La alegría en la familia

La alegría siempre será un valor en alza.
La alegría indicará siempre calidad de vida.
La alegría será un ingrediente necesario para que el individuo se desarrolle de una manera armoniosa, integral, total.
 
La alegría será siempre un elemento esencial en toda familia que se precie de estar bien constituida y donde reina el amor.
La alegría será «conditio sine qua non» —«sin la cual»— no se puede vivir en grupo, ni formar una comunidad de vida.
La alegría es parte importante para que toda persona adquiera una plenitud física, moral, intelectual, espiritual, apostólica...
 
Un ambiente con alegría proporciona al niño: seguridad, afectividad, afirmación de la propia personalidad, salud.
Las risas espontáneas de un niño transmiten la mejor música que se puede escuchar en un ambiente familiar.
Las risas del niño son irremplazables para que una familia viva en armonía y en calidad.
 
Un ambiente de alegría es enseñar a compartir.
Un ambiente familiar de alegría es proporcionar a los hijos un medio de autoafirmación y desarrollo de las propias cualidades.
        
Enseñar a un niño a reír, a sonreír, a estar contento y alegre:
— es ofrecerle pautas de conducta personal y social.
— es enseñarle a que descubra los valores del espíritu.
— es integrarlo en la vida como hijo de Dios.




Alimbau, J.M. (2017).  Palabras para la alegría. Madrid: Voz de Papel.