Monseñor Blázquez se pregunta cómo es posible que siga existiendo ETA
La Iglesia Católica condena sin paliativos a los asesinos de Luis Conde de la Cruz
Además de la nota condenatoria de la Conferencia Episcopal Española, varios obispos han querido expresar personalmente su condena a los últimos atentados de ETA. Tanto monseñor Vicente Jiménez Zamora, obispo de Santander, como monseñor Rouco Varela y sus obispos auxiliares de Madrid, como monseñor Ricardo Blázquez, obispo de Bilbao, mostraron en sucesivos comunicados su pesar por la muerte del brigada Luis Conde de la Cruz y condenaron a sus asesinos. Monseñor Blázquez se pregunta en su escrito cómo es posible que la banda terrorista siga matando 40 años después de su aparición.
(Agencias/ReL) El obispo de Santander, Vicente Jiménez Zamora, mostró su "profundo dolor y su más absoluta y total condena" por el "criminal" atentado terrorista en Santoña que, según dijo, es "intrínsecamente perverso y vulnera gravemente el derecho a la vida y a la libertad". En un comunicado, el obispo lamentó que ETA "ha sembrado de muerte y dolor la villa cántabra de Santoña", asesinando al brigada Luis Conde de la Cruz e hiriendo a varias personas, y trasladó su cercanía a las familias del fallecido y los heridos a los que transmite "el consuelo de la esperanza cristiana". Además, reza por el eterno descanso del fallecido y el pronto restablecimiento de los heridos e invita a toda la comunidad diocesana a "perseverar en la oración a Dios para que cese definitivamente el terrorismo y todo germen de violencia que acaba por destruir la dignidad sagrada del hombre". Por último, manifestó su "apoyo" a las autoridades públicas, así como a los Cuerpos y Fuerzas de seguridad del Estado "en el laudable trabajo al servicio de la convivencia en paz y en justicia de toda la sociedad". Por su parte, el Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, y sus Obispos Auxiliares expresaron hoy su dolor y su condena "sin paliativos" ante los nuevos atentados de ETA, especialmente el perpetrado en Santoña (Cantabria) en el que ha perdido la vida el brigada Luis Conde de la Cruz, asegurando además que el terrorismo es "una gravísima inmoralidad". Tanto Rouco como sus obispos auxiliares recordaron que "no debe quedar duda" en ninguno de los fieles ni en la conciencia de "cualquier persona mínimamente formada de que el terrorismo de ETA, como cualquier otro terrorismo, es una gravísima inmoralidad, intrínsecamente perverso y absolutamente reprobable". "No admite colaboración ni justificación alguna, sea del grado y del tipo que sea, explícita o implícita, sociopolítica o cultural; y, por supuesto, ninguna de naturaleza ética y moral", explicó. Monseñor Rouco y sus obispos quisieron además alentar a cuantos tienen responsabilidades públicas en su labor al servicio de la sociedad. Asimismo, resaltaron que los españoles solo estarán en condiciones de eliminar las raíces del terrorismo si se proponen "sin tardanzas ni vacilaciones la regeneración moral y la atención a los niños y jóvenes con una educación cristiana que les conduzca al encuentro con el Dios vivo, que es Amor y plenitud del hombre". Por último, el obispo de Bilbao y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Ricardo Blázquez manifestó en un comunicado en nombre propio y de su diócesis, su más enérgica condena e indignación por el atentado. Don Ricardo ofreció su "apoyo a las autoridades y a la sociedad entera en esta lucha tan larga y difícil contra la organización terrorista ETA". El obispo de Bilbao aseguró que "la desaparición de ETA dignificará éticamente a nuestra sociedad" y se preguntó "¿Cómo es posible que desde hace 40 años la organización terrorista haya continuado matando, extorsionando, amenazando, sembrando dolor y muerte? La apuesta clara por la deslegitimación de sus acciones, motivaciones y proyectos contribuirá eficazmente a que sea erradicada".
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