Al jubilarse entró en las Jerónimas; tras 3 años de vida de monja, la llama a declarar la juez Alaya
Sor Carmen es monja de clausura en el convento de las Jerónimas de Constantina, en Sevilla, (www.jeronimasconstantina.com) desde hace aproximadamente tres años. Es la decisión que tomó tras jubilarse porque siempre había sido muy creyente y desde hace tiempo tenía claro que, cuando dejara de trabajar, se haría religiosa.
Nunca pensó que su tranquila vida de oración y labor se iba a ver alterada. Y menos que su nombre aparecería en el mayor escándalo de corrupción de la historia andaluza.
El 11 de febrero estaba en su celda apartada del mundanal ruido cuando la llamada de ABC le dio uno de los mayores sobresaltos de su vida. Le alertó de que estaba imputada en el caso de los ERE fraudulentos y que tendrá que comparecer en el despacho de la juez Mercedes Alaya el próximo 27 de marzo.
Y es que Sor Carmen no sabía nada de su imputación en el caso ERE. «No he recibido ningún auto, aquí hago vida de monja. Me dedico a la oración y a trabajar en el convento. Hacemos dulces, jabones, licores y otras cosas propias de un convento», afirmó nerviosa admitiendo que ni siquiera tiene abogado que la defienda.
No es para menos: tendrá que acudir al despacho de la juez Mercedes Alaya para responder por una subvención de 44.000 euros que recibió de la Junta la cooperativa en la que trabajaba antes de ingresar en el convento.
Carmen Muñoz Rivas, su nombre antes de que hace tres años tomara los hábitos, era presidenta de una cooperativa en Constantina, SCA Megara, dedicada a confeccionar camisas. Allí se dedicaba a coser esa ropa. Sin embargo, en el año 2004, como la nave estaba muy deteriorada, decidieron arreglar el tejado. Como no tenían dinero porque, según relata, ninguna de sus compañeras ganaba más de 400 euros, se plantearon pedir una subvención. Y esa fue su perdición: se la concedieron.
«Voy a decírselo a la priora»
Sor Carmen conocía al exdirector de Trabajo Francisco Javier Guerrero del pueblo y de haber viajado con él en el autobús de Constantina a Sevilla. Pero asegura que aquella ayuda que obtuvieron se la tramitó el Ayuntamiento. «Nunca pensé que fuera algo incorrecto», dijo asegurando que teme por su continuidad en el convento.
«Ahora mismo voy a decírselo a la priora, espero que no me echen», se lamentó explicando que ira al juzgado vestida de monja. Y que desde ahora tendrá un motivo más para rezar.
La macrocausa de los ERE acumula 265 imputados. Hasta ahora había políticos (la mayoría exaltos cargos de la Junta o exalcaldes), empresarios, abogados, banqueros, mediadores y sindicalistas. También profesionales de todo tipo: futbolistas, churreros, piscineros, taquilleros. Ahora una monja de 68 años que se presentará ante Alaya con el hábito.
Apoyo de las hermanas y de abogados
Carmen Muñoz Rivas, la religiosa que ha sido imputada en el «caso ERE» por recibir una ayuda de la Junta de Andalucía, recibió después, el 12 de febrero, numerosos apoyos tras dar a conocer ABC su caso.
Por un lado, varios abogados mostraron su intención de defenderla de forma desinteresada y sin cobrarle honorarios.
Por otro, el convento de las Jerónimas de Constantina, donde reside Carmen, mostró ayer su «absoluto respaldo a esta hermana», a pesar de que se encuentra en periodo de pruebas en la Orden y de que los hechos que motivaron la imputación se produjeron varios años antes de su llegada al convento.
Sor Carmen tendrá quien la defienda cuando acuda a declarar el próximo 27 de marzo ante la juez Mercedes Alaya que la ha imputado. [...]
«Lo haría por convicción», dijo uno de los letrados personados en el caso ERE. Y otro apuntó su intención de ofrecerle sus servicios y acompañarla incluso, si es necesario, desde el convento de Constantina al juzgado de instrucción número 6 de Sevilla.
En cualquier caso, la paz del convento de las Jerónimas, que elaboran dulces y licores, se vio alterada por la llamada de varios medios de comunicación para interesarse por Carmen Muñoz Rivas, el nombre de la religiosa antes de tomar los hábitos hace tres años. «Ella no ha hecho nada ilegal pero es muy desagradable verse implicada en una cosa así», dijo una de las hermanas del mismo convento.
«Irá con su abogado», aseguró otra de las monjas. Lo que no especificó es cual de los letrados que ya se le han ofrecido para asistirla ante la juez Mercedes Alaya, elegirá finalmente.
Nunca pensó que su tranquila vida de oración y labor se iba a ver alterada. Y menos que su nombre aparecería en el mayor escándalo de corrupción de la historia andaluza.
El 11 de febrero estaba en su celda apartada del mundanal ruido cuando la llamada de ABC le dio uno de los mayores sobresaltos de su vida. Le alertó de que estaba imputada en el caso de los ERE fraudulentos y que tendrá que comparecer en el despacho de la juez Mercedes Alaya el próximo 27 de marzo.
Y es que Sor Carmen no sabía nada de su imputación en el caso ERE. «No he recibido ningún auto, aquí hago vida de monja. Me dedico a la oración y a trabajar en el convento. Hacemos dulces, jabones, licores y otras cosas propias de un convento», afirmó nerviosa admitiendo que ni siquiera tiene abogado que la defienda.
No es para menos: tendrá que acudir al despacho de la juez Mercedes Alaya para responder por una subvención de 44.000 euros que recibió de la Junta la cooperativa en la que trabajaba antes de ingresar en el convento.
Carmen Muñoz Rivas, su nombre antes de que hace tres años tomara los hábitos, era presidenta de una cooperativa en Constantina, SCA Megara, dedicada a confeccionar camisas. Allí se dedicaba a coser esa ropa. Sin embargo, en el año 2004, como la nave estaba muy deteriorada, decidieron arreglar el tejado. Como no tenían dinero porque, según relata, ninguna de sus compañeras ganaba más de 400 euros, se plantearon pedir una subvención. Y esa fue su perdición: se la concedieron.
«Voy a decírselo a la priora»
Sor Carmen conocía al exdirector de Trabajo Francisco Javier Guerrero del pueblo y de haber viajado con él en el autobús de Constantina a Sevilla. Pero asegura que aquella ayuda que obtuvieron se la tramitó el Ayuntamiento. «Nunca pensé que fuera algo incorrecto», dijo asegurando que teme por su continuidad en el convento.
«Ahora mismo voy a decírselo a la priora, espero que no me echen», se lamentó explicando que ira al juzgado vestida de monja. Y que desde ahora tendrá un motivo más para rezar.
La macrocausa de los ERE acumula 265 imputados. Hasta ahora había políticos (la mayoría exaltos cargos de la Junta o exalcaldes), empresarios, abogados, banqueros, mediadores y sindicalistas. También profesionales de todo tipo: futbolistas, churreros, piscineros, taquilleros. Ahora una monja de 68 años que se presentará ante Alaya con el hábito.
Apoyo de las hermanas y de abogados
Carmen Muñoz Rivas, la religiosa que ha sido imputada en el «caso ERE» por recibir una ayuda de la Junta de Andalucía, recibió después, el 12 de febrero, numerosos apoyos tras dar a conocer ABC su caso.
Por un lado, varios abogados mostraron su intención de defenderla de forma desinteresada y sin cobrarle honorarios.
Por otro, el convento de las Jerónimas de Constantina, donde reside Carmen, mostró ayer su «absoluto respaldo a esta hermana», a pesar de que se encuentra en periodo de pruebas en la Orden y de que los hechos que motivaron la imputación se produjeron varios años antes de su llegada al convento.
Sor Carmen tendrá quien la defienda cuando acuda a declarar el próximo 27 de marzo ante la juez Mercedes Alaya que la ha imputado. [...]
«Lo haría por convicción», dijo uno de los letrados personados en el caso ERE. Y otro apuntó su intención de ofrecerle sus servicios y acompañarla incluso, si es necesario, desde el convento de Constantina al juzgado de instrucción número 6 de Sevilla.
En cualquier caso, la paz del convento de las Jerónimas, que elaboran dulces y licores, se vio alterada por la llamada de varios medios de comunicación para interesarse por Carmen Muñoz Rivas, el nombre de la religiosa antes de tomar los hábitos hace tres años. «Ella no ha hecho nada ilegal pero es muy desagradable verse implicada en una cosa así», dijo una de las hermanas del mismo convento.
«Irá con su abogado», aseguró otra de las monjas. Lo que no especificó es cual de los letrados que ya se le han ofrecido para asistirla ante la juez Mercedes Alaya, elegirá finalmente.
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