«Sabemos que rezando vamos a acabar con el aborto»

“Rezar ante un abortorio día tras día, haga el tiempo que haga, te pase lo que te pase, es la mejor catequesis de mi vida.” La Cuaresma es el tiempo elegido por 40 Días por la Vida (40DPLV) para llevar a cabo la primera de sus campañas anuales de oración por el fin del aborto, y el testimonio de este voluntario no es excepcional.

“Aunque estés rezando solo en plena calle, sientes cada instante que estás acompañado. El Señor nos regala cada uno de estos 40 días.”

En ocasiones quienes les ven rezar en plena calle, frente a los abortorios, les felicitan. Otras veces les insultan, les escupen o se ríen de ellos. Desde los periódicos les han acusado de “intimidar” con sus Rosarios a los abortistas. “El propietario del abortorio Callao, en Madrid, llegó a avisar a la Policía porque ocho personas estábamos al otro lado de la calle rezando en voz baja por el fin del aborto”, explica Candela, una productora de televisión madrileña.

Para Pilar, psicóloga, rezar durante 40 días ante un abortorio refuerza su fe. Ella lo hace en Madrid: “Me impresiona el ambiente, la contraposición de realidades que conviven en un espacio muy próximo: el templo eucarístico de San Martín de Tours y enfrente el abortorio, la abundante prostitución que espera, la gente que va y viene y el grupo de oración como una isla delante de ese centro donde se cercena la vida”.

Frank, neoyorquino afincado en Madrid, declara que cada campaña “me saca de mi letargo con ilusión de hacer algo importante por Dios y la salvación de las almas. También me da motivo para hacer esa mortificación que es tan fácil olvidar”. El ayuno es otro de los compromisos de 40 Días por la Vida y Frank perdió 15 kilos en las dos campañas del pasado año.

Los miembros de 40DPLV son laicos que no quieren decir de sí mismos más que el nombre de pila. No les gusta contar si pertenecen a movimientos o grupos, o si trabajan en asociaciones o desarrollan actividades provida.

“Lo que nos une es la oración por el fin del aborto y todo lo demás no importa. Queremos mantener 40DPLV al margen de grupos y filiaciones. Demasiada división hay ya en todas partes. Nosotros nos reunimos para rezar delante de los abortorios y cuando terminamos, cada cual se marcha sin que nadie le pida explicaciones”.
40 Días por la Vida llegó a España en invierno de 2011, cuando cinco católicos de las diócesis de Madrid y Getafe llegaron a la conclusión de que su activismo provida no bastaba: “Para los creyentes la actividad en defensa de los no nacidos no es suficiente: para acabar con el aborto nuestro mejor instrumento es la oración.”

María Ángeles, profesora de universidad en Sevilla, cree “quien no ha visto los ojos vacíos de una mujer que acaba de abortar, quien no ha entendido el nerviosismo que provoca en un abortorio unas cuantas mujeres armadas con Rosarios, no puede entender la realidad del aborto y cómo la única esperanza nace de la oración.”
Francisco, jubilado, es contundente: “El remedio es Dios. Hay que pedírselo. Públicamente”.

Durante 40 días seguidos, dos veces al año (Cuaresma y otoño), los miembros de 40DPLV, una iniciativa internacional de oración por la vida nacida en Estados Unidos, rezan delante de los abortorios de varias ciudades españolas. “En esta campaña, que finalizará el 1 de abril, estamos rezando en ocho ciudades. Hay personas que lo hacen solas, hay grupos de 2 o 3, otros son más numerosos. Pero todos queremos dar testimonio público de nuestra fe, queremos formar parte de la nueva evangelización pedida por el Papa. Y sobre todo, estamos convencidos de que rezando vamos a terminar con el aborto en España y en todo el mundo”.

Nacho es historiador, tiene 33 años y reza casi siempre solo frente al abortorio Triana, en Sevilla. Algún transeúnte le ha acusado de exhibicionismo: “Sí, efectivamente, estoy aquí para que me vean, pero no por orgullo o por afán de protagonismo. Rezar de forma humilde y sencilla en la calle no es merito mío, sino del Señor, y si con el testimonio en la calle se consigue que la gente, al menos, se pare un segundo a pensar y le dé una segunda oportunidad a las vidas de los más débiles, cómo no hacerlo.”

Las historias que estas personas viven frente a los abortorios de toda España se publican en la web www.40diasporlavida.es, donde también se pueden consultar los horarios y lugares en que se reúnen para rezar. Lo harán durante toda la Cuaresma, unidos a los grupos de oración de ciudades de tres continentes. Y volverán a hacerlo otros 40 días entre octubre y noviembre. “Y así cada año, en Cuaresma y otoño, hasta que el aborto desaparezca de nuestro país”.