La acampada de los «indignados» de Londres fuerza el cierre de la catedral anglicana de San Pablo
El descenso de ingresos en la iglesia y los riesgos sanitarios fuerzan la primera clausura del templo desde los bombardeos nazis de 1940.
Los responsables de la catedral de San Pablo en Londres han anunciado este viernes su cierre debido a los problemas que plantea la presencia de un grupo de ´indignados´ que inspirados en el movimiento ´Occupy Wall Street´ están acampados desde el sábado delante del monumento.
El deán Graeme Knowles ha escrito una carta abierta a los manifestantes para pedirles que abandonen la plaza delante de la catedral. En un comunicado, ha explicado que la decisión del cierre de la iglesia se ha tomado "con gran dolor de corazón, pero simplemente no es posible cumplir con nuestras obligaciones cotidianas con los fieles, visitantes y peregrinos en las actuales circunstancias".
Los riegos de incendio y sanitarios que plantea que campamento --que ha ido creciendo a lo largo de la semana-- hacen imposible que la catedral permanezca legalmente abierta, ha precisado.
Lo que comenzó con varias decenas de tiendas ha aumentado hasta convertirse en una especie de ciudad con su propia universidad, biblioteca, restaurante y aseos, gobernada por una incipiente burocracia.
El campamento fue disuelto inicialmente a petición de la catedral, después de que los responsables de la misma pidieran a la Policía que retrocediera y permitiera que la protesta se mantuviera durante la primera noche.
El deán Graeme Knowles ha escrito una carta abierta a los manifestantes para pedirles que abandonen la plaza delante de la catedral. En un comunicado, ha explicado que la decisión del cierre de la iglesia se ha tomado "con gran dolor de corazón, pero simplemente no es posible cumplir con nuestras obligaciones cotidianas con los fieles, visitantes y peregrinos en las actuales circunstancias".
Los riegos de incendio y sanitarios que plantea que campamento --que ha ido creciendo a lo largo de la semana-- hacen imposible que la catedral permanezca legalmente abierta, ha precisado.
Lo que comenzó con varias decenas de tiendas ha aumentado hasta convertirse en una especie de ciudad con su propia universidad, biblioteca, restaurante y aseos, gobernada por una incipiente burocracia.
El campamento fue disuelto inicialmente a petición de la catedral, después de que los responsables de la misma pidieran a la Policía que retrocediera y permitiera que la protesta se mantuviera durante la primera noche.
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