En Tarragona
Cruzada desde el púlpito contra una plantación de marihuana
El sacerdote afirma que el cannabis será "más dañino que el cementerio nuclear".
Un sacerdote que ejerce su labor pastoral en varios pueblos de la Ribera D’Ebre (Tarragona) ha emprendido una cruzada contra la decisión del municipio de Rasquera de destinar terrenos al cultivo de la marihuana.
En sus enérgicas homilías del domingo pasado, el clérigo Dámaso Ruiz Tintoré, de 41 años de edad, expresó “una preocupación especial por los jóvenes, que son el colectivo más afectado”, y comentó que estas tierras “se han hecho tristemente famosas” por dicha idea.
Esta noticia, señaló, lo ha dejado “desolado”, calificándola de “síntoma de la creciente degradación moral de nuestra comarca”. Tras enumerar los efectos de la marihuana afirmó que “la droga destruye a la persona en su cuerpo, su mente, su espíritu”.
Desconfiando del uso terapéutico, posible “pretexto legal”, condenó que aquellos parajes se hayan convertido “en un paraíso del tráfico y consumo”. “Ni los puestos de trabajo ni los notables ingresos económicos justifican ni compensan el grave mal que causará esta disparatada iniciativa”.
“El cultivo de marihuana será más dañino que el cementerio nuclear”, sentenció el sacerdote por lo que. llamó a la movilización ciudadana “para detener tan nocivo proyecto” y pidió a los gobernantes la urgente elaboración de "leyes y medidas que paren la impunidad con que la droga es elaborada, consumida y distribuida”. ”Que la Ribera d’Ebre no se convierta en el Medellín de nuestro país”.
En sus enérgicas homilías del domingo pasado, el clérigo Dámaso Ruiz Tintoré, de 41 años de edad, expresó “una preocupación especial por los jóvenes, que son el colectivo más afectado”, y comentó que estas tierras “se han hecho tristemente famosas” por dicha idea.
Esta noticia, señaló, lo ha dejado “desolado”, calificándola de “síntoma de la creciente degradación moral de nuestra comarca”. Tras enumerar los efectos de la marihuana afirmó que “la droga destruye a la persona en su cuerpo, su mente, su espíritu”.
Desconfiando del uso terapéutico, posible “pretexto legal”, condenó que aquellos parajes se hayan convertido “en un paraíso del tráfico y consumo”. “Ni los puestos de trabajo ni los notables ingresos económicos justifican ni compensan el grave mal que causará esta disparatada iniciativa”.
“El cultivo de marihuana será más dañino que el cementerio nuclear”, sentenció el sacerdote por lo que. llamó a la movilización ciudadana “para detener tan nocivo proyecto” y pidió a los gobernantes la urgente elaboración de "leyes y medidas que paren la impunidad con que la droga es elaborada, consumida y distribuida”. ”Que la Ribera d’Ebre no se convierta en el Medellín de nuestro país”.
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