Tiempo Ordinario
Talentos y Piedra Angular
Seguro que se preguntarán qué tienen que ver los talentos y la Piedra Angular. Cada uno de ellos viene referido dentro de una lectura de los Evangelios y no es muy frecuente que busquemos coherencias. El Cardenal Raniero Cantalamessa nos señala que los talentos son más que capacidades humanas. Si nos quedamos en estas capacidades, estamos cerrando nuestra visión al sentido trascendente de los Evangelios. Dice el Card. Cantalamessa:
"Jesús no pretendía hablar de la obligación de desarrollar las dotes naturales de cada uno, sino de hacer fructificar los dones espirituales recibidos de Él."
¿Dones espirituales? Es complejo ver más allá de los contextos falsos (fake) que nos venden en este siglo XXI. Parece que todo lo dicho por Dios se resume en ser "buena gente" y ya está. Si nos quedamos en este escalón seríamos como las doncellas que olvidan llenar sus lámparas con aceite. El Novio llega y quiere ver a quien le espera. los dones espirituales son parte importante de la "Piedra Angular". Sí, esa Piedra que fue desechada por los arquitectos sociales del siglo XXI y que es fundamental para llegar a Dios. ¿Pero no son las construcciones sociales las que nos acercan a Dios? Me temo que las Torres de Babel siempre nos conducen a enfrentarnos entre nosotros mismos. Perdemos la capacidad de comunicarnos y nos hacemos daño intentando que nuestra visión social sea la que impere.
Cristo es "La Puerta" del redil, aunque lo olvidemos con frecuencia. Cualquier otra figura humana que suplante a Cristo, es un ladrón que intenta convertirse en segundo salvador. Los talentos nos permiten ir más allá de los espacios y estructuras sociales que tanto nos gusta construir y que tantos problemas generan. Son dones que superar el sentido puramente práctico.
San Juan Bautista, señalaba a Cristo y decía que siguiéramos al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. No que lo siguiéramos a él, por mucho que fuese un inmenso profeta. ¿Cómo seguir a Cristo? Tenemos los talentos que Dios nos ha dado en préstamo. ¿Los usamos?
A veces, los fieles nos sentimos ignorados por la propia Iglesia. No es raro que, actualmente, los talentos sean más un problema que una solución. Incluso, a veces, hay que trabajar la evangelización de forma totalmente autónoma, para no chocar con las estructuras sociales que hemos creado.
¿Un ejemplo? La evangelización y pastoral de padres y personas adultas es a veces un tabú que se prefiere dejar a un lado. ¿Quién la realiza entonces?
Si andamos en las redes sociales veremos que hay miles de personas maduras y padres que se dedican a señalar a Cristo para que otros puedan encontrarlo. Es una evangelización callada, que casi nadie reconoce como tal, pero que hace mucho bien. ¿Esto es Nueva Evangelización? Yo diría que sí y que es sustancialmente lo que la Iglesia necesita hoy en día. ¿Por qué?
Porque trae esperanza a muchas personas que han salido corriendo de alguna de las Torres de Babel que hemos creado. Esperanza de que Cristo no les olvida y que tenemos que andar tras sus pisadas, aunque seamos ignorados. Una esperanza que se comparte casi sin darnos cuenta cuando ofrecemos una evidencia de la acción de Cristo en nosotros.
Sin duda alguna, la evangelización de alejados y de jóvenes es importante. Pero sin olvidarnos que el Evangelio es uno de esos talentos trascendentes que debemos tomar casi a diario. No olvidar que Cristo nos llamó a llevar la Buena Noticia donde fuésemos.
Pero para llevar algo, debemos de tenerlo en nosotros. Como esos cinco, dos y un talento que Dios da en la parábola. Quien lo enterró, perdió todo y sólo pudo llorar de desesperación. En nuestras manos queda multiplicar estos dones espirituales o perderlos. En nuestras manos está seguir las pisadas de Cristo o seguir cualquiera de los miles de caminos alternativos existentes. En nuestra mano está orar para que Dios nos permita ser parte de la Piedra Angular, que da sentido a todos y todo.