El Papa fija fecha y Charles de Foucauld será canonizado el 15 de mayo junto a otros seis beatos
La Santa Sede anunció este martes que el Beato Charles de Foucauld (1858-1916) será canonizado el 15 de mayo de 2022 junto a los otros seis beatos que esperaban desde mayo pasado que se fijara la fecha.
Se trata del beato Lázaro, conocido como Devasahayam (1712-1752), un noble del sur de la India martirizado por no renegar de la fe tras convertirse al cristianismo; Luigi María Palazzolo (1827-1886), sacerdote que fundó el Instituto de las Hermanas Poverelle [Pobrecillas]; César de Bus (1544-1607), fundador de los Padres de la Doctrina Cristiana; Giustino Maria Rusolillo (1891-1955), fundador de la Sociedad de las Divinas Vocaciones y de la Congregación de las Hermanas de las Divinas Vocaciones; María Francisca de Jesús (1844-1904), fundadora de las Hermanas Terciarias Capuchinas de Loano; y María Domenica Mantovani (1862-1934), cofundadora y primera superiora general del Instituto de las Hermanitas de la Sagrada Familia.
Se esperaba con expectación que el Papa fijara esta fecha, desde que el consistorio del pasado 3 de mayo aprobase la canonización. El milagro atribuido a la intercesión de Charles de Foucauld, el más célebre de los siete beatos y con una devoción más universal, había sido aprobado un año antes, pero las restricciones gubernamentales con ocasión de la pandemia aconsejaron esperar para establecer definitivamente el momento de la ceremonia en la basílica de San Pedro.
Foucauld, alsaciano de Estrasburgo, quedó huérfano de padre y madre desde los seis años. Fue educado por su abuelo e ingresó en la carrera militar. Durante una misión en Marruecos en 1884 recobró la fe perdida en la adolescencia, y al regresar a Francia pidió a un sacerdote que le instruyera. Luego peregrinó a Tierra Santa, donde encontró su vocación: consagrarse totalmente a Dios, en una vida oculta y silenciosa.
Ordenado sacerdote a los 43 años, fue al desierto del Sahara argelino, primero a Beni Abbès, pobre entre los más pobres, y luego más al sur, a Tamanrasset, con los tuareg del Hoggar. Llevaba una vida de oración, meditando continuamente la Sagrada Escritura, con el deseo incesante de ser el "hermano universal" para cada persona. Murió la noche del 1 de diciembre de 1916, asesinado por una banda de delincuentes.