Atraer, mantener, multiplicar... cómo un líder pastoral puede conseguir una iglesia más «próspera»
Las iglesias más "prósperas" son aquellas que cumplen muy bien con cinco principios básicos. Es la conclusión a la que ha llegado el experto en innovación Matt Engel, en un artículo publicado por Cristianity Today. La "salud global" de una iglesia depende de si: atrae, consigue, conserva, mantiene, crece y multiplica. Cada actividad de la parroquia, por pequeña que sea, debería servir a uno de estos objetivos, si quiere tener "éxito."
Para Engel, a menudo, en la Iglesia se asume que el simple hecho de realizar una actividad ya es un éxito. "Las iglesias son excelentes para probar actividades, mientras asuman resultados", advierte Engel. Conocer lo que está fallando y combinar las soluciones, es la forma correcta de llegar a ser una iglesia prospera en todos los sentidos. Pero, para Engel, los cinco objetivos no son solo estratégicos, son, también, un marco pastoral muy efectivo.
Ser atraídos:
Antes de que las personas acudan a una iglesia, primero deben ser bien recibidos en ella. Según Engel, se debe conseguir que las personas tomen conciencia de que su iglesia existe y de que sus líderes se preocupan por el bienestar de las personas, independientemente de lo que reciban a cambio.
Engel aconseja publicar pequeños vídeos con consejos, para hacer sentir cercana a la iglesia.
Sin embargo, no es necesario que estos esfuerzos por transmitir cercanía sean a gran escala, costosos o que consuman muchos recursos. Engel recomienda una pequeña publicación en las redes sociales, o un vídeo de unos minutos con consejos sobre cómo amar al marido o cómo divertirse con los hijos. Se trata de agregar valor, para que las personas cercanas sepan que hay una iglesia que se preocupa por ellas.
Conseguir metas:
El objetivo de una iglesia debe consistir en que el feligrés pase de una conciencia "de" su iglesia a una "con" su iglesia. Esto se puede lograr organizando un evento o una actividad de cualquier tipo, lo que sea que termine en una nueva conexión personal. Pero, la clave en todo esto, es tener una visión clara y una meta para cualquier cosa que se tenga programada. Ya sea cuando se quiere atraer a gente nueva o mantener a los que ya están. Es clave saber qué objetivo tiene prioridad en cada momento y cómo medir su eficacia.
Mantenerse activo:
Para Engel, no solo es fundamental atraer a nuevas personas, sino, también, ayudar a involucrarse como participantes activos en la vida de la iglesia a los que ya estaban. "El objetivo de todos los domingos debe ser mantenerse", dice Engel. Sin embargo, el experto no se limita al planificar el domingo. Lanzar una campaña de mensajes de móvil, después de una misa, puede ayudar a involucrar a la gente. Los líderes de la iglesia también podrían usar todos estos datos para señalar ciertos patrones en la desconexión de los asistentes.
Crecimiento personalizado:
Más que analizar las cifras totales de asistentes a un oficio, se debería ver el progreso individual de los fieles. Cuyos elementos a analizar se pueden resumir en: crecimiento y desarrollo espiritual; bienestar financiero; bienestar mental y emocional; bienestar vocacional o profesional, y bienestar a la hora de relacionarse.
Saber que 150 personas participaron en encuentros pequeños de la parroquia puede sonar bien, pero ¿esto permite analizar la relación de cada individuo con las Escrituras, con otros participantes o con la iglesia? No necesariamente. Engel aboga por un modelo de encuestas que brinde a los líderes pastorales mayor información.
Hacer una encuesta antes y después de una actividad revelarían información muy eficaz.
Una iglesia, por ejemplo, celebró un encuentro nocturno orientado al crecimiento. Durante este evento, las parejas completaron una evaluación previa y posterior a la reunión. Al finalizar, las parejas que al principio habían valorado las expectativas del evento a la baja, lo puntuaron con notas altas. El éxito de este evento fue medible y, por lo tanto, se podía repetir.
Multiplicar fieles:
Engel entiende que lo más importante es "pasar de consumidor a contribuyente". Cuando un sacerdote o un catequista alienta a los feligreses a unirse en la obra de multiplicación, están diciendo que están juntos en esa misión y que la Iglesia no es un lugar para satisfacer únicamente sus necesidades personales. Además, a largo plazo, serán los propios feligreses los que múltiples a los fieles. Con simples recursos, como vídeos o cadenas de oración, se puede ayudar a atraer a nuevas personas o mantener a los que ya están, para que aprendan más sobre su iglesia y su comunidad.
Para Engel, la Iglesia no es una empresa, sino que tiene un mandato divino. Lo más importante es hacer discípulos. Por ello, cree que estos cinco puntos que ha redactado ayudan a las personas a participar de la misión del Evangelio, en lugar de tratarlos como simples consumidores. Los cinco puntos alientan a una mayor participación, a tener relaciones más sólidas y a niveles más altos de participación en la Iglesia.