Francisco reconoce públicamente «graves equivocaciones» en su valoración del «caso Barros» en Chile

La Santa Sede hizo pública este miércoles la carta que el Papa Francisco ha enviado a los obispos de Chile tras haber recibido el informe de monseñor Charles Scicluna sobre los supuestos casos de abusos sexuales realizados por clérigos chilenos. Estos habrían sido conocidos y ocultados por uno de los obispos actuales, como es el caso de Juan Barros, titular de Osorno, y que ha sido cuestionado en su país desde que fue nombrado por Francisco para este obispado.

Francisco anuncia en la misiva que va a convocar a todos los obispos chilenos a Roma “para dialogar sobre las conclusiones de la mencionada visita y mis conclusiones. He pensado en dicho encuentro como en un momento fraternal, sin prejuicios ni ideas preconcebidas, con el sólo objetivo de hacer resplandecer la verdad en nuestras vidas”.

"Graves equivocaciones de valoración"
Uno de los aspectos más llamativos de su escrito es que el Papa pide perdón: “En lo que me toca, reconozco y así quiero que lo transmitan fielmente, que he incurrido en graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación, especialmente por falta de información veraz y equilibrada. Ya desde ahora pido perdón a todos aquellos a los que ofendí y espero poder hacerlo personalmente, en las próximas semanas, en las reuniones que tendré con representantes de las personas entrevistadas”.

El Papa reconoce que tras haber leído las actas de esta “misión especial” enviada a Chile, cree poder afirmar que “todos los testimonios recogidos en ellas hablan en modo descarnado, sin aditivos ni edulcorantes, de muchas vidas crucificadas y les confieso que ello me causa dolor y vergüenza”.

La misión estuvo encabezada por el arzobispo de Malta, Charles Scicluna, y el oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Jordi Bertomeu. “Les envié a escuchar desde el corazón y con humildad. Posteriormente, cuando me entregaron el informe y, en particular, su valoración jurídica y pastoral de la información recogida, reconocieron ante mí haberse sentido abrumados por el dolor de tantas víctimas de graves abusos de conciencia y de poder y, en particular, de los abusos sexuales cometidos por diversos consagrados de vuestro país contra menores de edad, aquellos a los que se les negó a destiempo e incluso robaron la inocencia”.

El viaje del Papa a Chile
Pese a que el caso Barros, obispo al que acusan de haber conocido y encubierto los abusos del conocido sacerdote Fernando Karadima, se hizo conocido en 2015 con su nombramiento como obispo de Osorno, fue la visita del Papa a Chile el que lo dio a conocer en todo el mundo.

Hasta ese momento Francisco había defendido a Barros y su nombramiento en varias ocasiones. Un periodista le preguntó en Chiles sobre este asunto, a lo que el Papa respondió: “El día que me traigan una prueba contra el obispo Barros, ahí voy a hablar. No una sola prueba en contra. Es todo calumnia. ¿Está claro?”.

Rápidamente, hubo una cascada de reacciones y de críticas de víctimas de abusos sexuales. Y en un comunicado, el cardenal O´Malley aseguraba que era “comprensible” el dolor que las palabras del Papa produjeron en las víctimas y lamentó que pudieran sugerir la idea de que “si no puedes probar tus acusaciones, no serás creído”.

Durante la rueda de prensa que concedió en el vuelo de regreso a Roma, Francisco se disculpó por si había podido herir a las víctimas pero explicó que había estudiado concienzudamente el caso y que no había encontrado nada contra Barros.

Sin embargo, días después organizó esta misión especial a Chile y cuyos informes parece, según expresa en la carta, le han hecho cambiar de opinión.

Puede leer AQUÍ la carta íntegra del Papa a los obispos de Chile