Leyeron, saludaron y soltaron palomas
Con unos niños en su balcón, Francisco suelta dos palomas pidiendo a Dios la paz para el mundo
En el Ángelus de este domingo 26 de enero por primera vez el Papa Francisco realizó, acompañado de dos niños, el gesto de soltar unas palomas simbolizando la paz en la Plaza de San Pedro.
Se trata de dos miembros de la Acción Católica infantil de la diócesis de Roma, a quienes el Santo Padre invitó además a soltar sendas palomas de la paz, a saludar a la multitud congregada en la Plaza de San Pedro, e incluso a dirigirle unas palabras.
Fue la joven quien lo hizo, para explicar que traían un mensaje de paz al Papa "para que así pueda llegar a todo el mundo", un mensaje de paz recordando que "cada niño tiene el derecho a jugar y a divertirse en un contexto hecho a su medida", y que eso no sucede en muchos países del mundo a consecuencia de la guerra.
Finalmente agradecieron al Papa por su "alegría": "¡Gracias, Papa, te abrazamos!", concluyó su intervención. A lo que Francisco respondió con sendas palmadas en la cabeza.
En años anteriores, tanto Juan Pablo II como Benedicto XVI habían realizado esta misma ceremonia, siempre flanqueados por un niño y una niña.
La crueldad mafiosa
Previamente, el Papa había tenido unas palabras de recuerdo para el niño Cocó Campolongo, de tres años, asesinado el pasado domingo junto con sus padres por la mafia calabresa. El pequeño fue tiroteado y abrasado dentro del coche ardiendo en una vendetta que ha conmovido Italia.
El hecho "no tiene precedentes en la historia de la criminalidad", protestó Francisco: "Recemos a Cocó, que seguro que está en el cielo, por las personas que han cometido este delito, para que se arrepientan y se conviertan al Señor", pidió, sumiéndose en un silencio orante que siguió toda la Plaza.
Reina católica
Asimismo, recordó que el sábado fue beatificada en Nápoles la reina consorte de las Dos Sicilias María Cristina de Saboya. Resaltó "su profunda espiritualidad y su gran humildad" y compromiso con el sufrimiento del pueblo, hasta convertirse en una auténtica "madre de los pobres".
La elección de Dios
Antes de eso, al comentar el Evangelio del día, el Papa recordó que Dios llama a todos a la salvación todos los días: "Si alguno de los que están hoy en esta plaza siente hoy mismo que Dios le dice ´Sígueme´, que sea valiente y le siga. ¡Él no decepciona nunca!", proclamó.
El Papa Francisco reflexionó sobre el Evangelio dominical que narra el inicio de la vida pública de Jesús en las ciudades y aldeas de Galilea, cuya misión parte de una zona periférica, despreciada por los judíos más observantes, por lo que el profeta Isaías la indica como “Galilea de los gentiles”.
Por esta razón afirmó que “también nosotros estamos inmersos cada día en una ‘Galilea de los gentiles’, y en este tipo de contexto podemos asustarnos y ceder a la tentación de construir cercos para estar más seguros, más protegidos. Pero Jesús –afirmó el Papa Bergoglio– "nos enseña que la Buena Noticia no está reservada a una parte de la humanidad, sino que hay que comunicarla a todos. Es un buen anuncio destinado a cuantos lo esperan, pero también a quienes, tal vez, no esperan más, y no tienen ni siquiera la fuerza de buscar y de pedir".
Se trata de dos miembros de la Acción Católica infantil de la diócesis de Roma, a quienes el Santo Padre invitó además a soltar sendas palomas de la paz, a saludar a la multitud congregada en la Plaza de San Pedro, e incluso a dirigirle unas palabras.
Fue la joven quien lo hizo, para explicar que traían un mensaje de paz al Papa "para que así pueda llegar a todo el mundo", un mensaje de paz recordando que "cada niño tiene el derecho a jugar y a divertirse en un contexto hecho a su medida", y que eso no sucede en muchos países del mundo a consecuencia de la guerra.
Finalmente agradecieron al Papa por su "alegría": "¡Gracias, Papa, te abrazamos!", concluyó su intervención. A lo que Francisco respondió con sendas palmadas en la cabeza.
En años anteriores, tanto Juan Pablo II como Benedicto XVI habían realizado esta misma ceremonia, siempre flanqueados por un niño y una niña.
La crueldad mafiosa
Previamente, el Papa había tenido unas palabras de recuerdo para el niño Cocó Campolongo, de tres años, asesinado el pasado domingo junto con sus padres por la mafia calabresa. El pequeño fue tiroteado y abrasado dentro del coche ardiendo en una vendetta que ha conmovido Italia.
El hecho "no tiene precedentes en la historia de la criminalidad", protestó Francisco: "Recemos a Cocó, que seguro que está en el cielo, por las personas que han cometido este delito, para que se arrepientan y se conviertan al Señor", pidió, sumiéndose en un silencio orante que siguió toda la Plaza.
Reina católica
Asimismo, recordó que el sábado fue beatificada en Nápoles la reina consorte de las Dos Sicilias María Cristina de Saboya. Resaltó "su profunda espiritualidad y su gran humildad" y compromiso con el sufrimiento del pueblo, hasta convertirse en una auténtica "madre de los pobres".
La elección de Dios
Antes de eso, al comentar el Evangelio del día, el Papa recordó que Dios llama a todos a la salvación todos los días: "Si alguno de los que están hoy en esta plaza siente hoy mismo que Dios le dice ´Sígueme´, que sea valiente y le siga. ¡Él no decepciona nunca!", proclamó.
El Papa Francisco reflexionó sobre el Evangelio dominical que narra el inicio de la vida pública de Jesús en las ciudades y aldeas de Galilea, cuya misión parte de una zona periférica, despreciada por los judíos más observantes, por lo que el profeta Isaías la indica como “Galilea de los gentiles”.
Por esta razón afirmó que “también nosotros estamos inmersos cada día en una ‘Galilea de los gentiles’, y en este tipo de contexto podemos asustarnos y ceder a la tentación de construir cercos para estar más seguros, más protegidos. Pero Jesús –afirmó el Papa Bergoglio– "nos enseña que la Buena Noticia no está reservada a una parte de la humanidad, sino que hay que comunicarla a todos. Es un buen anuncio destinado a cuantos lo esperan, pero también a quienes, tal vez, no esperan más, y no tienen ni siquiera la fuerza de buscar y de pedir".
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