El año 2019 Naciones Unidas celebró el Año Internacional de las Lenguas Indígenas. Las celebraciones al respecto fueron de perfil mediático bajo: poca presencia en prensa, radio y televisión.

Pero dieron pie para repasar el importante papel de la Iglesia, y en América y Asia, de los misioneros españoles, en la historia de la conservación y estudio de estas lenguas.

La mayoría de las 7.000 lenguas que se hablan en el mundo se consideran indígenas. Todas ellas son depositarias y portadoras de cultura, conocimiento, valores e identidad. Su pérdida representa un empobrecimiento para la humanidad en su conjunto y para las comunidades a las que se impide transmitir su lengua materna a sus hijos.

El Año Internacional pretendía promover la inclusión de las lenguas indígenas, y por ende de sus hablantes, en los programas nacionales de alfabetización, reducción de la pobreza y cooperación internacional.

La ciencia dedicada al estudio de la lengua es la filología. En la base del estudio científico de multitud de lenguas indígenas están clérigos y misioneros católicos. A lo largo de la historia, muchas lenguas indígenas fueron conocidas y han subsistido gracias al esfuerzo evangelizador de la Iglesia Católica.

Así era el sello y logotipo del Año de las Lenguas Indígenas en 2019.

El papel especial de España

Comentaba el Embajador Representante de España ante Naciones Unidas, Agustín Santos, en el acto de inauguración de la efeméride “la importancia de la defensa de los Pueblos Indígenas para España, como miembro del Consejo de Derechos Humanos desde el 1 de enero de 2018”. Habló sobre el papel que España había jugado recientemente en la preservación de las lenguas indígenas y la preservación de este Patrimonio Inmaterial, bien apoyando la creación de emisoras de radio en lenguas indígenas, bien compilando y editando una importante colección de “Mitos Indígenas” -como los Mitos Yanomani, Uitoto o Mocho- o realizando grabaciones de tradiciones orales para crear centros de Memoria y Patrimonio Inmaterial y proteger la riqueza de estas lenguas.

Agustín Santos, representando a España ante Naciones Unidas, enumeró algunos grandes pioneros lingüistas de España en América... casi todos religiosos

También se refirió a la labor de los lingüistas pioneros, todos ellos católicos practicantes y misioneros. Así, dijo: “Con toda humildad, intentamos continuar una tradición histórica que se remonta al siglo XVI y al gigantesco esfuerzo filológico de registro sistemático de las lenguas del continente americano y de las Islas Filipinas. Si el español como idioma fue registrado en la Gramática de Antonio Nebrija en 1492, no deja de resultar significativo que el náhuatl o méxica y el otomí lo fueran ya en 1531 y que al terminar ese siglo se hubieran incorporado de las lenguas indígenas más habladas en el continente americano, antes incluso que algunas de las lenguas romances. Son muchos los nombres de filólogos de este periodo a recordar, pero permítanme, a muestra de ejemplo hacerlo con los del Inca Garcilaso [clérigo en Córdoba] y Diego Gonzalez Holguín [sacerdote jesuita] (1607) para el Quechua clásico, Lorenzo Hervás y Panduro [jesuita] en la segunda mitad del siglo XVIII con su lingüística comparada de las lenguas de México y Centroamérica, Antonio Ruiz de Montoya [sacerdote jesuita] (1640) y su enciclopédico estudio del Guaraní y Sebastián de Totanés [franciscano en Filipinas] (1688) para el Tagalo”.

La Iglesia alentó el estudio de lenguas indígenas

Como bien ha sido descrito, las conquistas y descubrimientos vinieron acompañadas de campañas de evangelización. Los misioneros católicos comprendieron que una de las mayores dificultades que enfrentaban para la efectiva evangelización de los pueblos indígenas era el problema lingüístico, ya que las lenguas habladas en América además de ser muchas y variadas, eran muy difíciles de comprender para cualquier europeo.

Por ello, además de fomentar la enseñanza del español, se alentó al clero a aprender los idiomas nativos, ya sea a través de cátedras en universidades fundadas por la propia Iglesia - para el caso de las lenguas más extendidas- ya sea a través de la elaboración de múltiples vocabularios, artes de la lengua (gramáticas) y catecismos redactados en diversas lenguas indígenas.

Todo ello contribuyó a la aparición de misioneros especialistas que escribieron dichas obras y que informaron al mundo sobre la naturaleza y costumbres de los pueblos originarios de América.

En Mesoamérica se redactaron decenas de gramáticas y catecismos, con un énfasis particular en los idiomas más extendidos, que correspondían a pueblos con un mayor nivel de desarrollo cultural. Así, por ejemplo y a grandes rasgos, los franciscanos fueron pioneros en el desarrollo de gramáticas y catecismos en lengua náhuatl, otomí y purépecha del altiplano central mexicano, así como en las lenguas de la familia maya, de Yucatán y Guatemala.

Los dominicos, por su parte, publicaron las primeras gramáticas de los idiomas zapoteca y mixteca de la región de Oaxaca, mientras los jesuitas se dedicaron al estudio de las lenguas de las zonas fronterizas del norte de México. La estrategia lingüística de la Compañía de Jesús suponía el aprendizaje de una cantidad impresionante de idiomas nativos, desde el mapudungun en el sur de Chile y el allentiac de la región argentina de Cuyo hasta el kiriri del Mato Grosso y el tupinamba de la costa norte de Brasil.

Cronología de misioneros lingüistas en América: siglo XVI a XVIII

Al principio se utilizó la predicación mediante intérprete, y después directamente en la lengua de los indios. Se evangelizó sobre todo en las "lenguas generales”. Por tener una idea siquiera sucinta del titánico esfuerzo que habría tenido que ser rememorado este Año Internacional de las Lenguas Indígenas y del cual no se ha dicho apenas nada, presentamos la siguiente cronología:

1481 Se publica Introductiones latinae de Antonio de Nebrija, estudio gramatical sobre la lengua latina que sentó las bases de la lingüística moderna.

1492 Antonio de Nebrija publica Gramática, primer estudio sobre la estructura y sintaxis de la lengua castellana.

1547 El franciscano Andrés de Olmos escribe Arte de la lengua mexicana, la primera gramática en lengua vernácula de América. La obra, sin embargo, permanece inédita hasta el siglo XIX.

1555 El sacerdote dominico Domingo de Vico escribe el Vocabulario en lengua cakchiquel, quiché y zutuhil, primer diccionario sobre las lenguas mayas de las tierras altas de Guatemala que permanece inédito hasta nuestros días. [Vico fue obispo y murió mártir ese mismo año, por flechazos de una emboscada de indios lacandones, que le sacaron el corazón y quemaron su iglesia cercana].

1555 Fray Alonso de Molina publica el primer vocabulario de una lengua del Nuevo Mundo, el náhuatl. Ya en 1571 publica un Arte de la lengua mexicana, que complementa el Vocabulario.

1558 El franciscano Maturino Gilberti publica Arte de la lengua de Michuacan, primera gramática de la lengua purépecha, del centro de México. Al año siguiente complementa esa obra con un Vocabulario en lengua de Michuacan.

1560 Fray Domingo de Santo Tomás publica una Gramática o arte de la lengua general de los indios de los reynos del Perú, primera obra sobre la lengua quechua. Ese mismo año publica un Léxicon o vocabulario de la lengua general del Perú, extenso diccionario de la lengua quechua.



1571 El sacerdote dominico Fray Domingo de Ara escribe un Vocabulario en lengua tzeltal según el orden de Copanabastla, primera obra sobre el tzeltal, lengua maya de Chiapas, al sur de México. La obra permanece inédita hasta el siglo XX.

1571 El sacerdote agustino Juan de la Cruz publica una Doctrina christiana en lengua huasteca, primera obra sobre esa lengua de la costa del golfo de México.

1571 Fray Alonso de Urbano, agustino, redacta la primera gramática de la lengua otomí, titulada Arte breve de la lengua otomí y vocabulario trilingüe. La obra permanece inédita hasta el siglo XX.

1578 El sacerdote dominico Juan de Córdova publica el primer Arte en lengua zapoteca, junto con un vocabulario de la misma lengua

1584 Se publica en Lima Doctrina christiana y catecismo para la instrucción de los indios, primer libro impreso en Sudamérica que contiene el catecismo católico en tres idiomas: español, quechua y aymara.

1585 El jesuita Antonio de Barzana escribe un Arte de la lengua Toba, que permanece inédito hasta el siglo XIX (los toba o qom viven en el Gran Chaco, en Argentina y Paraguay).

1593 El sacerdote dominico Antonio de los Reyes publica el primer Arte en lengua mixteca (México).

San José Anchieta escribe un himno a la Virgen en una playa de Brasil; fue fundador de Sao Paulo, botánico, escritor médico, primer gramático de tupí-guaraní, taumaturgo...

1595 El misionero jesuita español San José de Anchieta publica su obra Arte de grammatica da lingua mais usada na costa do Brasil, gramática del tupí que tiene una enorme influencia en todo el período colonial.

1595 El jesuita Antonio del Rincón publica Arte Mexicana, gramática de la lengua náhuatl que se convierte en texto de enseñanza oficial de ese idioma.

Arte de la Lengua Totonaca de 1752, una gramática al estilo de la de Nebrija.

1603 El jesuita Ludovico Bertonio publica Arte y grammática muy copiosa de la lengua aymara, primera obra sobre ese idioma . En 1612 complementa esa obra con un copioso Vocabulario de la lengua aymara, uno de los más exhaustivos diccionarios que se han escrito hasta nuestros días sobre el aymara, que aún hablan 2 millones de personas en Bolivia, Perú y Chile.

1606 El jesuita Luis de Valdivia publica Doctrina cristiana y catecismo con un confesionario, Arte y vocabulario breves en lengua Allentiac, sobre el idioma hablado por los huarpes de la provincia de Cuyo, Argentina.

1607 Diego González Holguín, sacerdote jesuita, publica una Gramática y arte nueva de la lengua general de todo el Peru, llamada lengua Qquichua, o lengua del Inca, obra magna sobre el idioma quechua a la que suma al año siguiente un Vocabulario de la misma lengua; se calcula que en el siglo XXI al menos 8 millones de personas en 6 países sudamericanos aún hablan lenguas quechuas.

1608 El sacerdote jesuita Luis de Valdivia publica en Lima su obra Arte y gramatica general de la lengua que corre en todo el Reyno de Chile, el primer estudio sobre la lengua mapuche. La obra incluye un breve catecismo. El mapuche, mapudungun o araucano aún tiene entre 100.000 y 200.000 hablantes.

1613 Fray Antonio de Ciudad Real escribe el primer vocabulario de la lengua maya yucateca, titulado Diccionario de Motul maya-español. La obra permanece inédita hasta el siglo XX; el maya yucateco tiene hoy unos 700.000 hablantes entre México, Guatemala y Belice.

1619 El jesuita Diego de Torres Rubio publica Arte de la lengua Quichua, obra de gran impacto que tiene varias reediciones en el período colonial.

1619 El misionero jesuita Bernardo de Lugo publica una Gramática en la lengua general del nuevo reyno llamada Mosca, primera y única gramática de la lengua muisca, de la región andina colombiana; este idioma desapareció hacia 1750.

1621 El jesuita Luiz Figueira publica un Arte de grammatica da lingua brasilica, estudio sobre la lengua tupí de la costa de Brasil.

1621 El jesuita Luis de Valdivia publica un Sermón en lengua de Chile.

1639 El misionero jesuita Antonio Ruiz de Montoya publica Tesoro de la lengua guaraní, un completo y exhaustivo diccionario de ese idioma, que complementa con un Arte de la lengua guaraní publicado ese mismo año.

1644 Fernando de la Carrera publica Arte de la lengua Yunga de los Valles del obispado de Trujillo, sobre la lengua mochica de la costa norte del Perú; este idioma desapareció hacia el año 1900.

1665 El misionero dominico francés Raymond Breton publica un Dictionaire Caraibe-Français, al que se suma, al año siguiente, un Dictionaire Français-Caraibe. La obra de Breton es uno de los pocos testimonios coloniales sobre la lengua de los callínago, etnia ya extinguida que habitaba las Antillas menores.

1680 Francisco Tauste, franciscano capuchino, publica Arte, bocabulario, doctrina cristiana y catecismo de la lengua de Cumaná, sobre la lengua cumanagota hablada en la costa oriental de Venezuela.

1690 El misionero franciscano Matías Ruiz Blanco publica Arte y tesoro de la lengua cumanagota.

1699 El jesuita Ludovico Vicenzo Mamiani publica un Arte de grammatica da lingua brazilica da nacão Kiriri, sobre la lengua karirí, que se habló en el interior de Brasil hasta principios del siglo XX. 

1701 El jesuita Pedro Marbán publica Arte de la lengua moxa con su vocabulario y catecismo, para el uso en las misiones de Moxos al norte de Bolivia.

El diccionario moxa de Pedro Marbán fue declarado en 2023 "Memoria del Mundo" por la UNESCO.

1709 El jesuita Bernardo de Nantes publica un Catecismo da lingua kariris.

1729 El misionero Agustín de Quintana publica un Arte de la lengua mixe, idioma hablado en la región de Oaxaca, México. Cuatro años después publica un Confessonario en lengua mixe que complementa el estudio anterior; el mixe en el siglo XXI aún tiene unos 90.000 hablantes.

1732 El jesuita Antonio Machoni publica un Arte y vocabulario de la lengua lule y tonocoté, para el uso en las misiones del Chaco, al norte de Argentina; hoy está extinta o casi extinta.

1760 El misionero jesuita Bartolomé García publica un Manual para administrar los santos sacramentos de penitencia, eucharistía, extrema-unción y matrimonio: dar gracias después de comulgar y ayudar a bien morir a los indios de las naciones: Pajalates, Orejones, Pacaos, Pacóas, Tilijayas, Alasapas, Pausanes y otras muchas diferentes, para el uso de las misiones de los desiertos de Coahuila y Texas, al nororiente de México.

1765 El jesuita Andrés Febres publica Arte de la lengua general del Reyno de Chile

1777 El jesuita Bernardo Havestadt publica en el exilio su obra Chilidúgú, sive Res chilenses vel descriptio status tum naturalis, tum civilis, cum moralis Regni populique Chilensis inserta suis locis perfectæ ad Chilensem Limguam Manuductioni deo O.M. multis ac miris modis Jurante, extensa gramática en latín de la lengua mapuche.

En cuanto a Filipinas, el franciscano español Sebastián Gómez de Herrera, conocido como Fray Sebastián de Totanés (1688 -1748), compuso y publicó la primera gramática de la lengua tagala, Arte y Vocabulario de la Lengua Tagala (Manila, 1745), de la que hay edición moderna (Madrid / Frankfurt: Iberoamericana, 2014).

(Artículo publicado originalmente en ReL a finales de 2019, Año de las Lenguas Indígenas; republicado con retoques menores; el autor, Alfonso V. Carrascosa, es científico del CSIC)