Benedicto XVI destituyó a 384 sacerdotes por abusos sexuales en sus dos últimos años
Según un documento obtenido este viernes por Associated Press, Benedicto XVI destituyó de sus funciones a 384 sacerdotes entre 2011 (260) y 2012 (124) por abusos sexuales. El informe fue obtenido a partir de los datos que la Santa Sede recopiló para su intervención en la reunión del comité de las Naciones Unidas para los derechos del niño.
La Santa Sede, al igual que otros 139 estados, discutió este jueves en la Oficina de Naciones Unidas en Ginebra el Informe sobre la aplicación de la Convención de los Derechos del Niño. El informe fue presentado ante el Comité de la Convención por el observador permanente del Vaticano, el arzobispo Silvano Maria Tomasi.
La Iglesia Católica quiere "ser un ejemplo" en la lucha contra el abuso y la protección de la infancia, señaló monseñor Tomasi. El prelado -refiriéndose a las "respuestas" escritas a las preguntas formuladas por las Naciones Unidas- presentó en detalle el compromiso de la Iglesia para afrontar “el horrendo crimen de los abusos”, tanto a nivel central de la Santa Sede -con la aprobación de las directrices para las iglesias locales-, como a nivel de base, en las diferentes articulaciones eclesiales, particularmente en las estructuras educativas. El arzobispo Tomasi recordó una serie de instrumentos aprobados en los últimos años, tanto a nivel interno como internacional, para hacer frente a este "triste fenómeno”.
"Se trata de un compromiso -dijo Tomasi-, llevado a cabo en primera persona por los últimos Papas, y en especial por Benedicto XVI. Y ahora asumido también por el Papa Francisco, con el anuncio de la creación de una Comisión para la Protección de Menores”. "No puede haber justificación alguna -reiteró el observador permanente del Vaticano en Ginebra- para cualquier forma de violencia y de explotación de los niños”.
Y enumeró los pilares del compromiso de la Santa Sede para los niños, presentados en el informe: “La defensa de la dignidad del niño en todas sus dimensiones y desde su concepción; el respeto y promoción de los derechos de la familia en la que el niño crece; el derecho a la educación de los hijos por los padres y la libertad religiosa”.
La Santa Sede, concluyó monseñor Tomasi, da la bienvenida a cualquier "sugerencia que la Comisión quiera presentar a la Santa Sede para la promoción" y "el respeto a los derechos del niño" y la "aplicación efectiva de las disposiciones de la Convención y sus Protocolos".