La diócesis de Toledo peregrina a Roma y entrega 590 dibujos de niños al Papa Francisco
Durante seis días 300 peregrinos de la diócesis de Toledo han visitado Roma para "renovar su comunión con la Iglesia Universal". Se ha pretendido que la peregrinación sea también un acto evangelizador.
El padre Emilio Palomo, Vicario Episcopal de La Mancha y uno de los organizadores de la peregrinación destacó un momento central del viaje: la celebración de la Misa de la Ascensión del Señor en el rito hispano-mozárabe presidida por el arzobispo Braulio Rodríguez Plaza.
“Se trata de la cuarta vez que se celebra este rito tan venerable en la Basílica Vaticana. La primera fue durante el Concilio Vaticano II, la segunda fue presidida por San Juan Pablo II en 1992 y la tercera en el contexto del Gran Jubileo del Año 2000”, explica Emilio Palomo.
El rito evoca la historia propia de la archidiócesis: era la liturgia de origen visigótico que mantuvieron los cristianos bajo dominio musulmán en Toledo y que aún se celebra en esta ciudad.
Uno de los momentos de la liturgia mozárabe lo resume con una expresión latina “Sancta Sanctis” (“Lo santo para los santos”). Emilio Palomo no duda en afirmar que “esta expresión refleja lo que buscamos y lo que queremos. Y refleja lo que queremos encontrar en la tumba de los Apóstoles y es lo que necesita el mundo actualmente que no es otra cosa que santos, encontrar al Santo: Nuestro Señor Jesucristo. Deseamos la santidad, queremos alcanzar la santidad y queremos no olvidar de dónde venimos y hacia dónde queremos ir: la fuente bautismal y hacia el cielo”.
La peregrinación culminará el miércoles con la participación de todos los peregrinos en la audiencia general del Papa en la plaza de San Pedro. Allí el arzobispo de Toledo hará entrega al Papa de 590 dibujos de los niños de Primera Comunión que han dirigido al Papa; algunos de ellos acompañados con cartas.
“Es precioso ver cómo los propios niños se pintan al lado del Papa; se trata de un afecto y cariño muy especial”. También se hará entrega al Santo Padre del libro de recetas para rezar en familia preparado por el equipo de la Delegación Diocesana de Familias, junto con un manual con oraciones del ritual hispano-mozárabe. “Le llevamos lo nuestro: nuestras familias que rezan por él, nuestros niños y nuestra historia y, sin duda, también el cariño de toda la archidiócesis” afirma el padre Emilio Palomo.
Viaje a Orbieto y Asís
Otros dos puntos del itinerario será la visita a la Catedral de Orvieto y a la Basílica de Asís. La ciudad de Orvieto es muy importante en la historia de la Iglesia por el milagro eucarístico que tuvo lugar en 1264. En pleno siglo XIII el Padre Pedro de Praga tuvo dudas de fe en relación a la presencia de Cristo en la Eucaristía y la historia cuenta que fue a rezar ante la tumba de San Pedro para pedir que no dudara de la presencia de Cristo en la Eucaristía. Y se cuenta que al regreso de Roma, en la basílica de Sta. Cristina, en Bolsena pudo comprobar que mientras celebraba la Misa emanaban gotas de sangre de la Hostia Consagrada que empaparon el corporal que desde entonces se conserva en la catedral de Orvieto.
“Esta es la motivación de elegir Orvieto ya que Toledo, en vísperas de la celebración del Corpus Christi, peregrina a Orvieto. Es una manera de vivir nuestra fe en la Eucaristía, de amar más el gran misterio de amor que es la Eucaristía y no cabía otro lugar que esta ciudad de la Umbría italiana. Porque es una referencia del amor a la Eucaristía y para nosotros decir Toledo es hablar del amor a la Eucaristía y al Corpus Christi por todo lo que significa” nos cuenta el vicario episcopal.
La basílica de Asís, explica, será un lugar idóneo para vivir de manera especial el Año de la vida Consagrada y pedir por la paz y los cristianos perseguidos.
El padre Emilio Palomo, Vicario Episcopal de La Mancha y uno de los organizadores de la peregrinación destacó un momento central del viaje: la celebración de la Misa de la Ascensión del Señor en el rito hispano-mozárabe presidida por el arzobispo Braulio Rodríguez Plaza.
“Se trata de la cuarta vez que se celebra este rito tan venerable en la Basílica Vaticana. La primera fue durante el Concilio Vaticano II, la segunda fue presidida por San Juan Pablo II en 1992 y la tercera en el contexto del Gran Jubileo del Año 2000”, explica Emilio Palomo.
El rito evoca la historia propia de la archidiócesis: era la liturgia de origen visigótico que mantuvieron los cristianos bajo dominio musulmán en Toledo y que aún se celebra en esta ciudad.
Uno de los momentos de la liturgia mozárabe lo resume con una expresión latina “Sancta Sanctis” (“Lo santo para los santos”). Emilio Palomo no duda en afirmar que “esta expresión refleja lo que buscamos y lo que queremos. Y refleja lo que queremos encontrar en la tumba de los Apóstoles y es lo que necesita el mundo actualmente que no es otra cosa que santos, encontrar al Santo: Nuestro Señor Jesucristo. Deseamos la santidad, queremos alcanzar la santidad y queremos no olvidar de dónde venimos y hacia dónde queremos ir: la fuente bautismal y hacia el cielo”.
La peregrinación culminará el miércoles con la participación de todos los peregrinos en la audiencia general del Papa en la plaza de San Pedro. Allí el arzobispo de Toledo hará entrega al Papa de 590 dibujos de los niños de Primera Comunión que han dirigido al Papa; algunos de ellos acompañados con cartas.
“Es precioso ver cómo los propios niños se pintan al lado del Papa; se trata de un afecto y cariño muy especial”. También se hará entrega al Santo Padre del libro de recetas para rezar en familia preparado por el equipo de la Delegación Diocesana de Familias, junto con un manual con oraciones del ritual hispano-mozárabe. “Le llevamos lo nuestro: nuestras familias que rezan por él, nuestros niños y nuestra historia y, sin duda, también el cariño de toda la archidiócesis” afirma el padre Emilio Palomo.
Viaje a Orbieto y Asís
Otros dos puntos del itinerario será la visita a la Catedral de Orvieto y a la Basílica de Asís. La ciudad de Orvieto es muy importante en la historia de la Iglesia por el milagro eucarístico que tuvo lugar en 1264. En pleno siglo XIII el Padre Pedro de Praga tuvo dudas de fe en relación a la presencia de Cristo en la Eucaristía y la historia cuenta que fue a rezar ante la tumba de San Pedro para pedir que no dudara de la presencia de Cristo en la Eucaristía. Y se cuenta que al regreso de Roma, en la basílica de Sta. Cristina, en Bolsena pudo comprobar que mientras celebraba la Misa emanaban gotas de sangre de la Hostia Consagrada que empaparon el corporal que desde entonces se conserva en la catedral de Orvieto.
“Esta es la motivación de elegir Orvieto ya que Toledo, en vísperas de la celebración del Corpus Christi, peregrina a Orvieto. Es una manera de vivir nuestra fe en la Eucaristía, de amar más el gran misterio de amor que es la Eucaristía y no cabía otro lugar que esta ciudad de la Umbría italiana. Porque es una referencia del amor a la Eucaristía y para nosotros decir Toledo es hablar del amor a la Eucaristía y al Corpus Christi por todo lo que significa” nos cuenta el vicario episcopal.
La basílica de Asís, explica, será un lugar idóneo para vivir de manera especial el Año de la vida Consagrada y pedir por la paz y los cristianos perseguidos.
Comentarios