Orar por los sacerdotes

25 febrero 2012 00:00

Todos queremos que los sacerdotes sean hombres de bien, preparados, íntegros, amables, alegres, cercanos, comprometidos, creativos, audaces, amigables, etcétera, sin embargo, conviene preguntarnos, ¿qué estamos haciendo nosotros para que esto sea posible? La Espiritualidad de la Cruz a partir del seguimiento de Jesucristo Sacerdote y Víctima, nos pide que seamos hombres y mujeres de oración, es decir, capaces de ofrecernos por el aumento y santificación de todos los sacerdotes. Desde el Papa hasta el último que acaba de ser ordenado. Lo anterior, no es una devoción trasnochada, sino una necesidad, la cual, a su vez, parte de la realidad, pues dada las circunstancias y problemáticas actuales que han empañado la imagen del ministerio sacerdotal, no podemos quedarnos con los brazos cruzados, pues como diría el Venerable Siervo de Dios P. Félix de Jesús Rougier, “nada de lo que se refiere al sacerdocio nos debe ser indiferente”. La crisis del clero, nos interpela, para orar y trabajar a favor de una Iglesia más justa y, por ende, coherente con el evangelio.

Existen varias familias religiosas que se han tomado en serio el tema de la oración por los sacerdotes. Tal es el caso de la congregación de las Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón de Jesús, fundadas el 3 de mayo de 1897 por la Venerable Concepción Cabrera de Armida, cuyo lema es precisamente “por ellos me consagrado”. A través de su vida contemplativa, acompañan a todos los sacerdotes, motivándolos para que vivan con fidelidad creativa su vocación. Si bien es cierto que también hay que ayudar materialmente (becas) a los seminarios y casas sacerdotales, la oración es el punto de partida.

Valdría la pena que un mayor número de templos y parroquias alrededor del mundo, es decir, en los cinco continentes, pusieran en práctica el “Jueves Sacerdotal”, a través de una hora santa delante del Santísimo Sacramento, para pedir por las vocaciones y, desde luego, por aquellos que ya han sido ordenados, así como por las personas que han sido víctimas de los delitos cometidos por algún sacerdote. De esta manera, cuando menos, una vez por semana, se habrá tomado en cuenta la intención de orar por ellos, trabajando por la conversión del clero religioso y diocesano.

Cerramos el post, con unas palabras que Jesús le dirigió a la Venerable Concepción Cabrera de Armida, madre y mística mexicana, sobre el tema que nos ocupa: “Mi primer amor, después del de mi Padre, es María; y después mis sacerdotes, mi Iglesia; y en ella, las almas. Esos son mis amores, y en estos amores inmensos están también mis dolores”. (A mis sacerdotes).

Oración para ofrecer la comunión por los sacerdotes:

Padre Celestial, para mayor gloria de tu Santo Nombre, te ofrecemos al Verbo Encarnado que acabamos de recibir en el Sacramento de su Amor, y en quien tienes todas tus complacencias. Nos ofrecemos en su unión por manos de María Inmaculada, por la santificación y multiplicación de tus sacerdotes. Derrama en ellos tu Divino Espíritu, enciéndelos en amor a la Cruz y haz muy fecundo su apostolado. Amén.

Agradezco los comentarios de "Unwrider", quien me dio la idea de promover la oración a favor de los sacerdotes. Me parece muy importante tener en cuenta las inquietudes de los lectores del blog.