«Irracional» e «injustificada» decisión
Estupor en Italia por la sentencia sobre «familias» homosexuales
Las afirmaciones apodícticas del Tribunal Supremo italiano sorprenden incluso a los psiquiatras.
Según la sentencia del Tribunal Supremo italiano, aunque las parejas homosexuales "no pueden hacer valer el derecho a contraer matrimonio" según la actual legislación del país, tienen el "derecho a la vida familiar" y a "vivir libremente una condición de pareja" con la posibilidad, en presencia de "específicas situaciones", de un "tratamiento homogéneo al que asegura la ley a una pareja casada".
Salvo al lobby gay, feliz ante esta resolución, la opinión pública italiana está consternada por lo apodíctico del fundamento de esta sentencia: "Ha sido superada radicalmente la concepción según la cual la diferencia de sexto es un presupuesto indispensable, por así decirlo naturalístico, de la existencia del matrimonio".
"Perdón, pero, superada ¿por quién? ¿Quién propone esta tesis?", se pregunta Eugenio Borgna, psiquiatra del Hospital General de Novara, atónito: "Ésa es una afirmación apodíctica, no justificada, ni explica la forma en que se ha llegado a ella, ni aporta argumentos ni explicaciones históricas y psicológicas. Es una opinión extraña, nada unívoca y sobre todo irracional, porque da por descontado lo que nadie da por descontado".
Entrevistado por el diario L´Avvenire, el doctor Borgna es muy claro: "El matrimonio nace de la integración de dos psicologías distintas, la femenina y la masculina, con sus problemas y disonancias, pero también con sus armonías y amalgamas de dos horizontes diferentes, de los que nacen la riqueza de las relaciones, el intercambio, la creatividad. Las relaciones que prescinden de esta integración femenina/masculina se mueven en un campo diverso al matrimonio y a la institución de la familia, sin que eso implique discriminar a nadie: son realidades profundamente distintas".
Borgna critica también que el Tribunal Supremo italiano haya utilizado la expresión "naturalística", que implica una "degeneración de lo natural". Aunque, en ese sentido, sí dice estar de acuerdo con los jueces: "La necesidad de que los cónyuges sean hombre y mujer no es ´naturalística", en efecto... es natural".
Salvo al lobby gay, feliz ante esta resolución, la opinión pública italiana está consternada por lo apodíctico del fundamento de esta sentencia: "Ha sido superada radicalmente la concepción según la cual la diferencia de sexto es un presupuesto indispensable, por así decirlo naturalístico, de la existencia del matrimonio".
"Perdón, pero, superada ¿por quién? ¿Quién propone esta tesis?", se pregunta Eugenio Borgna, psiquiatra del Hospital General de Novara, atónito: "Ésa es una afirmación apodíctica, no justificada, ni explica la forma en que se ha llegado a ella, ni aporta argumentos ni explicaciones históricas y psicológicas. Es una opinión extraña, nada unívoca y sobre todo irracional, porque da por descontado lo que nadie da por descontado".
Entrevistado por el diario L´Avvenire, el doctor Borgna es muy claro: "El matrimonio nace de la integración de dos psicologías distintas, la femenina y la masculina, con sus problemas y disonancias, pero también con sus armonías y amalgamas de dos horizontes diferentes, de los que nacen la riqueza de las relaciones, el intercambio, la creatividad. Las relaciones que prescinden de esta integración femenina/masculina se mueven en un campo diverso al matrimonio y a la institución de la familia, sin que eso implique discriminar a nadie: son realidades profundamente distintas".
Borgna critica también que el Tribunal Supremo italiano haya utilizado la expresión "naturalística", que implica una "degeneración de lo natural". Aunque, en ese sentido, sí dice estar de acuerdo con los jueces: "La necesidad de que los cónyuges sean hombre y mujer no es ´naturalística", en efecto... es natural".
Comentarios