Santiago Cantera, autor de «Así iban a la muerte»
«El martirio no se improvisa, es el punto final de una vida espiritual intensa»
El libro recoge los testimonios de unos jóvenes a quienes la «memoria histórica» actualmente en boga relega al olvido.
El padre Santiago Cantera señaló que en su libro "Así iban a la muerte", recoge testimonios de los mártires españoles que enseñan a los jóvenes la fortaleza de la fe, la grandeza del amor a Dios y el perdón a los enemigos.
En declaraciones a ACI Prensa, el sacerdote benedictino explicó que la obra recoge testimonios de personas hasta los 40 años de edad que vivieron la Guerra Civil Española (1936-39), y "en los que expresan el modo cristiano con que afrontaban la muerte".
Indicó que el libro se divide en mártires de la fe, asesinados por motivos políticos, combatientes, y otros testimonios. "El más extenso es el de los mártires", señaló.
Explicó que la idea del libro nació luego de conocer algunos de estos testimonios. "Me di cuenta de la riqueza de esas almas y tenía conocimiento de que efectivamente había más", indicó. Sin embargo, aclaró que "no he sacado a la luz ninguno inédito, pero sí que he procurado hacer una recopilación para reunir lo que estaba disperso".
"Mi intención ha sido también, además de no dejar que se perdieran en el olvido, ofrecer a los jóvenes de hoy unos modelos atrayentes y generosos", afirmó.
El padre Cantera dijo que durante la Guerra Civil hubo tantos mártires "porque existía previamente una vida espiritual rica y una Iglesia más rica espiritualmente que lo que muchas veces se ha dicho. El martirio es una gracia, un don de Dios, y Él lo puede conceder en el momento mismo de la muerte, pero por lo general tampoco se improvisa, sino que es el punto final de una vida espiritual intensa".
"De todas formas, también hubo muchas personas que, ante una sacudida moral como supuso el drama de la guerra, recapacitaron y reaccionaron en su interior y se volvieron más hacia Dios, señaló.
En ese sentido, confesó que más adelante le gustaría tratar sobre "las conversiones que se produjeron con motivo de la guerra, de las cuales tengo ya algunos casos recogidos o en la mente; recientemente se ha dado a conocer de nuevo la conversión de Manuel Azaña", Jefe de Gobierno y presidente durante la Segunda República, conocido por su anticlericalismo.
Por ello, criticó la "memoria histórica" impulsada por el anterior gobierno socialista y que "es una memoria sectaria, de sólo un bando".
El sacerdote aseguró que "siempre habrá odio a la fe, pues la verdad de Cristo –y Cristo es la Verdad misma– ha de ser odiada por quienes nada quieren de ella. Si a Él le llevaron a la Cruz, sus discípulos no podrán correr mejor suerte".
Afirmó que por eso los testimonios de los mártires enseñan a comprender la trascendencia de la vida, "que la muerte es un paso a la eternidad y que en esta vida no estamos para perder el tiempo; que nos jugamos la salvación y que sólo desde Cristo se puede comprender el misterio de la vida y el misterio de la muerte, y ser felices de verdad en la vida y ante la muerte".
"Nos enseñan también la grandeza del perdón y del amor; del amor a Dios y al prójimo, incluyendo a nuestros enemigos. Y nos enseñan el valor, la fortaleza, la firmeza en los principios y en la fe, algo de lo que nos hace mucha falta hoy", añadió.
El P. Cantera criticó que incluso en círculos católicos, se fomente "una juventud blanda y sin carácter, sin personalidad, inestable". Los jóvenes mártires, afirmó, son testimonios que "ofrecen sensibilidad, pero al mismo tiempo firmeza".