Se reafirma en el modelo de la integración
Merkel: «Aquí no hay mucho islam, sino poco cristianismo»
La Unión Cristianodemócrata Alemana (CDU) cerró ayer su congreso federal para reelegir a Angela Merkel en su cargo.
La Unión Cristianodemócrata Alemana (CDU) cerró ayer su congreso federal en la ciudad de Karlsruhe con una Angela Merkel contundente respecto a la cuestión migratoria, haciendo hincapié en los valores de la nación alemana. La canciller se reafirmó en su política de la integración, invitando a los inmigrantes a «aprender alemán, respetar las leyes y los valores alemanes». «Ellos [los inmigrantes que se integren] serán bien recibidos. Los que se niegan deberán enfrentarse a sanciones», subrayó Merkel.
Además, aprovechó la ocasión para subrayar los valores cristianos de su propio partido, que considera un referente de la sociedad alemana: «Seamos más abiertos para mostrar que somos cristianos», sugirió Merkel, quien cree que en Alemania «no hay mucho islam, sino poco cristianismo».
La canciller insitió en la cuestión del multiculturalismo, un modelo que, según ya dijo, ha fracasado en Alemania. La presidenta de la CDU cree que «los alemanes han cometido el error de no tratar a los inmigrantes como potenciales alemanes». De esta manera, piensa, «no se les ha exigido aprender la lengua, ni su integración cultural», lo que ha terminado creando un debate sobre la capacidad integradora del país.
De este modo, el encuentro ha servido para reforzar el liderazgo de la canciller frente a las especulaciones previas que hablaban de una pérdida de popularidad de Merkel entre los propios miembros de las filas de la CDU. La jefa del partido se vio ratificada en el cargo que ocupa desde 2000, con el 90,4% de los votos.
La Prensa alemana ha destacado una mayor agresividad en los ataques que Angela Merkel dirigió a la oposición, así como una mayor efusividad en los ánimos lanzados a los suyos frente a la pujanza del partido de los Verdes, que se presentan como el nuevo gran adversario de los cristianodemócratas para los comicios de Baden-Württemberg.
Además, aprovechó la ocasión para subrayar los valores cristianos de su propio partido, que considera un referente de la sociedad alemana: «Seamos más abiertos para mostrar que somos cristianos», sugirió Merkel, quien cree que en Alemania «no hay mucho islam, sino poco cristianismo».
La canciller insitió en la cuestión del multiculturalismo, un modelo que, según ya dijo, ha fracasado en Alemania. La presidenta de la CDU cree que «los alemanes han cometido el error de no tratar a los inmigrantes como potenciales alemanes». De esta manera, piensa, «no se les ha exigido aprender la lengua, ni su integración cultural», lo que ha terminado creando un debate sobre la capacidad integradora del país.
De este modo, el encuentro ha servido para reforzar el liderazgo de la canciller frente a las especulaciones previas que hablaban de una pérdida de popularidad de Merkel entre los propios miembros de las filas de la CDU. La jefa del partido se vio ratificada en el cargo que ocupa desde 2000, con el 90,4% de los votos.
La Prensa alemana ha destacado una mayor agresividad en los ataques que Angela Merkel dirigió a la oposición, así como una mayor efusividad en los ánimos lanzados a los suyos frente a la pujanza del partido de los Verdes, que se presentan como el nuevo gran adversario de los cristianodemócratas para los comicios de Baden-Württemberg.
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