Misioneras de la Pasión de Jesús
Así han cambiado unas religiosas italianas un empobrecido pueblo de Rumanía
Una casa para niños, un asilo de ancianos... Atienden a las empobrecidas gentes de Butea bajo una consigna: «Amor de madre».
En Rumanía, 4 de cada 10 personas viven por debajo del umbral de la pobreza. Tras la caída del comunismo en los años 90, la competencia que genera la economía de mercado los ha dejado en una situación precaria. Quienes más sufren son los ancianos y los niños. Muchas veces quedan desamparados cuando algunos de su familia tienen que emigrar en busca de una vida mejor.
Las hermanas Misioneras de la Pasión de Jesús llegaron a Butea, una población rural de 5.000 habitantes en el sur de Rumanía, en 1999. Desde entonces dan esperanza y ofrecen una alternativa a los que no tienen nada.
“Tratamos de ofrecer primero el amor de madre. Es difícil sustituirlo, pero tratamos de verles sonreír, los llevamos al colegio, los introducimos en el ámbito escolar, en la sociedad, en la vida parroquial, educándolos para un futuro mejor”, explica Sor Elisabetta Barolo.
Las condiciones de vida en Butea son muy difíciles. Los ancianos tienen que sobrevivir con apenas 90 euros de pensión al mes. No tienen luz, ni agua potable o gas, no hay aceras, ni pasa el servicio de recogida de basuras.
En invierno, las temperaturas pueden caer por debajo de los 20 grados bajo cero y los que no tienen un cobijo mueren de frío a la intemperie. Por eso, el trabajo de estas monjas es tan importante: "Hemos podido construir esta casa que ampara a 25 niños. También hemos construido la casa del enfermo y el anciano que cobija a 42 ancianos. Ahora queremos ayudar a estos jóvenes alcoholizados y poder recuperar a otras personas paralizadas a causa de la adicción al alcohol”.
La pobreza tiene en Rumanía rostro de niño y de anciano. Algunos de sus habitantes son nómadas, que dejan su tierra en busca de una oportunidad. Estas monjas italianas quieren resolver el problema de raíz y evitar que los rumanos tengan que sufrir un doble drama: enfrentarse a la pobreza y hacerlo fuera de su patria.