La persecución religiosa en la provincia de Toledo: Conferencia 25 de mayo
La situación de la Iglesia y los católicos en España, a partir de 1931, y especialmente desde 1936, fue de acoso y persecución abierta, situación que algunos sectores justificaban por considerar a la Iglesia como una de las principales causas de los males de la sociedad española. En algunos partidos, era convicción obligada, debido a sus propios presupuestos marxistas en los que la religión constituía un elemento alienante que había que destruir.
No puede extrañar, por tanto, que por parte de la Iglesia católica, a través de sus portavoces, se insistiera en que los elementos claves del conflicto no eran los cambios sociales, políticos o económicos, sino que se estaba dilucidando la pervivencia o no del cristianismo en España y, por tanto de todas sus manifestaciones de civilización y cultura.
En la provincia de Toledo encontramos uno de los lugares donde se manifestó la persecución religiosa de manera más cruenta, causando la muerte a centenares de sacerdotes y religiosos y a miles de seglares así como la profanación y destrucción de un ingente patrimonio artístico. A su vez, la defensa del Alcázar se convirtió en un símbolo del sentido religioso de la Guerra que fue explicitado de manera magistral por el Arzobispo de la sede Primada, Cardenal Gomá.
En la provincia de Toledo encontramos uno de los lugares donde se manifestó la persecución religiosa de manera más cruenta, causando la muerte a centenares de sacerdotes y religiosos y a miles de seglares así como la profanación y destrucción de un ingente patrimonio artístico. A su vez, la defensa del Alcázar se convirtió en un símbolo del sentido religioso de la Guerra que fue explicitado de manera magistral por el Arzobispo de la sede Primada, Cardenal Gomá.
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