La BAC amplía las obras completas de Ratzinger: un predicador profundo y claro, dice Carlos Granados
Carlos Granados llegó a la dirección de la Biblioteca de Autores Cristianos (BAC) en octubre de 2011 con un encargo muy especial: poner en marcha la edición en español de las «Obras completas» de Joseph Ratzinger.
Desde entonces es el responsable de uno de los proyectos más ambiciosos de la editorial de la Conferencia Episcopal Española.
El editor de las «Obras completas» del Papa alemán destaca la relevancia de contar «en español con la obra del teólogo vivo más importante».
—¿Qué escritos han sido incluidos en esta «opera omnia» de Joseph Ratzinger?
— Propiamente en esta obra se han incluido los escritos de Joseph Ratzinger como teólogo, como buscador de la verdad del Evangelio, no como Pontífice. De su etapa como Papa sólo está incluido Jesús de Nazaret. El resto no. Por ejemplo, no hay nada de sus discursos. En estas «Obras completas», además, está recogido todo lo que él ha querido que se recogiera. Él va siguiendo el proyecto personalmente, revisa y escribe una introducción para cada volumen. Algunos escritos incluso los ha modificado.
—¿Por ejemplo?
— En el volumen cuatro que trata sobre la familia y que publicaremos próximamente. En los años 70, Joseph Ratzinger decía que la comunión de los divorciados vueltos a casar era un tema abierto, que se podía estudiar. Pero en 1981 en la exhortación apostólica Familiaris Consortio, Juan Pablo II dijo que no se podía dar la comunión a los divorciados vueltos a casar. Ratzinger dice que ahora que hay magisterio, ya no es un tema abierto y lo ha modificado en las «Obras completas».
—¿Podemos decir entonces que la última versión de Joseph Ratzinger como teólogo está en esta colección?
— Claro. Esta obra tiene un interés muy grande para conocer cómo piensa él ahora.
—¿Cómo surge la idea de esta publicación?
— El cardenal Gerhard Müller, que es ahora el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, empezó hace diez años en Ratisbona a recopilar los escritos de Ratzinger. Muchos de ellos estaban sin publicar o mal traducidos. A través de la fundación Joseph Ratzinger (www.fondazioneratzinger.va), que tiene como objetivo promover la Teología, comenzaron a publicar esta colección. En español empezamos a hacerlo en 2011 y entonces vamos siguiendo el ritmo de la publicación germana. En alemán han publicado ya casi 10 volúmenes y nosotros llevamos seis. La obra total son 18 o 19.
—¿Qué relevancia tiene este proyecto editorial?
— Joseph Ratzinger ha sido el teólogo más grande del siglo XX y lo que va del XXI. Es la gran personalidad todavía viva del Concilio Vaticano II. Quiero decir que es un personaje único. Es una noticia muy relevante que podamos tener en español la obra del teólogo vivo más importante. De hecho la gente está acogiendo esta obra muy bien. De todos los volúmenes hemos tenido que hacer una reedición y de los más antiguos incluso hemos hecho dos reediciones.
—¿Cómo está estructurada la obra?
— Está organizada por temas (Iglesia, Escatología, Concilio Vaticano II, Jesús de Nazaret). Luego dentro de cada volumen, los artículos están estructurados cronológicamente. Eso es muy útil porque si quiero saber qué ha escrito Joseph Ratzinger sobre el Concilio Vaticano II lo tengo en un volumen.
—El cardenal Julián Herranz ha definido alguna vez a Benedicto XVI con la personalidad de un Padre de la Iglesia, ¿cree que esta obra confirma ese rasgo del Papa alemán?
— Yo creo que sí. Me parece la comparación más acertada. Para mí lo más significativo de la figura de Benedicto XVI es que es un predicador, incluso más que un teólogo. Sabe predicar la fe con profundidad, con claridad. En el fondo eso eran los padres de la Iglesia, como León Magno, San Cipriano o San Agustín y él además se siente muy identificado con esas figuras.
—Jesús de Nazaret es el último volumen publicado, ¿se trata de su obra más importante?
— Creo que sí. Es una obra que él mismo reconoce que había deseado escribir toda su vida. En ella refleja lo que ha hecho a lo largo de toda su obra que es acercar la fe a la gente sencilla y por eso es un teólogo que se lee bien. En comparación con otros teólogos complicados, Ratzinger hace un esfuerzo por hacerse comprensible. Este libro es un ejemplo.
—¿Que aportación hace al campo de la Teología con este libro?
— En el siglo XIX y principio del XX el acercamiento a los Evangelios se hacía desde la perspectiva histórica pero sin valorar en su justa medida que estamos ante la Palabra de Dios. Se intentaba reducir lo sobrenatural a las categorías naturales. Ratzinger retoma que en la vida de Jesús acontece algo sobrenatural, algo que no es reconducible solo a la cultura, a la historia: ese hecho fundamental es la Resurrección. Creo que la aportación de Ratzinger es ese modo de leer la vida de Jesús aceptando todo lo que ha dado de sí la crítica histórica pero partiendo del dato de fe. Parte del dato de fe, asume todo lo que ha aportado la ciencia al conocimiento de la historia, de la cultura y hace una obra original.
Desde entonces es el responsable de uno de los proyectos más ambiciosos de la editorial de la Conferencia Episcopal Española.
El editor de las «Obras completas» del Papa alemán destaca la relevancia de contar «en español con la obra del teólogo vivo más importante».
—¿Qué escritos han sido incluidos en esta «opera omnia» de Joseph Ratzinger?
— Propiamente en esta obra se han incluido los escritos de Joseph Ratzinger como teólogo, como buscador de la verdad del Evangelio, no como Pontífice. De su etapa como Papa sólo está incluido Jesús de Nazaret. El resto no. Por ejemplo, no hay nada de sus discursos. En estas «Obras completas», además, está recogido todo lo que él ha querido que se recogiera. Él va siguiendo el proyecto personalmente, revisa y escribe una introducción para cada volumen. Algunos escritos incluso los ha modificado.
—¿Por ejemplo?
— En el volumen cuatro que trata sobre la familia y que publicaremos próximamente. En los años 70, Joseph Ratzinger decía que la comunión de los divorciados vueltos a casar era un tema abierto, que se podía estudiar. Pero en 1981 en la exhortación apostólica Familiaris Consortio, Juan Pablo II dijo que no se podía dar la comunión a los divorciados vueltos a casar. Ratzinger dice que ahora que hay magisterio, ya no es un tema abierto y lo ha modificado en las «Obras completas».
—¿Podemos decir entonces que la última versión de Joseph Ratzinger como teólogo está en esta colección?
— Claro. Esta obra tiene un interés muy grande para conocer cómo piensa él ahora.
—¿Cómo surge la idea de esta publicación?
— El cardenal Gerhard Müller, que es ahora el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, empezó hace diez años en Ratisbona a recopilar los escritos de Ratzinger. Muchos de ellos estaban sin publicar o mal traducidos. A través de la fundación Joseph Ratzinger (www.fondazioneratzinger.va), que tiene como objetivo promover la Teología, comenzaron a publicar esta colección. En español empezamos a hacerlo en 2011 y entonces vamos siguiendo el ritmo de la publicación germana. En alemán han publicado ya casi 10 volúmenes y nosotros llevamos seis. La obra total son 18 o 19.
—¿Qué relevancia tiene este proyecto editorial?
— Joseph Ratzinger ha sido el teólogo más grande del siglo XX y lo que va del XXI. Es la gran personalidad todavía viva del Concilio Vaticano II. Quiero decir que es un personaje único. Es una noticia muy relevante que podamos tener en español la obra del teólogo vivo más importante. De hecho la gente está acogiendo esta obra muy bien. De todos los volúmenes hemos tenido que hacer una reedición y de los más antiguos incluso hemos hecho dos reediciones.
—¿Cómo está estructurada la obra?
— Está organizada por temas (Iglesia, Escatología, Concilio Vaticano II, Jesús de Nazaret). Luego dentro de cada volumen, los artículos están estructurados cronológicamente. Eso es muy útil porque si quiero saber qué ha escrito Joseph Ratzinger sobre el Concilio Vaticano II lo tengo en un volumen.
—El cardenal Julián Herranz ha definido alguna vez a Benedicto XVI con la personalidad de un Padre de la Iglesia, ¿cree que esta obra confirma ese rasgo del Papa alemán?
— Yo creo que sí. Me parece la comparación más acertada. Para mí lo más significativo de la figura de Benedicto XVI es que es un predicador, incluso más que un teólogo. Sabe predicar la fe con profundidad, con claridad. En el fondo eso eran los padres de la Iglesia, como León Magno, San Cipriano o San Agustín y él además se siente muy identificado con esas figuras.
—Jesús de Nazaret es el último volumen publicado, ¿se trata de su obra más importante?
— Creo que sí. Es una obra que él mismo reconoce que había deseado escribir toda su vida. En ella refleja lo que ha hecho a lo largo de toda su obra que es acercar la fe a la gente sencilla y por eso es un teólogo que se lee bien. En comparación con otros teólogos complicados, Ratzinger hace un esfuerzo por hacerse comprensible. Este libro es un ejemplo.
—¿Que aportación hace al campo de la Teología con este libro?
— En el siglo XIX y principio del XX el acercamiento a los Evangelios se hacía desde la perspectiva histórica pero sin valorar en su justa medida que estamos ante la Palabra de Dios. Se intentaba reducir lo sobrenatural a las categorías naturales. Ratzinger retoma que en la vida de Jesús acontece algo sobrenatural, algo que no es reconducible solo a la cultura, a la historia: ese hecho fundamental es la Resurrección. Creo que la aportación de Ratzinger es ese modo de leer la vida de Jesús aceptando todo lo que ha dado de sí la crítica histórica pero partiendo del dato de fe. Parte del dato de fe, asume todo lo que ha aportado la ciencia al conocimiento de la historia, de la cultura y hace una obra original.
Comentarios