Martes, 03 de diciembre de 2024

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El error aparece publicado en un periódico de 1939

Zapatero y la Virgen de la Paloma de Madrid (y 2)

por Victor in vínculis

[ARCHIVO DE ABC | Procesión de la Virgen de la Paloma, el 15 de agosto de 1923]

SOBRE LA COPIA DEL LIENZO DE LA VIRGEN DE LA PALOMA QUE FUE SUSTITUIDO POR EL ORIGINAL EN 1934 Y DESAPARECIÓ EN 1936 [por SUSA MARTÍNEZ GALÁN]

Un zapatero por otro: ANTONIO GÓMEZ ZAPATERO

Don Antonio Gómez Zapatero, Ingeniero de Caminos, era un político republicano católico. En enero de 1934 ostentaba el cargo de vicesecretario del Consejo Superior de Ferrocarriles del Ministerio de Obras Públicas, cuya cartera ministerial ocupaba Don Antonio Velao Oñate, Ingeniero de Caminos como él, y miembro de confianza del Gobierno de Manuel Azaña.

En febrero de 1936 don Antonio fue nombrado director General de Ferrocarriles, Tranvías y Transportes, cargo que ocupó hasta abril de 1937. Luego el Gobierno de la República, instalado en Valencia lo nombra Director General de Caminos. Al terminar la Guerra Civil fue sancionado, el 23 de junio de 1939, junto con otros 1.185 Ingenieros de Caminos por su adhesión a la República, teniendo que exiliarse primero a Francia y luego a México.

Desde París, en 1939, escribió una carta al Embajador de España en México que decía:

Señor Embajador escribo a lápiz, porque no tengo tinta más que para el sobre. Obligado a salir de España con mi familia ante el avance de las tropas fascistas sobre Barcelona, me encuentro en Francia sin medios ni posibilidades de trabajo en Europa, teniendo la convicción de que mis ideales democráticos, sinceramente sentidos, han de impedirme toda actividad profesional en España sometida a poderes totalitarios…y creyendo posible el desenvolvimiento de mi actividad como Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos en la noble nación mexicana, acudo a Vd.

Por su parte, su esposa Emilia Zapatero Huidobro, natural de Madrid, de 47 años, también salió de España. Llegó exiliada el 7 de julio de 1939 a Veracruz (México) en el buque Ipanema, acompaña de sus dos hijos. Allí moriría años después tras sufrir un accidente. Don Antonio regresó a España en abril de 1968 se incorporó al cuerpo de Ingenieros de Caminos del Ministerio de Fomento, solicitó poco después la jubilación y se quedó en Madrid donde murió.

LOS GÓMEZ ZAPATERO

Don Antonio y Doña Emilia Zapatero Huidobro tenían un hijo y una hija y vivían en la calle Caracas 19, 2º izquierda. Eran primos y ella de familia de farmacéuticos. De ahí su amistad con la familia Labiaga.

Desde dicho domicilio prepararon el viaje de toda la familia a Valencia, (capital de la Segunda República). Para salvaguardar la casa antes de marcharse, dejaron el lienzo de la Virgen de La Paloma en su dormitorio y encomendaron su cuidado, mientras estuvieran ausentes, a Felisa Galán García, nacida en 1898 en Ocaña (Toledo), viuda de Albano Gamboa y que tenía dos hijas: Carmen y Pilar, y que vivía con los Gómez Zapatero en calidad de asistenta interna.

Pilar Gamboa Galán, hija de Felisa, de 83 años, y testigo de estos hechos con la que he podido hablar, afirmaba con emoción:

Mi madre no nos dejaba entrar en dormitorio principal, ni mí, ni a mi hermana Carmen, para que no viéramos el lienzo y lo dañáramos. Lo llamaba cariñosamente el cuadro de la niña.

Y puntualiza:

Mi madre siempre creyó que se trataba del auténtico lienzo de la Virgen de La Paloma y lo salvaguardaba como tal.

También señala que:

Los Gómez Zapatero eran personas muy creyentes y de mucha fe a pesar de ser republicanos. Eran personas que tenían mucha devoción a la Virgen de La Paloma, y eso fue lo que les motivó a llevarse a su casa el lienzo, para evitar su profanación.

Continua Pilar recordando que la casa era amplia, tenía miradores en la fachada principal, varios dormitorios y por la parte de atrás daba a un patio del Convento de las Monjas de San José de la Montaña, a la espalda de la actual Iglesia de San José de la Montaña que tiene entrada por la calle Fernández de la Hoz 16. Y señala que durante todo el tiempo de la Guerra que ella vivió en el piso, fueron milicianos a registrar la casa en varias ocasiones pero que, su madre, Felisa, defendió los enseres y el lienzo de la Virgen de La Paloma, sin dejar entrar a nadie en el dormitorio, diciendo que era un piso de un miembro del Gobierno Republicano por lo que no fue arrasado.

Hay que agradecer a Pedro Vázquez Gamboa, nieto de Felisa, hijo de Carmen y sobrino de Pilar, el que nos haya informado de esta curiosidad histórica. Unos hechos que conocimos por casualidad en la Navidad de 2016; el día, que acompañado de su padre, lo contó en la sacristía de la Parroquia de la Paloma de Madrid al ir a encargar el funeral por su madre, Carmen Gamboa, que había fallecido.

Una historia escuchada en su casa desde niño, de labios de su abuela, en reiteradas ocasiones y que desconocíamos hasta la fecha los investigadores de La Paloma. Cabe señalar que Pedro no puso ninguna dificultad a la hora de pedirle el poder entrevistar en su domicilio, a su tía Pilar, testigo directo y vivo de estos hechos.

CONCLUSIÓN

Durante dos años 2017-1018 hemos intentado localizar, Pedro y yo, esta copia del lienzo de la Virgen que estaba en el piso de la Calle Caracas 19. De cuyo piso, una vez acabada la Guerra, Felisa tuvo que entregar las llaves a unos familiares de los Gómez Zapatero, perdiéndose su rastro. Hoy después de múltiples gestiones y llamadas de teléfono a los familiares de los Zapatero y de los Huidobro, tanto por parte de los dos hijos del primer matrimonio de Don Antonio, como con uno (otro falleció) de los que tuvo en segundas nupcias -debido a que Doña Emilia murió en el exilio - , hemos llegado a la conclusión que desconocemos tristemente dónde ha ido a parar este lienzo de la Virgen de La Paloma que durante dos años ocupó el altar mayor de la Parroquia.

El objeto de esta investigación, que también ha seguido infructuosamente Rodrigo Bermejo Fernández , ha sido salir al paso del grave error histórico que existía hasta ahora. Error por el cual se creía que la copia del lienzo de la Virgen de la Paloma la había guardado “un zapatero” vecino de la Parroquia. Error que figura, todavía en todos los libros, folletos y reseñas redactados sobre la historia de la Virgen de La Paloma.

AGRADEZCO A LA PARROQUIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA PALOMA DE MADRID que hayan querido usar este medio para dar a conocer esta historia. Y quién sabe si por este pobre medio pueda recuperarse la copia del cuadro original.

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