Sagrarios abandonados
El tema de las XXX Jornadas Nacionales del Patrimonio Cultural de la Iglesia ha sido “La Eucaristía en sus expresiones históricas, artísticas y culturales en el Patrimonio Cultural de la Iglesia en España” (Málaga , 1418 de junio de 2010)
El tema es profundamente religioso, engastado en celebraciones eucarísticas que, además, son manifestaciones populares de gran valor artístico y cultural que siguen teniendo un gran arraigo. Yo he vivido esto con mis padres seguidores de D. Manuel González, el llamado “Obispo de los sagrarios abandonados”
Desgraciadamente, ahora, se observa que una gran mayoría de sagrarios y expositores han sido eliminados, lo cual ha ocasionado, generalmente, enormes daños al conjunto eucarístico: altar, sagrario con expositor frecuentemente y retablo.
¡Qué más que “sagrarios abandonados”, eucarística y materialmente, los arrancados de su altar y vendidos a anticuarios para quién sabe qué o en sacristías sin valorar o dejados en el suelo de trasteros o cuartos oscuros!
Afortunadamente, se han salvado algunos sagrarios en su lugar original por su reconocido valor artístico como, por ejemplo, el de la catedral de Ávila y otros fuera de su lugar pero en museos de arte sacro llenos de atenciones.
En las conclusiones de las jornadas nacionales de patrimonio cultural de todos los años, extraídas de viva voz o en la revista Patrimonio, editada por el Secretariado de la Comisión Episcopal para el Patrimonio Cultural, nunca se ejerce autoreflexión sobre el trato dado a los sagrarios y expositores y sobre el interior de las iglesias, en general.
¿No sería conveniente reflexionar sobre esto para evitar lo dicho y tratar de restañar lo hecho en lo posible?
¿No sería conveniente reflexionar sobre esto para evitar lo dicho y tratar de restañar lo hecho en lo posible?
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