El sacerdote Juan Godínez y la primera misa en Guatemala

Con gran facilidad, y sobre todo con el fin de mentir por los motivos que sea -cada uno tiene los suyos-, sigue en pie la tarea de mantener viva la leyenda negra contra España especialmente en el tema de la Evangelización.

Gracias, por ejemplo, al prestigioso historiador Marcelo Gullo [desde Argentina se nos devuelve lo que el cardenal primado Isidro Gomá, entre otros, predicó en 1934 sobre la Hispanidad] le escuchamos explicar la unión entre don Pelayo y la reina Isabel la Católica:

Tengo para mí que el útero (la Santa Cueva de Covadonga) y el embrión (el pequeño reino creado por el rebelde don Pelayo) son el anuncio de la empresa que Dios reservó para las Españas, a saber, crear un orden de justicia y hermandad católicas -universales-, hacer reflejo aquí en la tierra del orden divino que a todos nos aguarda […]. La Reconquista iniciada en Covadonga, en esos montes a caballo entre las antiguas jurisdicciones de los astures y de los cántabros, es una empresa para durar más de mil años, es la forja de las mismas Españas, y prosigue en su guerra contra el Mal en la expansión americana. La Conquista de América es la prolongación de la Reconquista medieval: expulsar al moro al otro lado del mar, y la evangelización de todo hijo de Dios, viva donde viva y sea cual sea el color de su piel.

A algunos esto modo de hablar les escandaliza, pero es lo que Nuestro Señor Jesucristo expresa al final del Evangelio, los últimos versículos, del último capítulo del Evangelio de San Mateo: 

«Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo».                                     

Y un último apunte antes de empezar. Esta vez en Valladolid y sobre la gran promesa que recibirá el beato Bernardo Francisco de Hoyos (1711-1735), de la Compañía de Jesús, con el famoso: Reinaré en España, y con más veneración que en otras muchas partes. Era el 14 de mayo de 1733. España era más que España y América porque también el Imperio español estaba conformado por Filipinas… De hecho, seis naciones americanas se consagraron antes que la propia España.

El 25 de marzo de 1874, Ecuador se convirtió en el primer país en ser consagrado al Sagrado Corazón de Jesús. Después El Salvador en 1875, Guatemala y República Dominicana en 1895, Venezuela en 1900, Colombia en 1902 y España en 1919. Tras ella: Nicaragua y Polonia en 1920, Costa Rica en 1921, Brasil en 1922, México en 1924, Bolivia en 1925, Honduras en 1928, Argentina en 1945, Chile en 1946 y Perú en 1954.

Así que España se preparó durante 770 años (casi ocho siglos) mientras reconquistaba para Cristo toda la piel de toro, y en 1492 comenzar la Evangelización de América.

Uno de aquellos misioneros, de primera hora, como quedó dicho en los artículos precedentes fue el pacense Juan Godínez. Y una vez más la historia es el ADN de lo que sucedió. De nuevo: dato mata a relato. La palabra pronunciada en castellano para consagrar por primera vez el pan y el vino. La primera transustanciación. Cristo hecho pan, por primera vez, en esas tierras llamadas Guatemala.

Estos son los hechos documentados:

1.- SALCAJÁ en territorio guatemalteco

El texto más antiguo que se conserva del Popol Vuh es una transcripción del texto quiché hecha a principios del siglo XVIII por el fraile dominico Francisco Ximénez, que también hizo la primera traducción conocida al español, en él  se le menciona como Saccahá y Sacahá [pág. 108 capítulo 3. La etimología que proviene de sac= blanco y caja’=agua amarga, en K´iche´, significaría agua blanca amarga].

En Títulos de la Casa Ixquin Nehaib, Señora del Territorio de Otzoyá, que se presentó como prueba ante el Juzgado Privativo de Tierras a mediados del siglo XVIII, en la versión conocida hoy en día, se hace referencia a la llegada de los españoles al mando de don Pedro de Alvarado en 1524, así como que al cabo de cierto tiempo “fue el Adelantado don Pedro a hacer otras conquistas, y dejo en su lugar a un español llamándose Juan de León Cardona, teniente, en dicho lugar y casas.

2.- Fue en este lugar donde se celebró la primera Misa en el año 1524:

“Y llegó a las tierras de los quichés a 24 de febrero de 1524… Se edificó de pronto en este lugar una pequeña ermita, donde se celebró al día siguiente que fue Pentecostés, el Santo Sacrificio de la Misa, y se comenzó a dar culto público al verdadero Dios en esta región” [Compendio de la Historia de la Ciudad de Guatemala Tomo I Domingo de Juarros. Fray Domingo de Juarros fue un dominico nacido en Antigua Guatemala (1752) escritor e historiador imparcial].  

3.- La Misa fue celebrada por el sacerdote Juan Godínez, capitán del ejército:

“… el Padre Juan Godínez, capellán del ejército, dijo Misa…”  [Padre Remesal, lib. 1º, cap. 2º. El padre Remesal fue un dominico, historiador y cronista, de Orense de 1570].

“Desde mediados de 1527, cuando en Guatemala el real o puesto de mando del Ejército y el mismo Ayuntamiento aún no tenían lugar fijo, el cargo de cura párroco estaba a cargo del presbítero Juan Godínez, quien era originario de Badajoz (España), hijo de Ruy Díez Godínez y Mayor Morales de Toro, y que el 8 de enero de 1529 había presentado una probanza deméritos en el Ayuntamiento para demostrar que, desde 1524, se encontraba en Guatemala” [58 Libro Viejo, 1934: 46 Primer Libro de Cabildo]

4.- En esta ermita, se guardaba el estandarte de la Virgen Inmaculada, estandarte que los acompañaba en sus batallas y por la que se conoce por el nombre de La Conquistadora, porque se le atribuía su intercesión en los momentos difíciles de las luchas:

“Y más adelante añade que «preguntando en cierta ocasión Moctezuma a sus guerreros cómo no habían podido vencer a unos pocos castellanos, siendo ellos tantos, le respondieron que no aprovechaban sus flechas ni buen pelear, porque una Gran Tegleciguata de Castilla venía delante de ellos y les ponía temor». [BERNAL DIAZ DEL CASTILLO, Historia de los sucesos de la Conquista de la Nueva España, Cap. XCIV, citado por VARGAS UGARTE, O. c., p. 13].

Y representaba la conquista espiritual de los pueblos como aparece en la crónicas nativas: “Y luego fue uno del pueblo de Aj Xepach, indio capitán hecho águila, con tres mil indios, a pelear con los españoles. A media noche fueron los indios y el capitán hecho águila de los indios llegó a querer matar al Adelantado Tunaduú, y no pudo matarlo porque lo defendía una niña muy blanca; ellos harto querían entrar, y así que veían a esta niña luego caían en tierra y no se podían levantar del suelo. Luego venían muchos pájaros sin pies, y estos pájaros tenían rodeada a esta niña, y querían los indios matar a la niña y estos pájaros sin pies la defendían y les quitaban la vista. Estos indios que nunca pudieron matar a Tunadiú ni a la niña se volvieron y tornaron a enviar a otro indio capitán hecho rayo llamado Izkín Ajpalotz Utzaqij´aljá, llamado Nejaib´ y este fue a donde estaban los españoles hecho rayo a querer matar al Adelantado, y así que …caía en tierra…. [Títulos de la Casa Ixquin Nehaib, Señora del Territorio de Otzoyá del año 1550].