Entre la necesidad de mandar y la de amar
En el Arca he podido acoger la belleza de Raphael y Phillipe, la pureza de sus corazones, la profundidad de sus sufrimientos, su ternura, su confianza. El niño oculto en ellos despertó al niño oculto en mí. Evidentemente había momentos en los que yo continuada jugando mi rol de oficial de marina y en los que mandaba con fuerza y eficacia. A veces era necesario, pero a menudo era el reflejo de mi propia inseguridad, de mi miedo a perder el control. Había, y sigue habiendo, una lucha en mí entre la necesidad de tener razón, de tener poder, de controlarlo todo, y la acogida profunda del otro, la confianza en Dios y en los demás, entre la necesidad de ascender par mandar y el deseo de descender para amar, escuchar y ser vulnerable ante las personas.
- Jean Vanier, Amar hasta el extremo p 145
Comentarios