Carlos Osoro, arzobispo de Valencia
«La Iglesia no camina por este mundo con la fuerza del poder humano, sino con la del poder de Dios»
El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, aseguró anoche ante cientos de jóvenes que llenaban sentados en el suelo la Basílica de la Virgen de Valencia en la vigilia de oración del mes de mayo con el prelado, que "esta tierra necesita más que nunca de jóvenes con la osadía de presentar, sin miedo, el rostro de Cristo en medio de los hombres".
En su catequesis tras la lectura del pasaje evangélico de la Anunciación, monseñor Osoro explicó a los jóvenes que "nosotros también hemos sido elegidos, como María, por Dios para formar parte de la Iglesia y eso quiere decir, para mostrar su cercanía a todos los hombres", algo que se consigue "no desde el egoísmo y el hacer sólo lo que `yo quiero´, sino desde la apertura a Dios y a los demás".
Según el Arzobispo, "la misión que Dios diseñó en María es la que encarga también a la Iglesia, para dar su rostro en medio de los hombres".
Esta misión "no podemos hacerla nosotros con nuestras fuerzas sino con la del Espíritu Santo, porque la Iglesia no camina por este mundo con la fuerza del poder humano, sino con la del poder de Dios", señaló monseñor Osoro, que precisó que "la transformación del mundo no se consigue con gritos sino con vidas que muestren con gozo, generosidad y bondad el rostro de Cristo".
Por otra parte, varios turistas de Holanda, Italia y Gran Bretaña que se encontraban en las inmediaciones de la Basílica entraron en el templo al ver desde fuera la concentración de jóvenes en la vigilia y decidieron participar en ella de pie.
En su catequesis tras la lectura del pasaje evangélico de la Anunciación, monseñor Osoro explicó a los jóvenes que "nosotros también hemos sido elegidos, como María, por Dios para formar parte de la Iglesia y eso quiere decir, para mostrar su cercanía a todos los hombres", algo que se consigue "no desde el egoísmo y el hacer sólo lo que `yo quiero´, sino desde la apertura a Dios y a los demás".
Según el Arzobispo, "la misión que Dios diseñó en María es la que encarga también a la Iglesia, para dar su rostro en medio de los hombres".
Esta misión "no podemos hacerla nosotros con nuestras fuerzas sino con la del Espíritu Santo, porque la Iglesia no camina por este mundo con la fuerza del poder humano, sino con la del poder de Dios", señaló monseñor Osoro, que precisó que "la transformación del mundo no se consigue con gritos sino con vidas que muestren con gozo, generosidad y bondad el rostro de Cristo".
Por otra parte, varios turistas de Holanda, Italia y Gran Bretaña que se encontraban en las inmediaciones de la Basílica entraron en el templo al ver desde fuera la concentración de jóvenes en la vigilia y decidieron participar en ella de pie.
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