Talitha Kum, red religiosa contra la trata, creció un 40% en un año, pero con menos colaboradores
En 2009 la Unión Internacional de Superioras Generales de congregaciones religiosas femeninas lanzó una red mundial con el objetivo de combatir la trata de personas, el tráfico de hombres, mujeres y niños que son engañados, explotados, comprados y vendidos. Su nombre es Talitha Kum (por las palabras de Jesús en arameo: "muchacha, levántate").
La red ha ido creciendo, y participan en ella ya 762 congregaciones religiosas, el 87% femeninas. Está organizada con 58 redes regionales, presentes en 97 países.
El 12 de junio, Día Internacional contra el Trabajo Infantil, la red presentó su informe internacional sobre su acción en 2022.
Talitha Kum llegó en 2022 a muchas más personas que el año anterior: alcanzó a ayudar a 560.000 personas, un 40% más que en 2021.
De esas personas:
- 34.400 eran víctimas o supervivientes de la trata;
- 442.000 se beneficiaron de acciones de prevención;
- casi 84.000 participaron en actividades de creación de redes, formación y trabajo en red.
Pero aunque se llegó a más personas que nunca, la red perdió miembros activos y colaboradores (su número bajó un 9%), quedando establecida su cifra en 5.445 miembros y colaboradores.
Sin embargo, 2022 fue un año en que Talitha Kum aumentó mucho su relación con grupos de otras religiones y de otras denominaciones cristianas, especialmente en Asia, África y Oceanía.
Religiosas de la Red Bakhita, dentro de Talitha Kum, que luchan contra la trata en Polonia, atentas a la situación en Europa del Este, especialmente agravada por la guerra de Ucrania (por ejemplo, Cáritas Española está destinando 214.000 euros a un programa para prevenir contra el tráfico de personas y ayudar a sus víctimas en Ucrania).
En el continente americano (tanto el norte como el sur) trabajan en red 81 organizaciones católicas, 59 ONGs y 57 organizaciones gubernamentales. Aportaron protección a 4.000 personas, acceso a procesos judiciales a 157 y trabajaron en prevención con casi 60.000.
Fue un año complicado que sumaba:
- efectos de la pandemia del coronavirus;
- conflictos y violencias en Myanmar, Sri Lanka, Siria, Burkina Faso, Venezuela...
- la guerra en Ucrania,
- devastadores desastres naturales...
La religiosa Abby Avelino, misionera de Maryknoll, constata que la suma de todas esas crisis impacta en la trata de personas en el mundo.
El informe de Talitha Kum sobre la lucha contra la trata en 2022 puede consultarse aquí en PDF en inglés.