Fiesta cristiana
¿Halloween? O también recordar Todos los Santos de la mano del arzobispo de Valencia
Es el día para recordar a quienes nos dieron ejemplo de fidelidad a Cristo y acudir al cementerio a orar por nuestros fieles difuntos.
La reciente introducción en España de la fiesta de Halloween continúa suscitando controversia. Este sábado, por ejemplo, Eduardo Arroyo denunciaba que en nuestro país, donde carece de arraigo, "significa la imposición y el triunfo de la cultura de masas", paralelamente al "abandono progresivo de las señas de identidad que se concreta en la marginalización progresiva de nuestro Día de Todos los Santos".
El columnista de El Semanal Digital concluía su argumento con una invitación: "Preparémonos para irrumpir en el futuro con la fuerza vivificadora de lo verdadero y la frescura de la imaginación. Nada de lo que hay nos sirve y jalogüín es una buena prueba. Para empezar, váyase pues el lector al cementerio y récele un poco a su abuelo. Hoy día esto es una actitud claramente subversiva" (pinche aquí para leer el artículo completo).
"Subversión" episcopal
En este sentido, también puede considerarse subversiva la carta pastoral del arzobispo de Valencia, una exhortación espiritual anticipada a la fiesta de Todos los Santos, en la cual nos recuerda que "quien se encuentra con Jesucristo, cambia de perspectiva y de lógica. Un santo, lo llega a ser porque se pone ante el Santo de los santos y éste ocupa su persona, le despierta a unas acciones nuevas, le entrega un rostro nuevo con el que accede a todos los hombres y manifiesta las maravillas del poder del Santo de los santos, que es Jesucristo".
Carlos Osoro lanza una apremiante llamada a los fieles: "En todas nuestras comunidades cristianas, tenemos que realizar un ejercicio de renovación espiritual. La Nueva Evangelización requiere este ejercicio y exige una promoción pastoral de la santidad, para que todos los cristianos estemos atentos a la voluntad de Dios, cuya vida verdadera compartimos participando en su naturaleza divina".
El ejemplo de los santos
Los santos, añade monseñor Osoro, constituyen con su vida un auténtico Evangelio abierto: "El santo es el que ha dejado todo por Cristo. ¡Qué bueno es comprobar cómo mediante la muchedumbre de los santos, el Señor nos ha abierto a lo largo de la historia el Evangelio y cómo lo está haciendo aún hoy! Los santos son una estela luminosa que Dios va dejando en el transcurso de la historia. Al conocer las vidas de los santos, contemplamos cómo se puede llevar una vida de modo justo, cómo se vive a la manera de Dios".
Cuando la iconografía importada de series y películas, ajena incluso a la poesía de que supo dotar Gustavo Adolfo Bécquer la noche tenebrosa de El monte de las ánimas, nos evoca el mundo de la oscuridad, el arzobispo de Valencia nos invita a la luz del día siguiente: "Al celebrar la fiesta de Todos los Santos, sintamos la alegría de formar parte de la gran familia de los amigos de Dios o, como escribe el Apóstol san Pablo, de «participar en la herencia de los santos en la luz»”.
(Pinche aquí para leer la pastoral completa.)