Ante el 75 Aniversario del 18 J
1.- La fecha del 18 de Julio simboliza el Alzamiento Nacional que en 1936 puso fin al estado de anarquía y de vulneración de la ley en que había desembocado la Segunda República.
Además, el Movimiento se fue configurando desde el principio con un contenido positivo que buscaba una total transformación de la vida española. En el fondo, la República no había sido sino la frustración más radical de este anhelo: ni se hicieron las transformaciones que España necesitaba ni se logró siquiera una mínima base de convivencia; por eso no bastaba la reacción pura y simple, entendida como una vuelta al pasado y la defensa de privilegios e intereses.
2.- El Alzamiento de 1936 y la Guerra Civil, no fueron una simple conmoción, una sacudida superficial para devolver después las cosas al estado en que se encontraban sino que destruyeron unas ideas y sus consecuencias al tiempo que se alumbraron otras y se abrieron nuevos cauces que inspiraron y condicionaron la vida española durante muchos años con consignas que eran el polo opuesto a las que habían querido implantar hasta entonces liberales y socialistas.
3.- La verdadera traición al 18 de Julio se produjo en la Transición cuando elementos procedentes de la legalidad hasta entonces vigente pactaron con la izquierda y los nacionalistas la Constitución de 1978, un texto al que se pueden hacer serias objeciones de orden moral y político y que es, en buena medida, responsable de la situación actual en la que está en peligro la propia supervivencia de España como algo más que una entidad jurídica, con una personalidad propia forjada a lo largo de su historia.
4.- Visto desde la perspectiva actual, el 18 de Julio pertenece a la Historia de España. Lejos de aceptar la ignorancia o la falsificación de este pasado, promovida por los voceros de la llamada recuperación de la memoria histórica y las organizaciones políticas del arco parlamentario, el Foro Historia en Libertad quiere llamar la atención sobre los usos públicos de la Historia que se sustentan sobre la ignorancia y la falsificación de nuestro pasado.
Los historiadores no nos consideramos como expertos en posesión de toda la verdad sobre los hechos y su interpretación. Pero somos conscientes de que la Historia es la única disciplina que, cuando se utiliza correctamente, nos permite el acceso a los acontecimientos más relevantes del ayer. Por eso, preferimos que sean los historiadores —y no el Estado— quienes expliquen el verdadero significado de esta fecha, al tiempo que asumimos el legado que se desprende de aquellos episodios y del ejemplo de nuestros mayores.
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