Muere a los 87 años el cardenal Carles, el primer cardenal en tener un blog en lengua española
El arzobispo emérito de Barcelona, Ricard Maria Carles, ha fallecido en la madrugada del martes 17 de diciembre, con 87 años, en el Hospital de la Mare de Déu de la Cinta, en Tortosa, según ha informado el arzobispado barcelonés.
El cardenal Ricard María Carles, arzobispo emérito de Barcelona y articulista en ReligionEnLibertad desde su blog "Déjame pensar" (en 2011 fue el primer cardenal en mantener un blog en lengua española), fue ingresado el lunes 25 de noviembre en el Hospital de la Mare de Déu de la Cinta de Tortosa (Tarragona) con «sintomatología neurológica» (un ictus).
Exequias en Barcelona, descansará en Valencia
"La muerte de quien fue pastor de esta Iglesia archidiocesana, al cual hemos conocido y apreciado, nos llena de tristeza", ha afirmado el cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, en una nota. "Sin embargo, la fe cristiana nos habla del inicio de la vida plena con Dios Nuestro Señor después de nuestra muerte. Es una expresión de nuestro afecto al querido cardenal Carles rezar por él y acompañar al difunto con la celebración de las exequias".
La misa exequial se celebrará en la catedral de Barcelona el jueves 19 de diciembre, a las 11 de la mañana, con la presencia del cardenal Martínez Sistach, los obispos y el cabildo de la catedral. La capilla ardiente quedará instalada en el Coro de la Catedral a partir de las 11 horas de la mañana del miércoles 18 de diciembre, hasta las 21 horas; y el jueves por la mañana hasta la hora de la misa exequial.
"El cardenal Ricard M. Carles, que fue muy devoto de la Virgen de los Desamparados, cumpliendo su última voluntad, será enterrado en la Basílica de la Virgen de los Desamparados de Valencia", ha detallado la nota del arzobispado barcelonés.
Sencillez y cercanía
El arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, al saber del fallecimiento del cardenal, destacó “su sencillez, su adhesión inquebrantable a Cristo y su pasión por la Iglesia”. Osoro lo visitó este sábado 21 en el hospital de Tortosa. Recordó que “su sencillez le hacía cercano a todos, era un hombre que nunca se dio importancia y se acercaba a todas las personas”. “En todas las horas y ratos que le he visto rezar, pero también en sus reflexiones, era siempre un eco de la Palabra de Dios", señala el actual arzobispo de Valencia. Osoro destaca también que Carles “ha realizado un servicio generoso, sin mirar para él mismo y sin hacer nunca lo que le gustaba sino preguntándose siempre qué es lo que quería Dios”.
Formado en Valencia
Carles nació el 24 de septiembre de 1926 en Valencia. Cursó sus estudios primarios en la escuela de las Teresianas y los secundarios en la de San José de los Padres Jesuitas de Valencia. En 1951 fue ordenado sacerdote tras ingresar en el Seminario Mayor de Valencia y, al mismo tiempo, en el Colegio del Corpus Christi. Dos años después se licenció en Derecho y fue nombrado párroco de Tavernes. En 1969 fue consagrado obispo de Tortosa y en 1990 fue nombrado arzobispo de Barcelona.
Cinco años más tarde el Papa Juan Pablo II lo nombró miembro del consejo de cardenales para el estudio de los problemas económicos y organizativos de la Santa Sede.
Fue un gran impulsor del avance de las obras en la Basílica de la Sagrada Familia y su influencia fue grande en la promoción de algunos de los sacerdotes que actualmente son obispos en Cataluña.
La diócesis de Barcelona era entonces una de las más grandes del mundo, con más de 4 millones de habitantes y él la reorganizó en demarcaciones que primero encomendó a obispos auxiliares y después a vicarios pastorales.
Sus obispos auxiliares pastorearon después diócesis en toda Cataluña: Jaume Traserra estuvo en Solsona; Carles Soler estuvo en Gerona, Joan-Enric Vives aún sigue en La Seu d´Urgell y José Ángel Sáiz Meneses sigue en la diócesis de Terrassa, que se creó en 2004 cuando Juan Pablo II, al aceptar la renuncia de Carles por motivos de edad, erigió dos nuevas diócesis (Terrassa y Sant Feliu).
Carles se retiró como arzobispo de Barcelona en 2004, a los 78 años y tras 14 años al frente del cargo.
Participó después, con derecho a voto, en el Cónclave de 2005 que eligió a Benedicto XVI como sucesor de Juan Pablo II. "Era el mejor de entre nosotros", declararía después Carles varias veces.
Reflexiones espirituales... y montañeras
A Carles le gustaba escribir textos cortos con formato de carta o reflexiones espirituales, que se recopilaron después en libros como "Fe i cultura" (1990), "Cartes de la vida estant" (1994) o "Cartas para una mujer de hoy". Usaría luego este formato en su blog.
Además de en ReligionEnLibertad, el cardenal Carles fue una firma constante cada miércoles durante años con su columna en el suplemento de religión "Fe y Razón" del diario La Razón, hasta que desapareció este suplemento en septiembre de 2010.
Gran amante de la montaña y el senderismo, el cardenal Carles a menudo empleaba comparaciones "montañeras" para hablar de la vida cristiana, sus alegrías y sus dificultades, sus "cimas" y sus "valles".
Aunque publicó su último artículo de blog en pleno verano (el 30 de julio), el tema de su último texto como "bloguero" encaja -quizá de forma providencial- con estas fechas prenavideñas, abordando la relación entre Jesús y María. Lo volvemos a publicar aquí.
El último "blog" del cardenal Carles
Cómo era la relación entre Jesús y María
(30 de julio de 2013)
“En el mes sexto fue enviado el ángel Gabriel de parte de Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret a una virgen desposada con un varón de nombre José, de la casa de David, el nombre de la virgen era María. Y, presentándose a ella, le dijo: Salve, llena de gracia, el Señor es contigo.(…) El ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Él. Y concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. Él será llamado Hijo del Altísimo y le dará el Señor Dios el trono de David, su padre, y reinará en la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.
Dijo María al ángel: ¿Cómo podrá ser esto, pues yo no conozco varón? El ángel le contestó y dijo: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti y la virtud del altísimo te cubrirá con su sombra y por eso el hijo engendrado será santo. Será llamado Hijo de Dios y Isabel, tu pariente también ha concebido un hijo en su vejez, y éste es el mes sexto de la que era estéril, porque nada hay imposible para Dios. Dijo María: He aquí la sierva del Señor. Hágase en mí según tu palabra. Y se fue de ella el ángel (Lucas, 1, 26-38).
María quiso compartir su inefable novedad con Isabel. Pero no es absurdo pensar que, mientras subía hacia casa de ella, pudo pensar si aquella creería el cómo de su encarnación. Y es aquí, como tantas veces sucedería en su vida, que Jesús le echa una mano.
Pues María, muy educadamente, antes de entrar en casa de Isabel, la llama desde el umbral.
Y he aquí, que, nada más escucha Isabel la voz de María, nota que su hijo saltaba de gozo en su seno, -era Juan Bautista, primo de Jesús- y, ella, alzando la voz le grita a María: “¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! Y, más aún: "¿De dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí?"
No podemos olvidar que, para una persona devota, el “Señor” es Dios. María nada tenía que explicar a Isabel que ya sabía todo. Fué un gran regalo de su Hijo...
Hemos visto algo de la relación de Jesús con María. Veamos algo de la relación de ella con su Hijo.
Han pasado años y, un día ambos coinciden en las bodas de un amigo. María se da cuenta de que el vino se está acabando a mitad del convite, y le dice a Jesús: “No tienen vino”. La respuesta de Él es breve: “No ha llegado todavía mi hora”. Es decir: “Aún no ha llegado la hora de que manifieste quién soy yo”. María no insiste directamente, pero dice a los criados: “Haced lo que Él os diga”.
El evangelio calla y no añade nada, pero parece claro que María no iba a quedar defraudada, ni los novios en el apuro de quedarse sin vino. Ella sabía que la indicación de que Él iba a hacer algo no caería en el vacío (Juan 2, 1-7).