La "matanza" de Badajoz: cuando la propaganda se convierte en mito
Hace apenas un año, se publicó una de las más importantes aportaciones a la bibliografía de la Guerra Civil. El silencio de la historiografía izquierdista es la mejor prueba de su valor. En vísperas del 75 aniversario de uno de los mitos más recurrentes de la propaganda roja, recordamos a los autores y a su obra
Francisco Pilo Ortiz
¿Existió la matanza de Badajoz?
No. Así de contundentes nos lo presentan y demuestran los autores sin dar lugar a dudas.
El libro parte de la premisa de tomar conocimiento de los acontecimientos bélicos de 1936, en la Baja Extremadura, a través de la prensa. El trabajo consistió en localizar primero a todos los periodistas (más de 20), sus crónicas y sus documentos gráficos, si los hubiera, para reconstruir lo ocurrido según la versión de cada uno.
Un trabajo de más de cuatro años de investigación por archivos y hemerotecas de medio mundo (Roma, Moscu, Londres, New York, Ginebra, México D.F., Lisboa, Bogota….) dan debida cuenta de ello y van a ofrecer al lector un relato ajustado e inédito de los hechos. Este es el inicio del trabajo.
Los autores encontraron tal cantidad de fondos, inéditos, que superó sus expectativas, especialmente las económicas, para poder acceder a todos ellos y elaborar un trabajo que parecía “fácil”: ¿Que historiador contemporáneo que se precie no ha escrito ya sobre Badajoz (Preston, Ian Gibson, Gabriel Jackson ….)? Pero este libro va más allá de la ya publicado .El trabajo se basa principalmente en las fuentes primarias, no es un libro basado en libros, y ésa es su primera diferencia con otros.
es Policía Nacional y conocido autor de obras sobre los acontecimientos de la guerra civil en Extremadura. Ha publicado, siempre en autoedición, “La represión en Badajoz”, “Mujeres de luto”, “Un paseo por la Alcazaba de Badajoz” y el destacado “Ellos lo vivieron” que ya va por su tercera edición, con más de 5.000 ejemplares vendidos.
Moisés Domínguez Núñez es un extremeño de la diáspora, Graduado Social en ejercicio, vive y trabaja en Cartagena (Murcia). En 2006, la recopilación de alguna de esa información le supuso la obtención del premio de investigación “Arturo Barea”, de la Diputación Provincial de Badajoz, en su 6ª edición, con la obra “Tiempo perdido. La guerra civil en Almendral, 19361939”.
Fernando de la Iglesia, es Licenciado en Económicas y estudiante de Historia. Es profesor y empresario. Dejando aparte diversos artículos profesionales es su primera obra en gran formato.
Los tres, amparados por la editorial “Libros Libres” publicaron en 2010 “La matanza de Badajoz ante los muros de la propaganda”, libro centrado en los hechos acaecidos en Badajoz en agosto de 1936.
Muy cierto es aquello de que “la verdad es la primera víctima de una guerra”. El profesor Stanley G.Payne afirmó: “La Guerra Civil española fue uno de los comparativamente escasos conflictos en los que los perdedores ganaron en gran medida la guerra de la propaganda: Así sucedió hasta cierto punto durante la guerra, pero es ciertamente lo que ocurrió durante la década posterior “.
¿Existió la matanza de Badajoz?
No. Así de contundentes nos lo presentan y demuestran los autores sin dar lugar a dudas.
El libro parte de la premisa de tomar conocimiento de los acontecimientos bélicos de 1936, en la Baja Extremadura, a través de la prensa. El trabajo consistió en localizar primero a todos los periodistas (más de 20), sus crónicas y sus documentos gráficos, si los hubiera, para reconstruir lo ocurrido según la versión de cada uno.
Un trabajo de más de cuatro años de investigación por archivos y hemerotecas de medio mundo (Roma, Moscu, Londres, New York, Ginebra, México D.F., Lisboa, Bogota….) dan debida cuenta de ello y van a ofrecer al lector un relato ajustado e inédito de los hechos. Este es el inicio del trabajo.
Los autores encontraron tal cantidad de fondos, inéditos, que superó sus expectativas, especialmente las económicas, para poder acceder a todos ellos y elaborar un trabajo que parecía “fácil”: ¿Que historiador contemporáneo que se precie no ha escrito ya sobre Badajoz (Preston, Ian Gibson, Gabriel Jackson ….)? Pero este libro va más allá de la ya publicado .El trabajo se basa principalmente en las fuentes primarias, no es un libro basado en libros, y ésa es su primera diferencia con otros.
Para completar la información puramente periodística, se han consultado diversos archivos específicos de Instituciones españolas y extranjeras, y de particulares. Así: hojas de servicio, historiales de Unidades militares, correspondencia oficial, diarios de operaciones y correspondencia privada y, testimonios de testigos vienen a añadirse al “fondo común” del que se nutren estas páginas.
Huellas de los crímenes rojos en la Prisión de Almendralejo
El libro se estructura, en realidad, en "tres libros", lo que no tienen nada que ver con que sean tres autores, ni parte alguna pueda ser atribuida a autor determinado en exclusiva, bien que cada uno haya llevado el peso principal en su elaboración.
El libro se estructura, en realidad, en "tres libros", lo que no tienen nada que ver con que sean tres autores, ni parte alguna pueda ser atribuida a autor determinado en exclusiva, bien que cada uno haya llevado el peso principal en su elaboración.
1. El hilo argumental que nos lleva por estos tres apartados son los testimonios periodísticos y las vicisitudes de los “Soldados del papel” que siguieron las operaciones militares en Extremadura. Ésta es una parte, reconstrucción minuciosa de los movimientos de las fuerzas operantes y sus disposiciones. Los nombres de los militares y militarizados intervinientes y sus acciones a través de sus diarios, hojas de servicio, memorias y testimonios de testigos. Ésta parte ha sido la más “recortada”, ya que se centra fundamentalmente en los días de la toma de Badajoz con referencias a Llerena, Los Santos de Maimona y Mérida.
2. Un segundo libro es el estudio de la “propaganda” generada en torno a los sucesos de Badajoz en los días 14 al 19, analizados en lo militar en el apartado anterior y ampliamente desarrollado en lo que respecta al testimonio de los periodistas.
Aquí se señala la presencia de numerosos corresponsales en Badajoz, y no solo de los más conocidos (Mario Neves, Marcel Dany, Jacques Berthet) sino de los “otros”, más de veinte, de los que se aportan sus crónicas y escritos (Edmon Taylor, John ELLiot, Jean D´Esme, Armando Notari, Adolfo da Rosa, Mario Pires, José Barao, etc…) adecuadamente referenciados.
Hay un análisis de la trayectoria vital y profesional de algunos de los más destacados, lo que nos lleva a sorpresa tal como desvelar que el primer periodista que entró en Badajoz fue el jefe de la United Press en Madrid el franco-belga Jean de Gandt ,en fecha tan temprana como el 27 de julio de 1936; demostrar de forma irrebatible que Jay Allen -el “periodista mejor informado de la guerra”, según algunos autores y sus acólitos- no estuvo en Badajoz y salió de España en fecha tan temprana como octubre de 1936; que el periodista norteamericano John Whitaker nunca llegó a entrevistar al entonces Teniente Coronel Juan Yagüe o los esfuerzos de la propaganda nacionalista por contrarrestar la del frente popular, McNeill Moss y otros mediante, lo cual fue un completo fracaso después de que fueran ellos los que abrieran el frente propagandístico con la campaña del “terror rojo”. Aquí nos encontraremos al experto en agit-prop Willi Münzenberg, contratado por el presidente del Gobierno, José Giral, para ganar la batalla de la imagen y quebrar el principio de no intervención de Francia y Reino Unido.
Hay un análisis de la trayectoria vital y profesional de algunos de los más destacados, lo que nos lleva a sorpresa tal como desvelar que el primer periodista que entró en Badajoz fue el jefe de la United Press en Madrid el franco-belga Jean de Gandt ,en fecha tan temprana como el 27 de julio de 1936; demostrar de forma irrebatible que Jay Allen -el “periodista mejor informado de la guerra”, según algunos autores y sus acólitos- no estuvo en Badajoz y salió de España en fecha tan temprana como octubre de 1936; que el periodista norteamericano John Whitaker nunca llegó a entrevistar al entonces Teniente Coronel Juan Yagüe o los esfuerzos de la propaganda nacionalista por contrarrestar la del frente popular, McNeill Moss y otros mediante, lo cual fue un completo fracaso después de que fueran ellos los que abrieran el frente propagandístico con la campaña del “terror rojo”. Aquí nos encontraremos al experto en agit-prop Willi Münzenberg, contratado por el presidente del Gobierno, José Giral, para ganar la batalla de la imagen y quebrar el principio de no intervención de Francia y Reino Unido.
Es la parte más ardua de leer, pero resulta el tuétano de la obra. Es un primer intento, afortunado, de desentrañar la guerra que también se libraba en los anaqueles.
3. El tercer libro sin duda alguna es el cuadernillo de fotografías que salvando las distancias podrían compararse con el descubrimiento de los negativos y fotos de Robert Capa, David Seymour y Gerdo Taro en México. Cuarenta y cuatro imágenes que acompañan la obra, de las cuales al menos treinta son inéditas en España y las que se publicaron en medios de la época, no han sido reproducidas desde entonces casi ninguna.
Son fotografías de la ciudad de Badajoz en los días 15, 16 y 17 de agosto de 1936. De los fotógrafos (principalmente del fotógrafo luso Ferreira da Cuna) que acompañaron a los primeros corresponsales y que, en prácticamente todos los casos, se corresponden con las crónicas de estos. Una de las más destacadas es una vista de la Plaza de Toros de Badajoz tras la toma de la ciudad .Imagen que se corresponde con la descripción fiel que de este lugar hizo Mario Neves y cuantos periodistas entraron en el coso taurino – día de la supuesta matanza-casi inaccesible por la presencia de vehículos destrozados y las gradas semi-derruidas por el ataque de la aviación nacional.
La plaza de toros de Badajoz: Una de las más importantes fotografías de la Guerra Civil silenciada -todavía hoy- por la propaganda frentepopulista
La plaza de toros de Badajoz: Una de las más importantes fotografías de la Guerra Civil silenciada -todavía hoy- por la propaganda frentepopulista
Son documentos excepcionales, con la impudicia que solo el objetivo fotográfico es capaz de aportar, dicen bastante más que mil palabras.
Alguna de ellas, como la presidencia del acto celebrado el 15 de agosto en la plaza de San Juan , el cartel de agitación en la plaza de Atocha de Madrid o los muertos en el cuartel de la Bomba deberían formar parte de ese trágico listado que conformarían las quince o veinte mejores fotos de la guerra de España, sobre todo para no olvidarnos de lo que pasó y espantar a los advenedizos que juegan con una “caja de Pandora” que debería estar bien custodiada por auténticos historiadores amparados por una Universidad digna de tal nombre.
La exageración cuantitativa de muertos en Badajoz que algunos “historiadores” poco escrupulosos cifran entre 1.200 a 9.000 lo han sabido solventar los autores comparando, a falta de listados oficiales, los testimonios y las crónicas de los periodistas, rebajando el número de caídos en combate y fusilados en poco más de 300 entre el 14 y el 18 de Agosto de 1936 .
Señalar que toda la obra va jalonada por más de 700 notas aclaratorias y documentales que remiten a más de cien libros reseñados, artículos de 70 periódicos y revistas y documentos de más de 40 archivos y bibliotecas del mundo entero.
Esta obra abre camino a futuras investigaciones y publicaciones tales como: análisis de la historiografía hasta tiempos recientes, publicar todos los artículos referidos a Badajoz al completo y en idioma original, localizar todas las fotografías que pueda haber, rescatar fondos documentales dispersos, reconstruir paso a paso todas las operaciones militares llevados a cabo en nuestra región y otros muchas cosas que no se han hecho todavía y que ayudarán a la recuperación de nuestra verdadera HISTORIA, esta vez con mayúsculas.
No tenemos la menor duda de que los autores, que sin ayuda alguna académica o económica, han invertido tiempo, esfuerzo, estudio e incomprensiones en este trabajo están dispuestos señalar, como lo hacen ya en ocasiones, el camino a quienes de verdad estén dispuestos a trabajar en la búsqueda de la verdad sin pretensiones políticas o crematísticas.
No tenemos la menor duda de que los autores, que sin ayuda alguna académica o económica, han invertido tiempo, esfuerzo, estudio e incomprensiones en este trabajo están dispuestos señalar, como lo hacen ya en ocasiones, el camino a quienes de verdad estén dispuestos a trabajar en la búsqueda de la verdad sin pretensiones políticas o crematísticas.
No espere encontrara el lector de esta monografía una “historia” de buenos contra malos. La verdad no entiende de banderías. Hace muchos siglos, el célebre historiador clásico Tito Livio dijo que “la verdad puede eclipsarse pero extinguirse nunca”.
Para terminar, es de recibo expresar las palabras que ha impreso el prologuista de la obra, Ángel David Martín Rubio, y que inunda el espíritu de la misma: “los autores de este libro nos ofrecen un buen ejemplo de lo que es situarse en el necesario terreno de una historiografía entendida como ciencia al servicio de la PAZ, LA CONCORDIA Y EL DIALOGO”.
Un espíritu al que algunos nostálgicos -que por suerte para España cada vez son menos- son reacios. Sabemos de algún izquierdista que se ha negado a leer esta obra al conocer quién era el autor de las letras de presentación. Toda una declaración de intenciones, por si a alguien le queda duda de en qué lugares sigue arraigado el guerracivilismo.
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Título: | La matanza de Badajoz ante los muros de la propaganda | Libros Libres | ||
Autor: | Francisco Pilo, Moisés Domínguez y Fernando de la Iglesia | Criteria Club de Lectores |
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Editorial: | Libros Libres | |||
Páginas: | 333 páginas | |||
Precio | 20 euros | |||
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