El cura motero es expulsado por el público
Primero es apartado del sacerdocio y ahora lo expulsan de GH 12+1
El sacerdote de la diócesis de Bercelona, el religioso Juan Antonio Molina, que fue suspendido "a divinis" en enero pasado por participar en el reality show Gran Hermano 12 + 1, fue expulsado este lunes por los telespectadores durante la última gala del programa.
Así, el "cura motero" parace ser que ha perdido soga y cabra al tener que dejar de convivir en la casa de Guadalix de la Sierra ante las cámaras por "petición popular".
"Has sido muy criticado porque has metido mano a las chicas a diestro y siniestro", le dijo la conductora del programa telebasura Mercedes Millá cuando lo entrevistó en el plató. Ante ello el sacerdote respondió con un lacónico: "Si tocar la rodilla se considera meter mano...".
Millá fue, sin embargo, complaciente con Molina: "Has ayudado a mucha gente desde la casa. Si eso era lo que te habías propuesto, lo has conseguido". La figura de Juan en Gran Hermano ha hecho que muchos espectadores se hayan reconciliado con la religión, "con una creencia gracias a tí", le dijo la periodista antes de sacarle en cara algunas de las críiticas contra él.
El futuro del "pater"
Ante la posibilidad que le planteó Milla de que quizás ya no pueda ejercer nunca más el sacerdocio, el religioso se defendió diciendo que cuando decidó ir a Gran Hermano "por parte de la congregación recibí un no rotundo. Me dijeron que estaba suspendido hasta nuevo aviso, ahora tendrían que levantarme la pena. Yo tengo la conciencia muy tranquila, no creo que haya hecho nada que tenga que hacer que deje de ser lo que soy", opinó.
"Tú tienes mucha vocación, siempre has querido ser sacerdote. ¿No te da miedo que ya no puedas ayudar a los demás por el hecho de haber entrado en Gran hermano?", prosiguió Millá. A lo que sacerdote respondió: "Yo estoy muy tranquilo. Siempre voy a poder ayudar a la gente y creo que gracias a mi paso por la televisión puede que ayude hasta más".
Así, el "cura motero" parace ser que ha perdido soga y cabra al tener que dejar de convivir en la casa de Guadalix de la Sierra ante las cámaras por "petición popular".
"Has sido muy criticado porque has metido mano a las chicas a diestro y siniestro", le dijo la conductora del programa telebasura Mercedes Millá cuando lo entrevistó en el plató. Ante ello el sacerdote respondió con un lacónico: "Si tocar la rodilla se considera meter mano...".
Millá fue, sin embargo, complaciente con Molina: "Has ayudado a mucha gente desde la casa. Si eso era lo que te habías propuesto, lo has conseguido". La figura de Juan en Gran Hermano ha hecho que muchos espectadores se hayan reconciliado con la religión, "con una creencia gracias a tí", le dijo la periodista antes de sacarle en cara algunas de las críiticas contra él.
El futuro del "pater"
Ante la posibilidad que le planteó Milla de que quizás ya no pueda ejercer nunca más el sacerdocio, el religioso se defendió diciendo que cuando decidó ir a Gran Hermano "por parte de la congregación recibí un no rotundo. Me dijeron que estaba suspendido hasta nuevo aviso, ahora tendrían que levantarme la pena. Yo tengo la conciencia muy tranquila, no creo que haya hecho nada que tenga que hacer que deje de ser lo que soy", opinó.
"Tú tienes mucha vocación, siempre has querido ser sacerdote. ¿No te da miedo que ya no puedas ayudar a los demás por el hecho de haber entrado en Gran hermano?", prosiguió Millá. A lo que sacerdote respondió: "Yo estoy muy tranquilo. Siempre voy a poder ayudar a la gente y creo que gracias a mi paso por la televisión puede que ayude hasta más".
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