Según los obispos españoles
En aumento los creyentes que viven «al margen de la fe», indiferentes, relativistas y subjetivos
Los obispos españoles de la Comisión Episcopal del Apostolado Seglar creen que el aumento se debe a la «secularización, la indiferencia religiosa y la superficialidad» de la sociedad.
Este aumento se debe a la "secularización, la indiferencia religiosa y la superficialidad" de la sociedad, según han explicado los obispos en un mensaje publicado con motivo de la solemnidad de Pentecostés y del Día de la Acción Católica y el Apostolado Seglar que se celebra el próximo 12 de junio bajo el lema "Arraigados en Cristo, anunciamos el Evangelio".
En este sentido, los obispos aseguran que aquellos bautizados que "no se preguntan por el sentido de la existencia" son "presa fácil del relativismo y del subjetivismo" porque, a su juicio, les da "pánico" tener criterios propios y ser distintos de los demás.
"Ofrecen culto a los ídolos del dinero, del placer y del poder, alejándose inconscientemente del Dios verdadero y de la Iglesia que los engendró a la fe", apuntan para referirse a "muchos bautizados" que, a su juicio, "permanecen cerrados a la trascendencia y olvidan su servicio y entrega al prójimo".
Además, consideran que la secularización también ha hecho posible "que algunos bautizados intenten vivir su fe en Dios sin renunciar a los criterios del mundo" y se decanten por "un estéril individualismo religioso" en lugar de participar en las actividades evangelizadoras de la comunidad cristiana.
Ante esta "nueva realidad social, cultural y religiosa" proponen a sacerdotes, religiosos y cristianos laicos, que emprendan "una nueva evangelización" y no esperen "con los brazos cruzados a que pasen los obstáculos".
En todo caso, los obispos admiten que "en ocasiones" todos los bautizados "corren el riesgo de acostumbrarse a vivir la fe" y "olvidan que han sido injertados en la vida de Cristo en virtud del sacramento del Bautismo". Ante este "olvido", la Comisión Episcopal insta a los cristianos a "no conformarse con una vida cristiana mediocre y rutinaria".
Así, recuerdan que sólo pueden ser "auténticos creyentes" quienes se dejan evangelizar y aceptan "de buen grado" ser renovados mediante el encuentro con Jesucristo en la oración, en las celebraciones litúrgicas y en el ejercicio de la caridad.