Una labor hacia dentro y hacia fuera
¿A qué se dedica un nuncio? Responde monseñor Frattini
En España el representante del Papa es el decano del Cuerpo Diplomático, pero no siempre se conoce su tarea.
El nuncio de Su Santidad en España, Renzo Frattini, dictó este viernes, durante la apertura del Año Judicial del Tribunal Eclesiástico de Valencia, una lección magistral titulada Tarea eclesial de los representantes pontificios hoy: unidad y universalidad.
En su disertación, monseñor Fratini definió, entre otras cuestiones, la tarea de los representantes pontificios como “un precioso servicio a los obispos, a los sacerdotes, y a todos los católicos del país” y un “servicio a la Iglesia local” . Así, la misión de los legados “no se sobrepone al ejercicio del poder de los obispos ni lo sustituye ni lo dificulta sino que lo respeta y, más aún, lo favorece y sostiene con fraterno y discreto consejo”. La presencia del Papa a través de su “representante” está para “ayudar y posibilitar que las cosas sean como deben de ser: ayudar al obispo a ser obispo”.
Por ello, “entre sus tareas destaca la ayuda a disolver las divisiones internas, a defender la fe, poniendo cuidado en la enseñanza, y a promover la misión ya que la Iglesia Universal está llamada a evangelizar a todos los pueblos”. Además, “deben esforzarse para que se promuevan iniciativas a favor de la paz, del progreso y de la cooperación entre los pueblos”, ha añadido.
De otro lado, Renzo Frattini recordó en su conferencia la “necesidad de diálogo y de entendimiento entre la Iglesia y la comunidad política” con el fin de “comprenderse y colaborar; evitar desidias y trabajar juntos por la paz”. Así, expresó que ese diálogo tiene como “finalidades más específicas”: garantizar la libertad de la Iglesia, asegurar al Estado los objetivos pacíficos de la Iglesia, ofrecer la ayuda de la energía espiritual a la sociedad civil para que pueda trabajar por el bien común de todos sus miembros, sin olvidar los valores religiosos.
Por último, recordando palabras de Benedicto XVI, defendió, en la sociedad globalizada, la “necesidad de una unidad interior de la comunidad mundial”: “Se ve con claridad que una Iglesia no crece en la medida que se atrinchera a nivel nacional, se separa y se encierra en un determinado sector cultural y lo obstaculiza, sino que la Iglesia necesita unidad”.
En su disertación, monseñor Fratini definió, entre otras cuestiones, la tarea de los representantes pontificios como “un precioso servicio a los obispos, a los sacerdotes, y a todos los católicos del país” y un “servicio a la Iglesia local” . Así, la misión de los legados “no se sobrepone al ejercicio del poder de los obispos ni lo sustituye ni lo dificulta sino que lo respeta y, más aún, lo favorece y sostiene con fraterno y discreto consejo”. La presencia del Papa a través de su “representante” está para “ayudar y posibilitar que las cosas sean como deben de ser: ayudar al obispo a ser obispo”.
Por ello, “entre sus tareas destaca la ayuda a disolver las divisiones internas, a defender la fe, poniendo cuidado en la enseñanza, y a promover la misión ya que la Iglesia Universal está llamada a evangelizar a todos los pueblos”. Además, “deben esforzarse para que se promuevan iniciativas a favor de la paz, del progreso y de la cooperación entre los pueblos”, ha añadido.
De otro lado, Renzo Frattini recordó en su conferencia la “necesidad de diálogo y de entendimiento entre la Iglesia y la comunidad política” con el fin de “comprenderse y colaborar; evitar desidias y trabajar juntos por la paz”. Así, expresó que ese diálogo tiene como “finalidades más específicas”: garantizar la libertad de la Iglesia, asegurar al Estado los objetivos pacíficos de la Iglesia, ofrecer la ayuda de la energía espiritual a la sociedad civil para que pueda trabajar por el bien común de todos sus miembros, sin olvidar los valores religiosos.
Por último, recordando palabras de Benedicto XVI, defendió, en la sociedad globalizada, la “necesidad de una unidad interior de la comunidad mundial”: “Se ve con claridad que una Iglesia no crece en la medida que se atrinchera a nivel nacional, se separa y se encierra en un determinado sector cultural y lo obstaculiza, sino que la Iglesia necesita unidad”.
Comentarios