diálogo interreligioso en la búsqueda de la paz, del cual nos hemos beneficiado todas las partes. Ha tenido sus altibajos», agregó. Según Raviv, esto se ha debido en gran medida a la participación de Al Tamimi en la delegación palestina, y recordó que en la visita de Juan Pablo II realizó un acto de desprecio cuando dio la espalda al Gran Rabino que se acercaba a darle la mano. «Al Tamimi esta noche ha abochornado a todos, en primer lugar al Papa. Ha hablado de odio, terrorismo, ocupación. Sentimos mucho lo que le ha sucedido esta noche al Papa», concluyó.